lunes, 29 de abril de 2019

El regreso de los 866 y algunos más

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Terminábamos el artículo de ayer introduciendo un nuevo factor del miedo en Egipto, el ateísmo. Una parte de la sociedad egipcia vibra ante esta terrible palabra en el país que inventó (dicen) el monoteísmo. Más exactamente, lo inventó el faraón, molesto por tener tal diversidad de dioses y no tener ganas de tanta charla.
Una vez llegados los problemas a ciertos niveles, los egipcios suelen hacer manifiesta su insatisfacción y deciden dar grandes soluciones. Así ocurre, por ejemplo, con el divorcio rampante, con cifras que no se pueden tolerar, de más del 60%. 
Es esta intolerancia la que mueve a encontrar planes que le den la vuelta al asunto. Lo que pueda ocurrir obliga a poner en marcha soluciones drásticas.
La palabra "ateo", junto a otras perversas cosas que vienen de Occidente, como el "feminismo", la "homosexualidad" o "Sergio Ramos", se convierte de repente en un problema nacional. Si la política tiene a los Hermanos como enemigos tras cualquier acontecimiento negativo, la Universidad de Al-Azhar tiene los suyos: los ateos, 866, oficialmente. El dato lo supimos hace ya tiempo y preocupó por ser el más grande de los países musulmanes del entorno.
Como señalábamos ayer, el diario estatal, Ahram Online, publicó un artículo dando cuenta de la terrible situación y de las propuestas que han salido de Al-Azhar camino del parlamento, la institución que representa a los egipcios:

Osama El-Abd, head of parliament's religious endowments and affairs committee, told Ahram Online that the committee is highly appreciative of a new anti-atheism initiative launched by Al-Azhar.
El-Abd said the Bayan ("Statement") initiative, annouced on 22 March, comes in response to growing reports that the number of atheists in Egypt is increasing.
"We strongly support this initiative because Al-Azhar is the institution most capable of standing up to atheist thoughts and irreligious beliefs," said El-Abd, adding that "while we - parliament and official religious institutions - are keen to move together to fight extremist and radical Islam ideologies, we are also keen that we join hands to contain atheist thinking."
He said that the initiative also comes after Al-Azhar's clerics said they had become worried about the spread of the phenomenon of atheist beliefs on social media.
"As this has become a phenomenon, it was important that the institution responsible in this respect moves quickly to ring alarm bells and takes an organised reaction," said Al-Abd.
Momtaz El-Dessouqi, an MP from the upper Egyptian governorate of Assiut and a member of parliament's constitutional and legislative affairs committee, also told Ahram Online that "there are reports that Egypt now ranks first among Arab countries in terms of the number of atheists."
"A report by the International ‘Global’ Institute said Egypt includes 866 atheists, but I think that the number is far much more than this," said El-Dessouqi, adding that "it is a shame that the country with the most prestigious religious institutions – the Sunni Islamic Al-Azhar and the Coptic Orthodox Church – has such a large number of atheists."
Omar Hamroush, deputy chairman of the religious affairs committee, said Al-Azhar's investigation of social media showed that the number of atheists in Egypt has reached 2 million (or 3 percent of the total population).*


Lo cierto es que el tema del ateísmo reaparece periódicamente. Cómo se pasa de la sorprendente y ciertamente esotérica cifra de 866 a la de dos (o tres) millones de egipcios. Las cifras son alarmantes porque se empieza no creyendo en Dios y se termina no creyendo en el presidente.
La culpa, claro, la tiene Internet, medio que hay que vigilar muy de cerca para evitar que los males del ateísmo occidental se asiente en las sagradas tierras de Egipto, donde todo empezó.
La vergüenza que dice sentir porque "the country with the most prestigious religious institutions" tenga tantos ateos es uno de los argumentos más sinceros respecto a esto del ateísmo que se han dado en Egipto, lo que motiva el grito de alarma nacional y la exigencia de reacciones para frenar el caos que se avecina, la nueva plaga.
La fusión entre el poder político y el religioso es necesaria en Egipto, por lo que es importante que haya un enemigo común que justifique ante el pueblo la represión. Está admitido que el régimen de al-Sisi mezcla poder militar y se acerca a la fuente de la legislación religiosa, Al-Azhar y las instituciones que alberga, con especial interés en la emisión de fatwas, un mecanismo poderoso tanto más eficaz cuanto más intensa sea la creencia. Es una doble forma de legislación.


