Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
A veces
las urnas hablan claramente, pero en otras ocasiones lo hacen al modo de
Delfos. Es entonces el momento de los intérpretes del oráculo que tratan de dar
sentido al dictamen de los votos. Conforme la política se hace más confusa —no
es lo mismo que "compleja" o "complicada"—, la labor de los
intérpretes se hace más necesaria para intentar encontrar soluciones a los
problemas, que es para lo que va uno a las urnas. La complicación se produce
por el encadenamiento "problemas - soluciones", es decir, cuando lo
que hacemos para resolver un problema crea otro. La sabiduría o el acierto consisten
entonces en que nuestras decisiones creen problemas cada vez menores, dada la
imposibilidad de satisfacer a todos.
Uno de
los lugares en el que la política se ha convertido en extremadamente confusa es
en el Reino Unido. Para empezar por el final, se ha realizado una campaña
electoral al parlamento europeo en mitad (suponemos que es la mitad) del
proceso de salida de la Unión, el Brexit, que se parece cada vez más a la
paradoja de Zenón sobre Aquiles y la tortuga, ya saben.
En
Euronews se preguntan desde titulares "¿Ganaron realmente los partidarios
del Brexit las elecciones europeas en Reino Unido?". Se plantean dos
cuestiones ya desde el inicio: el sentido de "ganaron" y el de
"realmente". "Ganar" es un concepto difuso en un mundo
confuso; a veces, incluso, en un mundo medianamente claro. Pero la claridad queda
para los Salvini o los Orbán, que han conseguido un mundo sin matices
compartido con sus electores. Cuando los electores se hartan de confusión se
arrojan en brazos de los mesías de la
claridad, que no son en realidad más que simplificadores extremos. La
realidad no suele ser simple, pero sí pueden serlo las explicaciones. Ahí está
el atractivo peligro de los demagogos.
Explican
en Euronews:
Tanto los partidarios de salir como los que
hacen campaña por permanecer en la Unión Europa afirman que fueron los
vencedores de las elecciones europeas en Reino Unido, ¿quién tiene razón?
Euronews analiza quiénes ganaron realmente los comicios.
Tras conocerse los resultados, el Partido
Brexit de Nigel Farage se alzó en primer lugar, con un 31,7% de los votos. Pero
el principal partido que hace campaña por que el país permanezca en el bloque,
los Liberal Demócratas, insisten en que más gente votó por los partidos
europeístas.
Según la eurodiputada liberal Judith Bunting,
más británicos han apoyado la opción de permanecer en la UE si se juntan los
votos a su partido con los de los Verdes y los de Change UK. "Sumando esos
votos, más gente nos ha apoyado que al partido Brexit", afirmó.
"Quienquiera que sea el líder del
Partido Conservador que entre, tiene que escuchar las voces de los demás",
continuó.
Farage argumenta lo contrario, alegando que
si se cuenta a los conservadores y al UKIP, hay más votos a favor del Brexit.
"No escuchen las tonterías que les están
diciendo los demócratas liberales", afirmó el líder del Partido Brexit.
"En realidad, si se mira todo, son alrededor de 52-48 a favor de salir (de
a UE)".*
Hay una
cuestión importante que no se suele tener en cuenta en la cuestión que se
discute. Es la cuestión de lo que podríamos llamar la legitimidad temporal.
Mientras todos discuten qué o cómo o cuándo se debe producir el Brexit, el
tiempo pasa. Es como esos acuerdos que debemos aceptar en un plazo de tiempo.
El sentido no es la prisa, sino el concepto mismo de "cambio". La
Gran Bretaña ya no es la misma que era cuando votó por el Brexit. No era la
misma al día siguiente, pero no hay que apurar tanto. Cada día que pasa es un
argumento a favor de la necesidad de revalidar el acuerdo tomado. No solamente
porque haya aumentado la información de que se dispone, sino porque, por
ejemplo, habrá aumentado el censo de personas que ahora pueden votar y antes
estaban por debajo de la edad para poder hacerlo. El voto es una fotografía de
un momento de la Historia, no un compromiso para toda ella. Refleja la
información y los intereses del día en que se votó.
