Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El
pasado día 13, The New York Times lanzaba una pregunta por boca de su reportera
Sabrina Tavernise. La pregunta se mostraba en el titular "How Do
You Decide What Information to Believe?"* Lo que pudiera parecer una
pregunta retórica que Tavernise fuera a explicarnos tras la aparición de
estudios académicos sobre la decisión era lo que la propia pregunta formulaba,
una apelación directa a los lectores para que indicaran cómo eran capaces de
decidir qué información creer.
Una cosa es especular sobre las "fake news" y las
mentiras e inexactitudes del presidente Trump cada vez que abre la boca o sus
dedos pequeños lanzan un tuit y otra cosa dar por hecho que vivimos en un mundo
de oscuridad en la que es necesario investigar sobre las estrategias en la
aceptación de lo que se nos dice. La pregunta no es ya retórica, según parece,
sino esencial.
El número actual de la revista Investigación y Ciencia se
divide en tres apartados agrupando sus artículos en un número especial,
"Verdades, mentiras e incertidumbres" (nº 518, nov. 2019). Esta es la
presentación del número:
Informaciones falsas, populismos,
corrupción, manipulación, teorías de la conspiración... Vivimos tiempos que
parecen gobernados por el engaño y la falacia. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo
podemos afrontar los retos personales y sociales que ello plantea? Para arrojar
luz sobre este panorama confuso, en este número monográfico de Investigación y Ciencia exploramos un
concepto clave para la comprensión del mundo: la incertidumbre. ¿Sabemos qué
significa y cómo manejarla? ¿Cómo actúa en ciencias tan básicas como la física
y las matemáticas? ¿Se ve afectada la incertidumbre por la forma en que nuestro
cerebro interpreta la realidad y toma decisiones?
Más allá de los ámbitos
filosófico, cognitivo y psicológico, la incertidumbre presenta desafíos también
en la esfera colectiva. ¿Cómo influye en las relaciones humanas? ¿Qué papel
desempeña en la dinámica de un mundo cada vez más conectado y dirigido por
datos? Y todo ello sin olvidar los desarrollos técnicos que inducen la
distorsión de la verdad y la normalización de la mentira, así como unas redes
sociales con potencial para extender la desinformación a escalas sin
precedentes.
No saber manejar la incertidumbre
nos vuelve más vulnerables. Con todo, el panorama no es del todo pesimista. Si
comprendemos los mecanismos instintivos que utilizamos para lidiar con lo
desconocido y el modo en que los agentes malintencionados explotan el
ecosistema de la información, podremos levantar defensas contra los relatos engañosos
y alcanzar un entendimiento que contribuya a resolver los desafíos más
apremiantes de la sociedad.
-La redacción (p. 15)
No deja
de ser sorprendente encontrarse en una revista científica este texto de
presentación. Probablemente un texto de este dramatismo no sea frecuente en una
publicación que nos avisa de otros tipos de peligros con más frecuencia.
Pero
todo el mundo parece preocupado por las mentiras y por su impacto en muchos
aspectos de nuestra vida. Hemos señalado desde hace años que pese a que las
mentiras forman parte de nuestra dimensión humana, se ha ido produciendo un
fenómeno extraño. En una sociedad de la información se ha empezado a considerar
la manipulación, la mentira, la inexactitud, etc. desde un plano diferente. Se
empieza como un tímido "influencer" y se acaba siendo un manipulador
profesional.
Hace
unos días hablábamos aquí de la irritación del premio Nobel James Peebles
cuando se usaba el término "Teoría del Big Bang" cuando todavía no se
ha podido demostrar experimentalmente ese inicio del universo. Lo que ocurre
fuera de los laboratorios o de las universidades es bastante peor y ha
alcanzado la vida política, no solo la vida de los políticos, que también.
Nos
movemos en un mundo de mentirosos profesionales bien adiestrados. Es un
ecosistema informativo lleno de trampas en las que caemos por nuestra
inexperiencia primero, pero también porque lo deseamos y porque se han
encontrados esos deseos en el fondo de nuestra mente gracias a millonarias
inversiones en el análisis de las mentes y de los datos. Muchos nos conocen y
saben manipularnos. No tenemos secretos para ellos. Así de simple. Somos
observados desde todos los ángulos del espacio y todos los recovecos del
tiempo. Atrapados en el cronotopo.
