lunes, 25 de noviembre de 2019

Las viejas ideas del joven Casado

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Muchas veces el partidismo nos hace decir cosas que no debemos o, si se prefiere, decimos lo contrario de lo que los otros dicen porque si ellos los dicen es que está mal. Es ir en contra por estar en contra de quienes lo dicen. Esto es absurdo y va contra el sentido común, es pura obcecación.
Me temo que esto le está pasando a la ultraderecha y a la derecha españolas que no quiere perder el tren de la queja. El ABC se congratula en titulares del buen papel que ha hecho el "joven político" Pablo Casado ante el club popular europeo. Nos cuenta que ha arremetido contra diversos muros. El primero de ellos ha sido el del "nacionalismo", agradeciendo el apoyo frente al secesionismo catalán; el segundo es el del "populismo". Ya del segundo pone como causante a la "inmigración", lo que es mucho suponer y sumarse a discursos que rápidamente se entienden mal. Hay mucho de demagogia y de confundir sin más efectos y causas. Pero de esto también se vive, incluido el "populismo" y ahora el "antipopulismo".
Pero me interesa especialmente el tercero, según ABC, por boca de Mariano Calleja, autor del artículo:

El tercer muro que hay que derribar, según Casado, es el del identitarismo. Se refirió a dos identidades: la «religión verde», que afecta a todo lo relacionado con el cambio climático, y la que tiene que ver con la ideología de género. Se trata de «identidades» o verdades que desde la izquierda se intentan imponer como absolutas. El líder del PP rechazó las lecciones medioambientales de los partidos de izquierda, y las relativas a la defensa de los derechos de las mujeres, porque los populares siempre han estado, dijo, a la vanguardia en la defensa de la igualdad de oportunidades. Puso como ejemplo los casos de Merkel, Loyola de Palacio y Ursula Von der Leyen.*



Se equivoca plenamente Pablo Casado al considerar que estos dos discursos "identitarios, como los llama, son patrimonio de alguna ideología. Deberían ser parte del más amplio consenso social porque ambos son pre políticos y muy peligroso ignorarlos por las dramáticas consecuencias más allá de lo político. Llamar a esto "identidades" es simplemente una barbaridad. Pero también le da una "identidad" a la contra a las ideas de Casado.
Considerar "muros" de la izquierda el cambio climático y el discurso anti patriarcal es el mayor error estratégico que Casado ha podido cometer y solo se puede entender como los efectos secundarios que el acercamiento a la ultraderecha le han dejado tras las fases oscilantes por las que ha pasado durante la campaña electoral última.


¿Realmente quiere Casado que el "centro" español sostenga el mismo discurso que Donald Trump? ¿Es capaz de asumir el "negacionismo" climático? ¿Es capaz de seguir diciendo que no existe una violencia machista, en esta y otras sociedades, que necesita ser combatida? Si así lo hace se hará responsable de los múltiples efectos del cambio climático —irá además contra las evidencias científicas, aunque esto ya lo hizo Mariano Rajoy y un primo suyo que sabía de esto— y se hará cómplice de cada muerte o discriminación. ¿Está preparado para hacer el ridículo como VOX en las condenas, quedando aparte y diciendo que las víctimas no son mujeres, sino una casualidad?


¿Qué tendrán que ver "los casos de Merkel, Loyola de Palacio y Ursula Von der Leyen" con la condena de la violencia y el reconocimiento de sus causas profundas? ¿Recomendará, como hizo Trump al llegar a la casa Blanca, un tipo de mujer, una forma de vestir y de comportarse?
Se muestra así que no es capaz de distinguir el envoltorio del contenido de la caja. Tanto el cambio climático como la violencia contra las mujeres existen y negarlo no es más que una forma estúpida de marcar diferencias. Es más, así solo consigue dejar el espacio de lo obvio y el sentido común a sus adversarios, que estarán felices por del doble regalo: 1) por dejarles a ellos las reivindicaciones en exclusiva; y 2) por negarse a condenar lo que todos deberíamos condenar sin un color determinado. Es tan infantil el planteamiento de Casado que los populares europeos se habrán sentido intrigados por la conducta del "joven político".


Los muros de Casado se caen solos. No necesitan de muchas trompetas ni castañuelas. "Casado urge a Europa" es demasiado decir a la vista de lo corto de sus exigencias. Creo que tiene un problema serio en los discursos y es que no se puede jugar a todo a la vez, unos días a la derecha, otros a la ultraderecha y otros al centro por temor a que se le escapen votos. De no remediarse acabará siendo el joven Gundisalvo.
Es una pena que por presiones "medioambientales",  no consigamos tener los partidos modernos que necesitamos y que todos sigan viviendo de rentables tópicos. No se puede negar a estas alturas del siglo XXI ni el cambio climático ni la violencia de género diciendo que son "tópicos de la izquierda". Nos merecemos un poco más de inteligencia porque es mucho lo que nos jugamos en los dos terrenos.
Discutan pero, por favor, no retrocedan.


* "Casado urge a Europa a derribar los muros del nacionalismo y el populismo" ABC 22/11/2019
https://www.abc.es/espana/abci-casado-urge-europa-derribar-muros-nacionalismo-y-populismo-201911220207_noticia.html

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