sábado, 6 de abril de 2019

Viktor Orbán y la nueva cruzada

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Que debemos mirarnos en el espejo británico del Brexit es algo evidente. Lo que ya no tenemos tan claro es qué tipo de espejo es este, si uno normal o uno de esos de las viejas ferias, un espejo deformante que nos devuelve una silueta distorsionada.
Hay divergencia en los analistas sobre el llamado "caos" del Brexit. Para unos es un serio aviso de peligro de lo que puede ocurrir si no se toman medidas, para otros ha tenido solo una ventaja, mostrar los efectos negativos para el propio país. No se escucha ya una sola voz que hable de las ventajas del Brexit. Los que ganaron con argumentos falaces no han encontrado más que el circular "Brexit is Brexit" en el que se ha encastillado y del que no salen a dar explicaciones. Se ha comprobado que aquellas llamadas a combatir a la "nueva versión de la Alemania nazi", que aquellos cuantiosos millones que Reino Unido iba a ingresar cada semana por salir de la Unión Europea, etc., no han vuelto a ser mencionados. Discreto silencio.


Mientras en el otro extremo de Europa, en Hungría, el sancionado Viktor Orbán compara a la Unión Europea con la Unión Soviética y deja en pañales al ultraderechista y nacionalista Vox, con sus proclamas anti inmigración, hablando de conspiración de las autoridades europeas para acabar con la civilización cristiana. Repaso mentalmente los Evangelios para intentar recordar dónde se encuentran los pasajes que dicen que no hay que ayudar a quien lo necesita y en qué Concilio se abolió la caridad cristiana. Pero Urbán debe ser más erudito y más leído que yo (que todos) en estas cosas de la civilización cristiana.
El artículo que Euronews le dedica a su plan para las elecciones europeas no tiene desperdicio en cuanto a sus propuestas:

El primer ministro húngaro se presenta con una propuesta radicalmente antiinmigratoria a las europeas. Su programa se basa en dejar de ayudar a las ONG, reforzar la defensa en las fronteras y promover una mayoría antiinmigratoria en las instituciones comunitarias. Viktor Orbán ha criticado que la Comisión Europea esté dirigida por un grupo de élite. Para él la UE ha perdido la conexión con la gente.
Viktor Orbán ha destacado: "así que esta es la situación: los líderes de la "Burbuja" de Bruselas... son esos políticos y grupos de interés cuyo objetivo es demoler la supremacía de la cultura cristiana europea. Hacen esto - y no es un secreto en absoluto - para hacer retroceder al cristianismo ante la enorme cantidad de inmigrantes. En línea con la destrucción del cristianismo, las naciones también pueden ser destruidas''.
El primer ministro húngaro ha comparado el plan de Bruselas con el de la Unión Soviética. Ha apuntado que Bruselas pretende imponerse por encima de las naciones. También ha criticado al Partido Popular Europeo por suspender su acuerdo con el Fidesz. Orbán espera que los populares dejen de girar a la izquierda después de las europeas.
Las elecciones al Parlamento Europeo de este año no tienen que ver con la confrontación de los partidos tradicionales, ha dicho Viktor Orbán en la inauguración de la campaña del Fidesz. Esta es la lucha de las fuerzas anti-inmigrantes y pro-inmigrantes, ha señalado, y ha añadido que ahora están en juego: nuestra cultura y nuestra herencia cristiano europea.*



Evidentemente algo falla en el planteamiento para que dentro de la Unión Europea se puedan dar este tipo de propuestas y sean mayoritarias. Entre que salgan los británicos y que se queden los húngaros, no sé qué es peor.
Orbán es la segunda forma de destrucción de Europa. Lo hace, además desde una perspectiva perversa y engañosa: su defensa de la "cultura cristiana", que confunde interesadamente con la convivencia o presencia de personas de otras confesiones. También el nacionalismo inglés ha convertido sus cruces en espadas y juega la baza de la xenofobia y el racismo, si bien se lo ha aplicado a los europeos. Urbán ha tenido la astucia de ponerse sotana preconciliar como traje de batalla.
Lo que propone Orbán es el "Estado islámico" en versión inquisitorial. No es cristianismo lo suyo, como no lo es lo de Putin. Es simplemente el uso retorcido de la fe de la gente para lanzarlos contra los otros. La ofensiva va más allá de pasaportes y fe. Se ataca, como en Rusia, a los homosexuales y al feminismo, como hacen los de Vox aquí y sus equivalentes en diferentes países.


La nueva cruzada política tiene tres frentes: los inmigrantes, las mujeres (a las que se quiere encerrar en una forma rancia en sus papeles tradicionalistas) y los grupos LGTB, a los que también se considera como enemigos de Dios y parte de la conjura para acabar con el pensamiento cristiano. Como ha ocurrido en Estados Unidos y en otros países, la alianza de las fuerzas oscuras absorbe el cristianismo, convirtiéndolo otra vez en pastoreo político, olvidando precisamente los procesos de la modernidad que llevaron a que tuviera su papel social más extenso. Es el regreso a las formas medievales en las que la autoridad religiosa compite con las fuerzas sociales desde el dogmatismo de una verdad incuestionable y superior.
Estamos asistiendo a un proceso similar al que se produjo en el mundo musulmán tras la revolución iraní. Ante el temor a que se movieran las sillas y tronos, las fuerzas más retrógradas empezaron a financiar los movimientos políticos para hacerse con el poder o evitar perderlo. Los países más progresistas y que habían logrado instalar un socialismo laico tras la descolonización se vieron arrastrado por los movimientos integristas que penetraban desde l base y se infiltraban en los distintos grupos sociales (sindicatos, cofradías, ministerios, medios, hospitales, ejércitos, etc.) para hacerse con su control. La consecuencia final es el Estado Islámico en donde los grupos buscan crear su propio estado, fundar un espacio controlado, un califato.


