domingo, 9 de mayo de 2021

Las niñas afganas, objetivo terrorista

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)



Entre las imágenes de júbilo y botellones por el fin del estado de alarma y los análisis de por qué Díaz Ayuso ganó en barrios de izquierda, la terrible noticia de las muertes de alumnas de una escuela, producida en Afganistán, nos deja desolados ante la barbarie que asola a aquel país y su incierto futuro.

Hace unos días tratábamos aquí la preocupación por las mujeres en un país donde su vida vale muy poco, donde le fanatismo se cubre con mantos piadosos e intenta convertir sus crímenes en la voluntad de Dios. La oscuridad se cierne inexorable sobre Afganistán sin que nadie sepa cómo remediarlo.

La última bomba tiene un doble alcance, se trata de una minoría chií existente en la zona y, especialmente, iba destinada a las niñas asistentes a una escuela. Atacando a una minoría religiosa, a las que consideran apóstatas, se aseguran la indiferencia de muchos y el aplauso de otros. Es la forma de hacer ver que los "buenos musulmanes afganos" no tienen nada que temer y que siguen los mandatos de la fe. Por otro lado, el objetivo son las mujeres en su conjunto. Son dos caras de un atentado, una estrategia usada en otros lugares: unos verán chiíes hazara; otros, mujeres.

RTVE.es, con material de EFE, nos dice que la bomba se hizo estallar justo en el momento de la salida de la clase, una clara intención que nos muestra cuál es el objetivo odiado:

 

"Nuestros niños no merecen esto. Ningún niño merece esto. Esto es terrorismo internacional", ha lamentado en Twitter la reconocida activista afgana Wazhma Frogh.

El atentado se produjo en un área habitada sobre todo por la minoría chií hazara, objetivo habitual de ataques islamistas, como el que sucedió el pasado octubre en ese barrio contra otro centro educativo, que dejó 24 muertos y 57 heridos. En aquella ocasión el estallido se produjo cuando los guardias de seguridad del centro identificaron a "un atacante suicida a pie", que detonó los explosivos que portaba al serle negado el paso.

Hace un año, en ese mismo barrio, también fue atacada una maternidad en la que murieron 16 personas, entre ellas, según informaron entonces las autoridades, "dos recién nacidos, madres de recién nacidos y matronas, a los que dispararon".*

 


Los objetivos vinculados con las mujeres, de niñas a madres, son claros. Hay un odio profundo a la mujer que busca la sumisión ante el terror. Desde que la mujer comienza a estudiar, desde la escuela misma, se convierte en objetivo de esta visión retrógrada de las diversas líneas religioso políticas que buscan el retroceso. Son fórmulas salafistas que han idealizado un pasado al que quieren volver, un violento regreso al mundo en que vivió el profeta y que determina la relación conflictiva con el presente. Imitar al profeta es imitar su mundo en todo detalle, una trayectoria violenta en una imposible máquina del tiempo.

La mujer es la clave. Sin su sumisión e invisibilidad, sin su silencio, el regreso al mundo idealizado es imposible. La sumisión que se exige ante Dios, es la sumisión que se exige ante el varón, que debe tener en todo momento bajo control a las conflictivas hijas de Eva. El varón es el Dios de la mujer y ante él debe humillarse y limitarse a las funciones que le han sido asignadas.

Tener autonomía económica, estudios, voz propia, capacidad de elección... son aberraciones que el varón piadoso rechaza como atentados a la autoridad que ha recibido sobre la mujer.



La función femenina es traer seres al mundo y atender las necesidades de los hombres. Si son hombres seguirán la línea paterna; si son mujeres obedecerán y serán moneda de cambio, vínculo para emparentar con otras familias... Con la poligamia aceptada, el papel de las mujeres se relativiza y pasa a ser un signo del poder masculino. En muchos países se ha reducido, pero no significa que haya dejado de ser un aspecto simbólico relevante. Con la llegada de Mohamed Morsi y los Hermanos Musulmanes al poder en Egipto, en su escaso año en el gobierno, se pusieron en marcha mecanismos para favorecer la concesión de créditos para segundos matrimonios. Cuando fue sacado del poder, para afrontar el problema de los "matrimonios de verano" —los ricos saudíes acuden a comprar niñas para casarse durante unos meses— todo lo que se le ocurrió al nuevo ministro egipcio fue exigir que los compradores, sin había más de 20 años de edad de diferencia, dejaran una fianza para que los padres fueran compensados por la devolución de la niña unos meses después. El gobierno egipcio presume de modernidad, pero estos detalles dicen lo contrario. Los ataques contra la independencia de las mujeres, su imposición de silencio ha sido frecuente.

En el final de la noticia en la CNN norteamericana, el atentando sirve para plantear la cuestión de las mujeres:

 

The National Intelligence Council assessed that the progress made over the last two decades "probably owes more to external pressure than domestic support, suggesting it would be at risk after coalition withdrawal, even without Taliban efforts to reverse it."

The two-page report, declassified at the request of Sen. Jeanne Shaheen, offers a grim assessment as fears mount about the potential degradation of hard-won women's rights in Afghanistan as US and NATO forces begin their withdrawal after nearly two decades on the ground.

Biden administration officials have warned that the Taliban would not achieve international legitimacy by seizing power by force or by limiting the rights of women.

In a CNN opinion piece published after Biden's withdrawal announcement, three women members of the Afghan government negotiating team warned that "if the Taliban does not believe the United States is firmly committed to a stable and democratic Afghanistan, that could spell trouble for our future talks."**



En el primer párrafo se expresa el temor principal: los cambios no han surgido de la sociedad afgana, sino desde la voluntad exterior de cambiar las cosas. Las mujeres se han desarrollado en estos años, pero no por deseo de cambio. El conservadurismo social afgano es muy fuerte y se habrían limitado a no ofrecer resistencia, a la espera tranquila de saber que en algún momento las fuerzas exteriores se retirarían y la mujeres quedarían al descubierto, desprotegidas. Todo volvería a su cauce, la sumisión.