Quizá
por eso los que cantan su victoria (con el 31%) para el Brexit siguen sin estar
dispuestos a arriesgarse a un segundo referéndum, que se vuelve exigencia día a
día por el motivo antes señalado.
The Times |
Pero
todo esto no resuelve la cuestión. La BBC sabe que la gente se mueve entre
cantos de sirena que llegan desde la niebla electoral, la confusión de la
interpretaciones. La redactora de noticias europeas de la BBC, Katya Adler,
titula "European elections 2019: What were the clear trends?". Y en su entradilla escribe: «If you're
scratching your head right now, confused by conflicting interpretations of the
European parliamentary election, fear not, just read on.» En
realidad, lo que refleja el texto es lo que menos interesa a los británicos,
supongo, el resultado en Europa. Creo que se sienten más ansiosos por
interpretar el confuso y disputado voto británico en las elecciones de la
indeseable Unión Europea, que es la verdadera cuestión. Sin embargo, Adler
apenas le dedica unas líneas en su análisis.
Tras
analizar brevemente los resultados en Europa, de los nacionalismos populistas
de Le Pen, Salvini u Orbán a las victorias europeístas de España o Alemania,
Katya Adler escribe:
All of this could have an effect on Brexit too.
Tied up with their own national political
dramas, EU leaders are even less likely to be open to renegotiating the Brexit
divorce deal, if asked to do so by the next UK prime minister.**
The Guardian |
No se puede ir más allá del "podría" o del
"si", es decir, confusión. La elecciones en Europa no sirven para
definir el "drama" propio que oscila unos días entre Shakespeare y
Wilde, entre Otelo y La importancia de llamarse Ernesto, en donde los
británicos han descubierto, como decía una de los personajes de la obra, que se
encuentran en "la acera que no está de moda", tomando el Canal por
división.
La cuestión británica sigue en pie, neblinosa, confusa. Sin
May, a la que se veía dar la cara, lo que sea se decidirá entre las bambalinas
del partido de los tories, que tendrá que analizar su pobre resultado y
camuflarlo para cuando lleguen unas generales, a la que el miedo les hace
resistirse. Aunque todos interpreten lo que hayan querido decir los británicos
en estas elecciones europeas, lo cierto es que saben que se trata, como en los
juegos de cartas, de mantener el tipo con una jugada baja.
El cierre del texto de Euronews busca una opinión
distanciada que, como no podía ser de otra forma, tampoco resuelve nada:
Alexander Sarti, editor web de la
organización de agregación de encuestas Europe Elects, señaló en una entrevista
con Euronews que la participación fue baja en el Reino Unido.
"Si acabáramos viendo un
referéndum o unas elecciones generales pero en términos similares, podríamos
ver resultados considerablemente diferentes", dijo.*
Pese a lo confuso, la idea está clara: no se consigue una
respuesta clarificadora, por lo que las interpretaciones del oráculo pueden
seguir produciéndose en forma contradictoria. El Brexit fue empezar la casa por
el tejado y sin planos. No se ha conseguido ni elegir el color de las tejas,
mucho menos el resto. La amenaza de la confusión sigue ahí. El efecto temporal
del que hablábamos antes hará que se sigan introduciendo factores ajenos al
Brexit en sí pero que se vean arrastrados, como por ejemplo la lucha por el
liderazgo entre los conservadores, hundidos tras las elecciones. Si hay algo
claro es que los británicos que han votado lo han hecho en contra de los dos
partidos mayoritarios. El Brexit evidencia el fracaso de una clase política, la
incapacidad de ir más allá de la demagogia. Quizá por ello todos se atribuyan victorias en la niebla.
* "¿Ganaron realmente los partidarios del Brexit las
elecciones europeas en Reino Unido?" Euronews 27/05/2019
https://es.euronews.com/2019/05/27/ganaron-realmente-los-partidarios-del-brexit-las-elecciones-europeas-en-reino-unido
**
"European elections 2019: What were the clear trends?" BBC 27/05/2019
https://www.bbc.com/news/world-europe-48420024
The Times |
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