El empezar a hablar de millones de ateos —anti religiosos, anti régimen, anti Egipto— es muy útil tras la elevada abstención de las enmiendas constitucionales. Es más bien una estrategia hacia los jóvenes, que son los que mayoritariamente se apartan del régimen y de las instituciones.
Pese a que al-Sisi se ha manifestado varias veces muy irritado por la falta de modernización del discurso religioso por las negativas de las autoridades religiosas de Al-Azhar, lo cierto es que necesita ciudadanos piadosos y obedientes. Ante esta necesidad, la presión religiosa se acelera. Y no solo ella. La presión social es una parte fundamental porque de lo que se trata es de aumentar el control familiar por temor a verse señalados.
Esto ha sido así desde 2011, en los que ya se buscaba el control familiar de los jóvenes que protestaban en la calles contra el régimen de Mubarak. El nuevo régimen quiere restablecer el sistema de obediencia que queda manifiesto dentro del modelo islámico frente al de independencia, que se caracteriza más como "occidental". Lo mismo ocurre con los coptos, empeñados en el control de las familias porque estas, a su vez, son controladas desde las instituciones religiosas. La religión ofrece el modelo de obediencia y sumisión al poder. Es otro nuevo episodio  de lo que quedó claro en 2011, el conflicto generacional en unos países que se niegan a evolucionar hacia modelos sociales más abiertos y tolerantes con las diferencias.


El régimen de al-Sisi ha apostado claramente y desde el principio por el modelo de "un buen egipcio es un buen musulmán". Esta centralidad de la religión es reforzada por el parlamento, cuyos diputados mayoritarios se aprovechan del mismo principio para sus elecciones.
El foco del ateísmo rebelde, claro está es la juventud:

Hamroush said Al-Azhar's Bayan initiative is mainly focused on fighting atheists and atheist beliefs and ideologies on the internet.
"The initiative aims to build contacts with young people who espouse atheist beliefs on the interest, build a dialogue with them, and respond to their anti-religious ideas," said Hamroush.
Hamroush indicates that "most of the atheists raise sceptical questions on issues related to Islamic sharia and fundamental beliefs and the responsibility of the Bayan unit is to respond to these questions and refute any claims on Islamic sharia and the religion of Islam in general."
Al-Azhar's International Centre for Online Fatwas has said that since it launched the Bayan initiative it has received many atheist young people and held a fruitful dialogue with them.
"We can’t say that they are atheist youth, but they have sceptical questions about their religion (Islam), while some of them made contacts via the internet with some irreligious currents in the West," said the centre, adding that "it will continue holding such dialogue with many others, providing them with important books on moderate Islam and other religions."*

De nuevo, como señalamos, es Occidente el foco del ateísmo, junto a otros males contra Dios. Se trata de estigmatizar socialmente, convertir en peligros públicos, a aquellos que no aceptan el sistema. Lejos de ser una sociedad abierta, el régimen egipcio se hace cada vez más cerrado. No se trata solo de una labor de vigilancia del terrorismo; se trata de imponer un modelo único y de perseguir toda discrepancia. Es —lo hemos dicho muchas veces— el pensamiento que sale de la cabeza de un militar, es la unificación del cuartel, la uniformidad frente a la gestión de la diversidad y de la convivencia. El gen autoritario ha sido cultivado por selección.


Esto solo lleva a crear otros nuevos conflictos por lo que tiene tanto hacia el exterior (va contra los derechos humanos) como hacia el interior, pues inicia procesos y persecuciones. Al-Sisi está fabricando un régimen cada vez más intransigente en todos los órdenes de la vida. De esta forma está fabricando un nuevo radicalismo que se percibe a sí mismo como benevolente, paternalista, pero que no deja de ser autoritario e intransigente. Lo peor es precisamente que se ve a sí mismo como un bien, como una alternativa al caos, cuando es él mismo el que lo está produciendo. Crear una sociedad vigilantista e intransigente es jugar con fuego.
Es ahora a Al-Azhar a quien le interesa extender su influencia a través de la necesidad abierta por los millones de peligrosos ateos que inundan Egipto.  Se me quedó grabada hace tiempo una expresión del ministro de Dotaciones Religiosas, cuando dijo que "los egipcios eran religiosos por naturaleza". Explica la consideración del "ateo" como un "no egipcio", como cierta enfermedad que hay que curar o extirpar, llegado el caso.


* "Egypt MPs back Al-Azhar's new initiative to fight spread of atheism" Ahram Online 27/04/2019
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/330727/Egypt/Politics-/Egypt-MPs-back-AlAzhars-new-initiative-to-fight-sp.aspx

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.