martes, 9 de enero de 2024

La normalidad feliz

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La información sobre la esperada reunión que se recriminaba a la ministra de Sanidad no haber realizado antes se ha resuelto como si fuera una comedia oscura con García Berlanga, un Patrimonio (sanitario) nacional o similar. ¿Es tan difícil ponerse de acuerdo en algo

En RTVE.es se nos dice que un tema de meridiana claridad, como es hacer obligatoria la mascarilla en la asistencia a hospitales, centros de salud, ha chocado con una serie de respuestas que hacen dudar de que algo tan sencillo sea realmente sencillo.

El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas no han llegado finalmente a un acuerdo para imponer el uso obligatorio de las mascarillas en centros sanitarios, sociosanitarios y farmacias de todo el país, como medida ante el repunte de los últimos días de los virus respiratorios en España.

Este lunes el departamento que dirige Mónica García ha reunido de manera extraordinaria a los consejeros del ramo a través del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) con el fin de "unificar criterios".

Según ha informado Sanidad, el Ministerio ha trasladado a las comunidades un documento al que las comunidades deberán presentar sus alegaciones en las próximas 48 horas, y que rebaja la obligatoriedad solo a centros sanitarios, y lo deja en recomendación en centros sociosanitarios y farmacias.

Fuentes de Sanidad han informado de que la propuesta del Ministerio pretende ofrecer "el mismo nivel de protección para todos los ciudadanos" y dar cobertura legal a las comunidades que ya lo han decretado (Comunidad Valenciana, Cataluña y Murcia).

En un audio remitido a los medios, la ministra Mónica García ha señalado que en el encuentro, celebrado de manera telemática, se ha reflexionado sobre el uso de esta medida que ha considerado "efectiva y de sentido común" y que, además, está avalada por la evidencia científica y "es bien recibida por la población".

García ha informado de que en la reunión el Ministerio ha recogido la iniciativa de algunas comunidades para que la obligación de su uso se ampliase a las farmacias y ha insistido en la necesidad de dar soporte jurídico a las comunidades "de diferentes colores políticos que ya han introducido la obligatoriedad en sus sistemas sanitarios".*


¿Qué es eso del "mismo nivel de protección"? ¿Eso existe? ¿Qué sentido tiene? ¿Depende la salud de una persona de que se pongan todos de acuerdo, algo cada día más imposible? Para evitar los colapsos y contagios en centros al ir a pedir la baja, se inventa la "auto baja" responsable, que no ha convencido a los más cercanos a los empresarios, que recelan de los que tomen la decisión de no ir a trabajar sin un papel médico que lo justifique.

¿Quién responde de las medidas (o falta de ellas) en los centros de salud? ¿En qué quedan las peticiones de más recursos y personal sanitario por parte de los profesionales que deben dar la cara en los centros?  

¿Cuáles son los intereses reales que hacen sea imposible un acuerdo en algo tan elemental? ¿Qué hay detrás de estas luchas entre comunidades en algo tan elemental como eso?

La mascarilla —ya vimos algo así hace tiempo, cuando la lucha era similar— es un objeto con una serie de connotaciones, la principal de ellas es la consideración de la elevación de la gravedad de la situación. Si no hay mascarilla, es que no es tan grave la situación... aunque lo sea. La percepción de gravedad tiene efectos que afecta al consumo.

Se trata de aparentar la "normalidad" que nos hace lanzar a la gente a las cabalgatas para decirnos pocas horas después que subirá la incidencia y que se esperan los picos por "el regreso al cole". Sin mascarillas obligatorias es posible fingir cierta normalidad feliz, la que nos hace salir a mantener esa institución española que se llama "bares" y similares en la que ahora los empresarios le han pedido al gobierno que no les cree conflictos añadidos. Tenemos, dicen, la mejor relación servicio -  precios ya que somos el país con más bares por habitante del mundo. ¡Todo un orgullo!

