Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La
muerte de la joven periodista Lyra McKee en Irlanda del Norte es el segundo desgraciado
aviso sobre el problema de la frontera al separarse Reino Unido del la Unión
Europea. Hasta los mismos implicados en las viejas reyertas están asustados por
las consecuencias que esto puede tener. El máximo temor es el carácter
incontrolado de la violencia, es decir, que no puedan controlar desde las
cabezas de los grupos lo que ocurre más abajo. Nadie sensato quiere regresar a
la situación de violencia que los mayores recuerdan pero que los jóvenes más
radicales pueden haber llegado a idealizar.
La
víctima ha sido una periodista que se limitaba a ejercer su profesión, pero los
periodistas suelen caer entre los primeros. Ni la víctima, ni quienes la
asesinaron tienen edad de haber conocido las muertes del conflicto irlandés.
McKee tenía 29 años y los dos detenidos, 18 y 19 años.
El fenómeno
de la este tipo de violencia idealizado lleva a un tipo de radicalismo que hace
preocuparse a todos por esa falta de control y de sentido político. Es acción
sin reflexión del alcance. Matar con 18 y 19 años es una especie de rito de
paso, un rito de sangre. Ir con pistola y encapuchado, disparar contra los
furgones, es un acto de autoafirmación que les ha salido caro a los dos
criminales. Pero alguien los convertirá en héroes y ellos acabarán dando por
bueno lo que otros aplauden. Es el sino de estos sucesos. El asesino,
supremacista blanco, que realizó la matanza de musulmanes en Nueva Zelanda
también tenía en mente su cofradía de asesinos anteriores, de héroes
malinterpretados, en cuyo panteón glorioso esperaba colocarse. Es la gran
cadena de la vileza criminal. Los hay que claman contra los delitos de
enaltecimiento del terrorismo y lo delitos de odio. Aquí se demuestra sus
perversos efectos, la siembra de la sangre cuyo fruto serán otros nuevos
crímenes.
En la
CNN se recoge la preocupación de que todo esto se esté produciendo como una
consecuencia colateral del Brexit, uno de cuyos puntos más conflictivos (del
que nadie habló), las fronteras "europeas" entre Irlanda y Reino
Unido en el Ulster:
A recent spate of violence in
Northern Ireland has raised fears that sectarian violence might be revived amid
ongoing concerns over the
effects of Brexit.
In January, a car bomb was detonated in Derry
in a suspected attack by the New IRA.
Many fear that Britain's departure from the
European Union will mean the reintroduction of border posts on the frontier
between Northern Ireland, part of the UK, and the Republic of Ireland, a
European Union member.
Border infrastructure was often targeted by
Irish nationalist paramilitaries during the "Troubles" -- the 40-year
sectarian conflict in which more than 3,500 people died.*
La sola mención del IRA nos trae viejas imágenes de
violencia. La cifra de 3.500 muertos es muy superior a las cifras de los
asesinatos de ETA en España, por citar otro conflicto sangriento y criminal,
que la entrada en Europa ayudó a calmar. No explicamos demasiado que la
pertenencia a la Unión ha calmado, resuelto en ocasiones, conflictos de esta
naturaleza fronteriza o de identidades. Por eso los movimientos antieuropeos,
de carácter nacionalista, están sirviendo para reavivar conflicto que deberían
estar solucionados.
Los conflictos con los movimientos secesionistas toman una
perspectiva nueva dentro de la Unión Europea, que actúa como contrapeso. La
Unión es un proyecto común que parte de la realidad histórica y pragmática de
los Estados que se adhieren como una unidad y no del romanticismo nacionalista
que liga la nación a la lengua, al suelo y a la sangre. Eso es lo que llevó al
desastre a Europa (y al mundo) durante siglos. El nacionalismo tuvo su tiempo y
dejó su reguero de sangre por todas partes, incluido el colonialismo, del que
Irlanda es una víctima evidente más.
El asesinato de la periodista, junto con la violencia
desatada, es un hecho que debería hacer reflexionar sobre lo que significan hoy
estos conflicto en una sociedad que aspira a la unidad y a la paz.
¿Resucitará el Brexit al IRA? Es probable. Reino Unido no
solo se separa, crea una frontera caliente en la que, como temen los analistas,
hay muchas probabilidades de que se reproduzca la vieja violencia, como ya ha
ocurrido.
Preocupa —vuelvo a ello— la extrema juventud de los
violentos y lo rápido que se ha llegado al primer asesinato. Es lo que ha
levantado las alarmas de que esta vez el crecimiento de la violencia pueda ser
rápido y muy descontrolado. Hoy hay muchos elementos que no había hace tiempo
para facilitar la conexión y actuación de los grupos violentos. Me refiero, claro
está, a las posibilidades de comunicación y organización, que establecen las
redes sociales en sus distintas variables. Su eficacia está ya probada en la
organización y actuación de los grupos violentos por todo el mundo. Eso podría
dar más intensidad y acelerar los problemas, haciendo difícil el control de las
situaciones.
La BBC recoge las expresiones de dolor y de preocupación de
políticos y dirigentes de todo el mundo:
Taoiseach (Irish Prime Minister) Leo Varadkar
said Ms McKee "changed lives" as a journalist and an activist and
would continue to do so.
"We stand with you as strong as your walls
and for as long as they stand," he added.
"This was an attack not just on one
citizen - it was an attack on all of us, our nation and our freedoms."
Former US President Bill Clinton said he was
"heartbroken".
Irish President Michael D Higgins signed a
condolence book at Belfast City Hall and said there was "outrage" in
Ireland.
"The loss of a journalist at any time in
any part of the world is an attack on truth itself," he said.
"The circumstances in which it happened -
the firing on a police force that are seeking to defend the peace process -
cannot be condoned by anybody."
The EU's chief Brexit negotiator, Michel
Barnier, tweeted that Ms McKee's killing was a "reminder of how fragile
peace still is in Northern Ireland".
"We must all work to preserve the
achievements of the Good Friday Agreement," he said.**
Es una muerte de una periodista, una muerte más absurda de lo habitual. Triste, indignante. Pero es también una señal
muy preocupante de lo que puede ocurrir cada día en estos tiempos revueltos y
con poco control sobre ellos. Es otro punto caliente en el planeta. Otra
muestra de lo complicado que es hoy entenderse. Es otro efecto
secundario del Brexit que sigue sin salir del vientre parlamentario británico.
Dicen que cuando muere un periodista se mata la verdad. No lo sé. Lo que sí esta claro es que esta muerte es completamente absurda en sí misma, pero reveladora del absurdo violento al que se encamina la zona. Luego es ya la lotería de la vida. Pero su muerte si tiene un doloroso sentido, la responsabilidad por el retroceso histórico emprendido.
Mis condolencias por
la pérdida de la joven periodista a sus compañeros, a la familia y a los irlandeses de bien de un
lado y de otro de una barrera que debería estar hace mucho tiempo desparecida.
* "Two
teenagers arrested in the killing of journalist Lyra McKee" CNN 20/08/2019
https://edition.cnn.com/2019/04/20/uk/lyra-mckee-two-men-arrested-gbr-intl/index.html
**
"Lyra McKee: Two teenage men arrested in connection with journalist's
killing" BBC 20/04/2019
https://www.bbc.com/news/uk-northern-ireland-47996258
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