El papel que los grupos evangelistas de los Estados Unidos están jugando en Europa es algo similar. Los estudios sobre la financiación de los grupos ultranacionalistas, que son los que están —como Orbán— tratando de destruir la Unión Europea, deja ver la entrada de dinero en Europa. Este dinero les ha llegado también desde la Rusia de Putin, como es sabido desde hace mucho tiempo. Por Moscú han pasado Farage y LePen, al igual que han pasado por la Torre Trump antes del Brexit. El primero en pasar por la Torre Trump fue, recordémoslo, Nigel Farage, el líder del ultranacionalista UKIP, que lideró la salida de Reino Unido. Las visitas de Steve Bannon a Europa tienen la función de unir a todo ellos en un frente común.
¿Podemos imaginar una Europa, rota la Unión, liderada cada una de las piezas resultantes por el extremismo nacionalista, reclamando fronteras, cerrándolas, practicando la xenofobia, etc.? Pues alguien sí lo ha hecho, alguien tiene en mente que el caos del Brexit, su fractura social y económica, tenga efecto. Hace mucho tiempo que las señales están delante de nosotros.
La idea de que son los propios gobiernos europeos los que están echando la culpa a Europa de sus propios errores empieza a ser un hecho. Llevamos mucho tiempo señalando que se pasó del encendido europeísmo a usarla según conveniencia del momento. De eso son culpables casi todos los países. Y eso ha servido para crear el ambiente adecuado para la llegada de los anti europeos.


El discurso de Viktor Orbán es impresentable. Pero es bueno que se descubra. Es bueno y debe servir de ejemplo de lo que ocurre. Hoy Hungría es un ejemplo de ver cómo ocurren los ataques a la democracia recortando las libertades y crenado el victimismo heroico, el que le permite levantar la espada flamígera contra los que llegan de fuera o contra los descreído, los "modernos" que atacan "la nación" y "sus sagradas tradiciones".
¿Por qué se ha producido un crecimiento tan rápido de lo que hasta ahora eran grupos marginales, alejados de las posibilidades de gobernar? Evidentemente se han cometido muchos errores, como el de David Cameron, que será recordado por los tiempos de los tiempos. Pero también es cierto que los errores no explican muchas otras cuestiones. Estos grupos empezaron a agruparse y a financiarse. Les llegaba (y les llega) dinero del exterior, han utilizado los medios que han sido creados para la agitación. Comparten tácticas y plataformas. Lo que parecía paranoia, se ha demostrado que no lo era tanto. Hasta hace muy poco tiempo pensar en una "trama rusa" para favorecer la elección de un candidato a la presidencia de los estados Unidos era argumento para la "política ficción". Hoy prácticamente todo el mundo lo da por hecho. Los partidos extremos son financiados desde Venezuela (un hecho comprobado) o desde Irán (otro hecho comprobado). Los que tienen posibilidades de desestabilizar un país saben dónde pueden ir.
Las noticias de hoy sobre los conflictos con grupos de inmigrantes en la frontera griega confirman que los que buscan refugio están siendo manipulados por informaciones falsas, por falsos rumores, desde Twitter. Alguien sabe lo que hace, sabe dónde tirar la cerilla para que hoy tengamos la foto del fuego en los medios.


Algo similar ocurrió en Italia con las noticias falsas sobre inmigración, con datos manipulados. Fue útil para darle el gobierno a Salvini y los suyos. La proximidad de las elecciones europeas van a provocar noticias como la de Grecia. Allí donde haga falta, se crearán los conflictos necesarios para crear una opinión pública recelosa de los refugiados. Trump lo hace con el narcotráfico, los violadores, ladrones, etc. En España conocemos bien desgraciadamente estos golpes de efecto a pocas horas de las elecciones. Los atentados del 15-M se hicieron tres de días antes de las elecciones generales. Sus efectos son conocidos.
Habrá que estar preparados, atentos a los rumores, a las noticias falsas y a las provocaciones que, mucho me temo, ocurrirán en los días previos a las votaciones europeas. Hoy se hace la guerra y la política en estos términos. La democracia es demasiado frágil porque no está pensada para estas circunstancias. Pero la mayor debilidad, como se dice del diablo, es pensar que los planes no existen.



* "El primer ministro húngaro presenta su plan antiinmigrantes para las elecciones europeas" Euronews 5/04/2019 https://es.euronews.com/2019/04/05/el-primer-ministro-hungaro-presenta-su-plan-antiinmigrantes-para-las-elecciones-europeas





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