Sin embargo, se desoyen otras voces. También en RTVE.es se nos dan informaciones sobre lo que hicimos durante la pandemia y el resultado. El pasado día 21 de diciembre se nos explicaba nuestro estado: 

Los evaluadores independientes de la gestión de la COVID-19 dan por sentado que una nueva pandemia de virus "de alta gravedad" está cerca y, sin embargo, "hemos aprendido poco" y "desgraciadamente" apenas se ha avanzado para evitar que sea igual de "demoledora" que lo ha sido esta.

Así lo plasman en el informe Evaluación del desempeño del Sistema Nacional de Salud Español frente a la pandemia de COVID-19elaborado por Rosa Urbanos, especialista en Economía de la Salud de la Universidad Complutense de Madrid (UCM); Fernando Rodríguez Artalejo, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM); Carmen Pérez, de la Escuela Andaluza de Salud Publica, y Xurxo Hervada, epidemiólogo de la Xunta de Galicia ya jubilado.

La auditoría de la gestión de la covid fue encargada a estos cuatro expertos por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud hace ya más de dos años. En su recorrido por los aciertos y errores cometidos, el informe apremia a tomar una serie de medidas si se quiere evitar los estragos que la descoordinación, las decisiones contradictorias o la falta de protocolos hicieron de España uno de los países con mayor mortalidad del mundo en la primera ola.

Y lo primero es, precisamente, "interiorizar que una nueva pandemia de virus respiratorios de alta gravedad no solo es posible sino probable, a corto o medio plazo". Sin embargo, "desgraciadamente, las cosas no van bien" porque a pesar de la experiencia de la covid y los avisos que dieron previamente la gripe A y el primer SARS, "los progresos realizados son escasos". "Parece que hemos aprendido poco a nivel global de la experiencia de la reciente pandemia", sentencian.**


Creo que no se puede decir más claro. Mientras tanto nuestros responsables autonómicos siguen jugando a la discusión acumulando todo tipo de vaguedades y decisiones que eluden lo básico: la gente se contagia porque está junta. La gente se contagia mayoritariamente cuando van a los centros de salud y se encuentran con el panorama desbordado, con tiempos de espera que son tan largos que sale peor que entra.

En gran medida, no se toman las medidas por los mismos motivos que no se tomaron, para no hacer sentir que había peligro en nuestras actividades de celebración constante. Cuando no son las fallas, son los sanfermines, cuando no la feria de abril, etc. Ahora se suma el recelo ante las autobajas, con lo que no quedará más remedio que ir a los centros, un poderoso centro de contagios. Quien manda, manda.

Lo que dice el comité de expertos independientes es muy serio. Tienen razón; no existe prevención ni aprendizaje de lo ocurrido, y esto es lo peor de todo lo que nos podía ocurrir. Como entonces, los cuatro factores esenciales siguen siendo los mismos: vacuna, distancia, higiene y mascarilla. No hay mucho más. Solo evitar aquello hacia lo que nos siguen empujando ignorando los riesgos reales.

Nos dicen que tras el fiasco de la reunión con las autonomías, el Ministerios de Sanidad hará que las mascarillas sean obligatorias en los Centros. ¿Es la única salida que queda ante estas disparidades absurdas? Parece ser que sí.

 

* "Sanidad y las comunidades no llegan a un acuerdo sobre el uso obligatorio de las mascarillas en centros sociosanitarios" RTVE.es / AGENCIAS 8/01/2024 https://www.rtve.es/noticias/20240108/sanidad-reunion-ccaa-mascarilla-repunte-virus-respiratorios/2470568.shtml 

** "Una auditoría de expertos avisa de otra pandemia cercana y revela "contradicciones" en la gestión de la COVID-19" RTVE.es / AGENCIAS 21/12/2023 https://www.rtve.es/noticias/20231221/auditoria-expertos-coronavirus-avisan-otra-pandemia-cercana/2468894.shtml

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