martes, 19 de mayo de 2020

Trump contra todos

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Hace apenas un par de semanas, Chris Cillizza se preguntaba en su sección The Point en la CNN sobre por qué Donald Trump no se ponía una mascarilla en público. Su respuesta era: «Remember that Trump views his entire presidency through the lens of television -- mostly reality TV and cable news. He is very, very focused on how he is portrayed and perceived. And he wants the image that the public gets of him to be that of a strong and fearless leader.»*
La interpretación televisiva de Trump (junto a la de sus tuits) explica la innegable teatralidad del personaje, su histrionismo narcisista. Muchas de sus acciones y reacciones hay que interpretarlas desde la necesidad irrenunciable de controlar su propia imagen proyectándola en la dirección adecuada para mantener el estado de aceptación necesario entre sus votantes y seguidores.


Los golpes de efecto son claros. El problema es que esos golpes se producen desde la presidencia de un país como los Estados Unidos. Los golpes de efecto para mantener su atractivo público se traducen siempre en el papel que mejor le va e su propia percepción: el del irritado defensor de la causa norteamericana, el arreglador del mundo para hacer ganar posiciones a América haciéndola "más grande".
Este papel es esencial en su mandato y en el establecimiento de su papel (en sentido actoral) ante el mundo. Trump dirige su discurso hacia un público que es el único que le importa ya que su sentido de la política es doméstico, lo internacional se expresa finalmente siempre en término internos. Trump trata de hacer ver a sus seguidores lo que estos desean: ver cómo su presidente mete en cintura al mundo.


Los medios de todo el mundo se abren hoy con sus amenazas a la Organización Mundial de la Salud. Los ataques comenzaron cuando Estados Unidos ya no puede ocultar su desastre ante el desafío del COVID-19. Ahora, acercándose dramáticamente, a la cifra que Trump había considerado "aceptable", los 100.000 fallecidos y cerca de un millón y medio de contagiados, con el país divido sobre las medidas, con enfrentamientos en las calles, el presidente lanza de nuevo sus ataques.
La CNN señala la nueva modalidad de las acusaciones:

President Donald Trump late Monday threatened to permanently pull US funding from the World Health Organization if it does not "commit to major substantive improvements in the next 30 days."
In a letter to WHO Director-General Tedros Adhanom Ghebreyesus, Trump said, "It is clear the repeated missteps by you and your organization in responding to the pandemic have been extremely costly for the world. The only way forward for the World Health Organization is if it can actually demonstrate independence from China.
"My administration has already started discussions with you on how to reform the organization. But action is needed quickly. We do not have time to waste."**



Cada vez es más evidente —son las cifras las que lo señalan— el fracaso de tres estilos de gobiernos al frente de tres países. Son los fracasos de Donald Trump, Jair Bolsonaro y Boris Johnson. Todos los países han cometido errores de un tipo u otro, mayores o menores, pero creo que son estos tres dirigentes los que han mostrado una actitud diferente que se ha traducido en el mayor número de víctimas, en ascenso. 
Las actitudes de Trump y Bolsonaro son un insulto para la inteligencia y un peligro para sus propios países. De Johnson se dijo de todo por sus enfoques que sean probablemente los que subyacen en los otros dos. Su paso por la enfermedad le hizo ver el caso más de cerca, pero no es mucho el cambio de actitud. Los tres comparten un cierto estilo mental, por no llamar forma de ver el mundo o, incluso, ideología. Los tres son personalidades teatrales, cada uno con su estilo. La agresividad de Boris Johnson es menor que en los otros casos, pero quizá porque tras su campaña contra la Unión Europea para conseguir el Brexit, le toca interpretar al "otro Boris". Pero en los casos de Jair Bolsonaro y Donald Trump, el histrionismo va parejo a su agresividad.


La BBC titula "Coronavirus: Trump accuses WHO of being a 'puppet of China'"***. Trump dirige a varios frente su energía agresiva: por un lado, tiene abierta la campaña de reelección, donde debe disparar contra los demócratas y la prensa, con variaciones, pero unidos en su acción; China es el otro objetivo de largo recorrido, prácticamente presente desde su campaña en las primarias republicanas; finalmente, la conexión con la pandemia se duplica en los ataques contra la Organización Mundial de la Salud.