¿En qué quedaría esa "legitimación internacional" si no respetan las reglas democráticas y los derechos de las mujeres, como ha advertido la administración norteamericana actual? En muy poco. Para una mentalidad de este tipo, forjada en décadas de guerras y el rigorismo religioso, lo que pueda opinar la comunidad internacional vale de muy poco. Además, habrá países que les apoyen directa o indirectamente.

Lo de Afganistán, desgraciadamente, va a más, es cada vez más violento. No es más que el anticipo de lo que llevamos temiendo mucho tiempo: la reducción drástica del papel de las mujeres en el país, la anulación absoluta de cualquier libertad de la que puedan estar disfrutando hasta el momento.



Ahora son atentados, pero dentro de poco tiempo será reversión de las costumbres, volver a lo que antes había considerando lo logrado por las mujeres como una imposición extranjera. Cada vez que haya una disidencia, una resistencia, algún piadoso brazo ejecutor eliminará el obstáculo mediante atentados selectivos. A golpe de metralleta o explosivo todo irá volviendo a su lecho. Los silencios serán cada vez mayores.

He visto la noticia en varios medios de diferentes países árabes. Citan los muertos e incluso se solidarizan con el "pueblo afgano", pero eluden referirse a un ataque a una escuela femenina o a que la mayoría de sus víctimas son niñas. 

Esta es la escueta nota ofrecida por el estatal Ahram Online:

 

Egypt vehemently condemned a terrorist attack outside a school which left scores of people killed and injured west the Afghan capital Kabul.

The Foreign Ministry in a statement on Saturday night offered its deepest condolences to the Afghan government and people and the families of the victims, wishing speedy recovery for the injured.

The ministry expressed Egypt’s solidarity with Afghanistan during this painful time, asserting support to the Afghan efforts to combat all forms of terrorism, violence and extremism.***

 


La distancia oficial elude cualquier precisión más allá del "atentado" y la "condena". La referencia final a "todas las formas de terrorismo, violencia y extremismo" es para una lectura interna, de su propio terrorismo islamista. La fotografía que acompaña a la noticia no puede marcar más las distancias: el ministerio. La noticia no es lo ocurrido, sino la condena egipcia, su firmeza ante "todo" terrorismo. ¿Cabe mayor distancia? 

El miedo a la mujer es una constante con diferentes grados de respuesta. La mujeres tunecinas lograron mantener sus logros enfrentándose en el parlamento a los islamistas que llegaron al poder. Erdogan ha recogido la irritación internacional al sacar a Turquía del acuerdo internacional contra la violencia hacia las mujeres; dicen que lo ha hecho para satisfacer las demandas de los sectores más conservadores de su gobierno. El avance del tradicionalismo, violento o no, supone un retroceso de las mujeres en sus aspiraciones al estatus de personas libres, con iguales derechos. Esto, a muchos, les parece una blasfemia.

Para el fanático nada cambia, todo lo más es una alteración momentánea y circunstancial del orden divino, del orden consagrado por Dios y bajo el que han de vivir los hombres. Los gobiernos han descubierto que el hecho de que haya un rey en cada casa manteniendo el orden favorece el orden general. Cada pequeña pieza familiar es de un orden fractal respecto al conjunto. Cada escenario es una reproducción a escala del orden divino. Las reglas se deben cumplir en todos los niveles; cualquier rebeldía debe ser cortada de forma tajante.

Este atentado es de especial significación. Ha sido cuidadosamente elegido para servir de advertencia. Se ha hecho contra una minoría, pero se ha hecho contra las niñas que van a la escuela; se trata de evitar que haya más escuelas y más niñas que vayan a ellas. El temor a la mujer educada es visceral. Educada, deja de ver el mundo por los ojos de su amo y guardián, empieza a escuchar otras voces que vienen de los libros, de los periódicos; es capaz de argumentar sobre lo que quiere y no quiere. Y eso es intolerable.

Debemos prepararnos para hacer algo al respecto porque puede haber un éxodo de mujeres, perseguidas como criminales por querer ser ellas mismas. De nada servirá presionar al gobierno que finalmente quede allí. Las acciones de silenciamiento, de volver a invisibilizar a las mujeres empezarán pronto. Pronto las tendremos de nuevo en la cárcel del burka, que veremos como una costumbre "curiosa"; pronto dejarán de asistir a las escuelas y se quedarán en casa a recibir la "falta de educación correcta". Las que se rebelen desaparecerán, algunas para siempre. Y algunos darán gracias a Dios porque todo ha vuelto finalmente a su cauce.

Mi dolor por esas niñas muertas al salir de su escuela.

 


*  "Al menos 30 muertos en un atentado contra una escuela femenina de una minoría en Kabul" RTVE.es - EFE/ Baber Khan Sahel 8/05/2021 https://www.rtve.es/noticias/20210508/menos-30-muertos-atentado-contra-escuela-femenina-minoria-kabul/2089200.shtml

** "At least 50 killed and over 100 wounded in blast near Kabul girls' school" CNN  9/05/2021 https://edition.cnn.com/2021/05/08/asia/kabul-bomb-blast-school-intl/index.html

*** "Egypt condemns deadly terrorist attack outside Kabul school" Ahram Online / MENA 9/05/2021 https://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/410802/Egypt/Politics-/Egypt-condemns-deadly-terrorist-attack-outside-Kab.aspx

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