viernes, 5 de abril de 2019

Redactores, traidores o la batalla de la redacción

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Lo que se cuenta y quién lo cuenta. La polémica crece en Estados Unidos sobre el informe elaborado por Robert Mueller sobre las cuestiones relacionadas con Donald Trump, Rusia y los posibles manejos conjuntos para lograr la victoria presidencial. La cuestión se centra en que, siguiendo el procedimiento, Mueller entregó el largo y detallado informe al fiscal general, Charles Barr, nombrado por Donald Trump. Tras leerlo, este realizó un breve resumen diciendo que no había indicios de ningún delito. La cosa se podría haber quedado ahí de no ser porque el clima de irritación fue creciendo ante el bloqueo de la información de informe en su totalidad. Los rumores sobre lo que el informe puede contener y la rapidez con la que Trump se dio por liberado de responsabilidades han tenido el efecto contrario. En vez de acallar rumores, los han multiplicados convertido en sospechas. Las excusas de que se debe proteger la seguridad y a terceros referidos en el informe ya no satisfacen a nadie, por lo que se ha montando persisten corriente de exigencia de que se haga público el informe sin "editar", es decir, sin que nadie altere la redacción, dejar el texto de Mueller intacto.
The Washington Post señala hoy mismo en su lugar preferente:

Revelations that special counsel Robert S. Mueller III’s still-confidential report may contain damaging information about President Trump ignited a fresh round of political fighting on Thursday, ushering in a new phase of the nearly two-year-old battle over the Russia probe.
Members of Mueller’s team have told associates they are frustrated with the limited information that Attorney General William P. Barr has provided about their investigation into Russian interference in the 2016 election and whether Trump sought to obstruct justice, according to multiple people familiar with the matter.
While Barr concluded the special counsel’s evidence was not sufficient to prove that the president obstructed justice, some of Mueller’s investigators have said their findings on obstruction were alarming and significant, one person with knowledge of their thinking said.*


La batalla que se esperaba se produce finalmente. Salvo cosas muy raras, la perderá Barr porque el informe, una vez puesto en duda la versión que ha hecho con su resumen de seis páginas, basta que salga un fragmento eliminado o tergiversado en contradicción con lo dicho por Barr en su documento editado para que salga todo a la luz porque entonces será imparable. El foco se desplazará entonces a la relación Trump-Barr, ya que se entenderá que Trump le nombró fiscal para que frenara el informe de Mueller. Esa consecuencia se producirá en cuanto salte la sombra de una sospecha.
Trump ha conseguido enturbiar la política nacional junto con la internacional. Su arte consiste en convencer a los suyos de que sufre una persecución por parte de los que ahora llama "socialistas", los demócratas, porque él es demasiado bueno para que ellos lo soporten. Recordemos aquellas declaraciones tras el encuentro con Barack Obama en las que dijo que el expresidente poco menos que le amaba, pero que era demasiado pudoroso para reconocerlo. Trump vive en su maloliente burbuja narcisista. Eso no va cambiar nunca porque lo produce él mismo, es su efecto tóxico. Lo malo es el efecto institucional que va a producir.
¿Cuánto tiempo tardará Estados Unidos en recuperarse de los estragos y heridas causados por Donald Trump? ¿Cuánto tiempo tardará en recuperar una parte del mundo la confianza en los Estados Unidos? Quizá muchos piensen que la política es pragmática y que el mundo se adaptará rápido. No lo creo.


Trump ha servido para ver las carencias del sistema, sus debilidades, el fraccionamiento de la sociedad norteamericana, lo fácil que es desbaratar lo que se ha tardado años en construir. Trump ha mostrado eso.
La cara positiva es que muchos se han dado cuenta y tratan de evitar la llegada de los demagogos. De hecho, el mundo se está defendiendo de Donald Trump. Así puede entenderse muchas de las reacciones de la Unión Europea al comprender que no se puede confiar en los Estados Unidos y, algo peor, que Trump y los que están detrás tienen un plan más agresivo para deshacer la Unión a través del apoyo a los populismos ultraderechistas.
Los principios estratégicos de Trump: Debilita a tus aliados para que te necesiten; abronca primero y abraza después a tus enemigos para controlarlos. Lo primero lo hace con Europa, lo segundo con Corea, por ejemplo. Jura admiración a los que después dejas tirados (Egipto y otros países árabes frente a Israel).
Trump lanzó las campanas al vuelo tras el informe positivo de Barr. Ahora puede que no esté tan contento porque las sospechas crecen a medida que se trata de evitar que el informe se haga público.
El analista de la  CNN, Elie Honig, un ex fiscal federal, escribe:

The Mueller report is coming. Attorney General William Barr notified Congress that he was "well along" in making redactions to the report, and expected to release the report by "mid-April, if not sooner."
But a big question remains: Just how much of Mueller's report will we see? Barr carves out several types of information that he might redact from it. On the uncontroversial end of the spectrum, Barr is in the process of redacting information about pending criminal investigations that Mueller has referred to other prosecutors -- Barr's confirmation of continuing investigations here is significant in its own right -- and sensitive intelligence materials. Such redactions are appropriate and necessary.
Then things get trickier. Barr says he will remove "information that would unduly infringe on the personal privacy and reputational interests of peripheral third parties."**


La nueva redacción establece una distinción en el informe: lo que se ve y lo que no se deja ver. Esta división hace que la necesidad de ver la parte que se oculta haga crecer el nivel de presión, mediática y política para poder sacarlo a la luz. Se ha pedido que se saque íntegro, sin retocar, y no con los retoques y omisiones. Esto no dejará a nadie contento, como señala el propio Honig.
El final del artículo de Honig en la CNN señala:

In the interest of transparency and public confidence in the Department of Justice, Barr should put away his redaction pen and disclose as much of Muller's report as possible. Anything less will raise one big question: What is Barr trying to hide?**

Es, en efecto, la credibilidad del sistema lo que está en juego. Es algo más allá del propio Trump y afecta y afectara a las instituciones estadounidenses. Las sospechas solo se resolverán con la publicación íntegra del informe. Si no hay nada que ocultar, como dice directamente Trump a los que le preguntan, el informe se habría dado a la luz porque las sospechas son muy graves. Pero si solo queda ese informe o la edición del resto para maquillar la realidad que revela, el problema pasará a un nivel distinto, con una importante crisis institucional que pondría bajo sospecha a dos instituciones esenciales, la presidencia y la Fiscalía General del Estado, dos poderes.
Cualquier redacción del texto dejará la pregunta de Elie Honig en el aire: ¿qué se trata de ocultar? La exigencia de la publicación íntegra crece. Aquí se puede aplicar aquello de "traductor, traidor" y "Lost in translation".



* "Potentially damaging information in Mueller report ushers in new political fight" The Washington Post 4/04/2019 https://www.washingtonpost.com/politics/potentially-damaging-information-in-mueller-report-ushers-in-new-political-fight/2019/04/04/10ea64f0-56f0-11e9-9136-f8e636f1f6df_story.html?utm_term=.1d2527d1ed31
** Elie Honig "What is Barr trying to hide?" CNN 4/04/2019 https://edition.cnn.com/2019/04/04/opinions/cross-exam-barr-redactions-elie-honig/index.html






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