Trump unifica los objetivos para ahorrar energía y, especialmente, para vender ante sus seguidores uno de sus argumentos favoritos: las conspiraciones y alianzas contra los Estados Unidos. Los demócratas conspiran con los medios; China y la Organización Mundial de la Salud conspiran igualmente contra los Estados Unidos. Trump aprovecha lo sembrado contra unos para meter en el mismo paquete a los otros. Si China u la OMS están en connivencia, eso lo explica todo. 
Todo es conspiración para tratar de evitar lo inevitable, la supremacía norteamericana en el mundo. 
Si Huawei vende buenos teléfonos es porque los espías chinos les roban la tecnología; si Europa quiere comprar el 5G de Huawei, hay que tener cuidado porque ponemos en sus manos la seguridad de millones de ciudadanos del mundo libre. Todo es conspiración. Es su forma natural de ver el mundo y, sobre todo, la forma de hacérselo entender a otros. Y ese es el peligro que ronda a todos porque le lleva desde el negacionismo de las vacunas o del cambio climático a lo que se le pueda pasar por la mente.
En la BBC se nos explican los razonamientos contra la OMS:

President Donald Trump has lashed out again at the UN's health body by labelling it a "puppet of China".
The comment came hours after the US said the World Health Organization (WHO) had let Covid-19 spin "out of control" at the cost of "many lives".
"There was a failure by this organisation to obtain the information that the world needed," US Health Secretary Alex Azar said on Monday.
Mr Azar made the comments in an address to the UN's World Health Assembly.
WHO chief Tedros Adhanom Ghebreyesus earlier agreed to a review over the agency's handling of the pandemic.
Dr Tedros said an independent evaluation, which would look at what lessons could be learned and put forward any recommendations, would take place "at the earliest opportunity".
The two-day assembly - an annual meeting involving 194 member states of the WHO that reviews the work of the UN's health agency - comes amid recriminations between the US and China over the virus.
US President Donald Trump, who faces re-election this year and has been criticised for his handling of the pandemic, has blamed China for trying to cover up the outbreak and has accused the WHO of failing to hold Beijing to account.
"I chose not to make a statement today," Mr Trump said on Monday about the event, while describing the body as "China-centric" and "a puppet of China".
He said the WHO had "gave us a lot of very bad advice, terrible advice" and were "wrong so much and always on the side of China".***



Es difícil encontrar un grado mayor de cinismo en un dirigente mundial y, desde luego, encontrar un personaje de estas características al frente de los Estados Unidos. Solo hay que agradecerle la reflexión constante que estimula sobre la democracia y los peligros de la demagogia, como ya temieron algunos de los propios pensadores políticos de los Estados Unidos.
La responsabilidad de lo que ocurre en los Estados Unidos es exclusiva de los Estados Unidos, especificando a su presidente, los republicanos que le han sostenido y la parte de la sociedad que le jalea. Lo hecho estos día de lanzar a la gente contra los gobernadores de los estados demócratas quedará en la historia de la democracia norteamericana como uno de sus episodios más perversos. Su grito de "¡liberad los estados!" son es comparable al de "¡la prensa es el enemigo del pueblo!".
No. La responsabilidad por las muertes es de Donald Trump y de los que se felicitan por su "defensa de las libertades".


La última (quizá ya penúltima) polémica es la de montar un "Obamagate", sacado de la nada para responder a las críticas del ex presidente. Los grabaciones le muestran desafiante al decir que está tomando un medicamento que las autoridades sanitarias y los especialistas han dicho que no es recomendable por sus efectos cardiacos ni probado que sirva para algo en el caso. Pero ¿quiénes son ellos para desafiar o contradecir al presidente de los Estados Unidos?
Chris Cillizza decía que Trump tomaba las medidas de protección lejos de las miradas y las cámaras, que su personalidad televisiva le hacía intentar mantener esa imagen de invulnerable. Creo que la procesión la lleva por dentro. No sé si es actor de "método", pero sí que no es fácil verle fuera de su papel. Cuanto más complicadas tenga las cosas, más grandilocuente será, necesitará más gritar desde el escenario y blandir su dedo acusador. Su lucha con los medios va a más y prefiere otro tipo de distancias, como las entrevistas con la Fox, con quienes se impacienta de vez en cuando. Finalmente ellos también tendrán la culpa de su derrota. Cuando quiera Dios que se produzca.


Creíamos que era imposible que pudiera tener a la gente tanto tiempo engañada y, sin embargo, sigue manipulando a aquellos que así lo desean Ese es su secreto, no hay otro. Por eso es previsible.
¿Cuántas muertes, cuántos conflictos, cuántas amenazas, cuántos enfrentamientos... necesita este hombre para mantenerse? ¿Cuántos abandonos, salidas, sanciones, prohibiciones...? Esa es una pregunta difícil de responder... o quizá no merezca la pena hacerlo.



* Chris Cillizza "Here's the real reason Donald Trump didn't wear a mask in public in Arizona" CNN 6/05/2020 https://edition.cnn.com/2020/05/06/politics/donald-trump-mask-arizona/index.html
** Paul LeBlanc "Trump threatens to permanently pull funding from WHO and 'reconsider' US membership" CNN 19/05/2020 https://edition.cnn.com/2020/05/18/politics/trump-world-health-organization-coronavirus/index.html
*** "Coronavirus: Trump accuses WHO of being a 'puppet of China'" BBC 19/05/2020 https://www.bbc.com/news/health-52679329


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