Por eso
la pregunta de la reportera a sus lectores no es trivial sino una necesidad:
"¿cómo decidimos lo que creemos?" ¿En qué nos basamos para poder
tomar decisiones o simplemente sobrevivir?
Nos dicen
en The New York Times:
We are interested in how you get information
and how you feel that has changed.
It used to be that Walter Cronkite read the
news every night, and Americans tuned in and went to bed with the same set of
facts, even if they had different political views.
But that news environment is gone.
These days there is a sea of information — a
lot of it conflicting — and people are left to sort through it. Some people
still have one trusted source. Others are choosing to become their own
curators, taking in a variety of news sources before deciding whom and what to
believe.
This is coming at a moment of rising political
polarization, when political parties are ever more divided, and the ideological
lines have hardened.*
¡Walter Cronkite! Eso ya es demasiado para una generación
que nació con una máquina de ser engañados debajo del brazo, allí donde antes
se venía con un pan, según la expresión coloquial española.
El mundo de Walter Cronkite tenía algo que se le daba, respeto, y él tenía responsabilidad. Es un par sencillo, pero ya desaparecido. Como periodista,
Cronkite se preocupaba por su propia valoración por los demás, por mantener en
los demás la confianza en él. Si había un error, se sabía que no había sido su
intención engañarnos.
Pero el mundo empezó a cambiar y lo hizo cuando Nixon mintió
a los americanos y al mundo a través de ellos. No es casual que estemos ante un
probable "impeachment" de Donald Trump. Cambió cuando George Bush
mandó a los ejércitos a luchar contra "armas de destrucción masiva"
que nunca aparecieron... Y después el mundo se llenó de mentirosos simpáticos y
de buen corazón, con bonitas sonrisas y aspecto agradable. Por alguna extraña
sintonía fueron llegando a puestos elevados, incluidas las presidencias de los
gobiernos... de las que salían directamente a las cárceles con mejor o peor
fortuna según su inteligencia borrando las huellas de sus delitos, de robos a
sobornos.
Y la mentira lo inundó todo. La gente dejó de tener claro
quién mato a Kennedy (¿no dice Trump que fue el padre del senador Ted Cruz?),
si Obama era norteamericano (¿no decía Trump que era "Osama"?), si se
había llegado realmente a la Luna o si
existe realmente el "cambio
climático". "Realmente" es algo ya complicado de por sí.
Luego empezaron a perfeccionarse los efectos especiales
digitales y la gente entendió que era posible ver todo sin que nada existiera,
que es posible ver a Robert DeNiro hecho un chaval o a en versión joven y vieja
de Will Smith peleando entre ellos. Los medios nos muestran a las personas
"virtualizadas" diciendo cosas que nunca han dicho y nos advierte de
que no creamos lo que nos digan porque pueden ser una ilusión. Y así hasta
tener que pellizcarnos por si acaso no somos quienes estamos en el espejo. Sí,
demasiada duda para un post cartesiano.
No tiene, por tanto, nada de particular que Sabrina
Tavernise (o el robot que la suplanta) esté interesada en saber cómo y por qué
nos creemos las cosas que creemos. De la "duda razonable" hemos
pasado a la "incertidumbre sistemática"; aquello de Borges del
emperador que soñaba, se nos ha quedado pequeño.
A la pregunta sobre cómo llegamos a creer lo que creemos se le deben añadir otras como complemento: ¿creemos? ¿descreemos?, ¿merece la pena creer en algo?, ¿hay algo en lo que creer? o ¿me importa?
La imagen metafórica de la periodista de The New York Times
es bastante ajusta a nuestra situación actual, náufragos arrojados a los mares
de la información. Le ha faltado el añadido, para un mayor realismo, de los
tiburones y las pirañas que las pueblan.
* Sabrina Tavernise "How Do You Decide What Information
to Believe?" The New York
Times 13/11/2019 https://www.nytimes.com/2019/11/13/reader-center/trust-news-sources.html
** "Verdades, mentiras e incertidumbres",
Investigación y Ciencia
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.