Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La vida
son los pequeños detalles. Hay grandes palabras, grandes hechos, pero no suelen
ser los que llenan el 99% de nuestra vida. Al menos no para las personas normales.
Por ello, el hecho de que podamos vivir una vida cotidiana con normalidad,
entendiendo por esta el hecho de no tener que estar midiendo cualquier cosa que
se haga, es importante para las personas. Puedes distanciarte de las grandes
cosas, pero no de las pequeñas.
Egipto
no es el lugar donde todo empezó,
como dice la campaña publicitaria y nos recuerda el meteorólogo de la CNN, pues
es su patrocinador. Es más bien el lugar donde nada acaba. Habría que preguntárselo,
si no, a la cantante, a la estrella egipcia Sherine.
Recordarán
—lo ponemos como ejemplo de absurdo con frecuencia— el caso de su observación
chistosa en un concierto sobre "no beber agua del Nilo", pese a la
recomendación de una popular canción. A Sherine se le ocurrió contestar en
broma sobre los parásitos (un hecho comprobado e histórico, que ya muestran
hasta las momias) y preferir el agua embotella. Todo ello le llevó a los
tribunales, denunciada por los patriotas abogados que defiende el honor de
Egipto de todo lo que haga falta. Hasta el presidente del Sindicato de músicos tuvo que
intervenir, no para defenderla, como parecería su obligación, sino para
condenarla y prohibirle actuar.
Pues la
pobre Sherine ha vuelto a "recaer". Como egipcia mordaz que es, se le ha escapado
otro comentario tonto, de esos que decimos cada día sin demasiada intención, y la fuerza del fanatismo patriótico ha vuelto a caer
sobre ella. El diario estatal Ahram Online titula Popstar Sherine Abdel-Wahab
in hot water again for comments 'insulting Egypt'" y nos cuenta las nuevas
osadías:
Egyptian pop-singer Sherine Abdel-Wahab is in
hot water again over statements during a New Year concert, which prolific
lawyer and litigator Samir Sabry has described as “offensive to Egypt”.
On Saturday, Samir Sabry filed a legal
complaint with the general prosecutor against Abdel-Wahab for her statements
during the concert when she mumbled the words “it's such a waste that I live in
Egypt.”
Abdel-Wahab was not available for comment;
however her husband, Hossam Habib, also a well-known singer, said in press
statements that she was pointing out a sound malfunction during the concert
which cut off her mike, due to the presence of multiple mirrors on stage which
affected the sound.
Sabry, who is a lawyer well-known for filing
legal complaints about statements or appearances by high-profile figures he
deems as unpatriotic or “inciting debauchery”, said that Abdel-Wahab insulted
Egypt through her statements, “thinking she was funny; however, if she
[Abdel-Wahab] only knew that she is the silliest…of vicious characters, she
wouldn’t have insulted the great Egypt.”
He said that Abdel-Wahab had not learnt her
lesson, pointing at a 2016 case which saw the entertainer facing jail terms
over statements perceived as offensive to the country.
Abdel-Wahab was originally sentenced in
absentia to six months in prison in February 2018 over statements she made in
August 2016 about the existence of the bilharzia parasite in the Nile.
She didn’t serve a jail term due to a pending
appeal and subsequent acquittal in May of that year.*
Egipto ha pasado de ser un régimen autoritario a ser un
régimen autoritariamente absurdo. Que personajes como el leguleyo estrella
Samir Sabry se dedique a hacer méritos y acumular elogios como defensor del
honor egipcio es un rasgo que convierte al régimen de al-Sisi en una opereta
cómica, que era lo que le faltaba.
¿Explicará alguien a Sabry —si es que es posible— que quien
está mancillando el nombre de Egipto, convirtiéndolo en motivo de chiste, es
él? ¿Se puede vivir en un país en el que el fascismo patriótico se ha
convertido en juez de las personas amargándoles la vida en sus detalles más pequeños?
Cada día son más detalles sobre la obsesión juzgadora y condenatoria
del sector fanático nacionalista. Les están haciendo un gran favor al otro sector
fanático, los islamistas, que ven cómo se acumula el desprestigio sin necesidad
de que muevan un dedo. La reciente afirmación de que los Hermanos Musulmanes
estaban detrás de las manifestaciones de los "chalecos amarillos" en
Francia es una de las mayores estupideces políticas del año 2018, y eso que
Trump mantiene el listón muy alto.
Uno y otro día, las noticias de Egipto son similares. Me
imagino que muchos vivirán en la paranoia de no saber si están siendo
escuchados en cualquiera de sus palabras y denunciados, por una queja, como "enemigos
de Egipto". La intransigencia, el fanatismo político es el resultado de un
régimen que lo está potenciando por temor a que la calle se la tomen los
islamistas. Pues si esta era el final de la hoja de ruta hacia la democracia.
Lo que expresó en su enfado Sherine, son muchos los egipcios
que lo piensan, aunque se cuiden mucho de decirlo cerca de aquellos de quienes
ya no se pueden fiar, tal como ocurrió en la Alemania nazi o en la Rusia
soviética. ¿Se puede vivir así, realmente?
Pero lo peor es la afirmación del infame y patriótico Samir Sabri
de que Sherine no "aprendió" de lo ocurrido anteriormente gracias a
su denuncia. ¿Es Sabri el "maestro egipcio"? ¿Es él quien representa
ese "gran Egipto" del que habla? ¿O representa lo peor de él, la
intolerancia, la vigilancia sobre los otros, el dogmatismo, el narcisismo?
A veces los países viven épocas de crisis, pero la egipcia
se está extendiendo y, algo peor, algunos están tomando los defectos como
virtudes. El camino de la intimidación acaba convirtiéndose en una trampa para
quienes lo practican. Es interesante que se hable del abogado de la espada
flamígera Samir Sabry, pero no exista una sola palabra de condena en las varias
informaciones de la prensa. Citan sus palabras pero nadie se atreve a
contradecirle.
El hecho de que las denuncias sean aceptadas por la fiscalía
y prosperen en condenas, como ocurrió anteriormente es una maniobra bien
estudiada y frecuente. Se denuncia desde la base, por lo que se mantiene la idea
de que no es el gobierno quien está detrás, sino que son iniciativas populares.
Posteriormente se les condena para finalmente indultarlas si se portan bien.
Es es un patrón de actuaciones que hace quedar a los que indultan como muy
liberales y generosos y, especialmente, hace que están en deuda con ellos. Es
frecuente que tras llenar las cárceles, el presidente al-Sisi, con motivo de
alguna celebración, muestre su generosidad con indultos. Es la forma de
reciclar la contestación y evitar las protestas. El que ha sido indultado no
vuelve a abrir la boca. La primera se le pasa; la segunda, no.
julio 2013 |
Curiosamente, Sherine fue una de las primeras artistas en lanzarse a la moda de canción patriótica, en 2013, tras la caída de Mohamed Morsi y el gobierno de la Hermandad. Quizá el hecho de que no fuera más allá o de que saliera de Egipto con su familia poco después debido a la inestabilidad, como recogió la prensa entonces, en 2013, se lo esté haciendo pagar alguien. La lucha por el monopolio de patriotismo es realmente encarnizada en Egipto.
Veremos qué ocurre con Sherine en esta su segunda vez.
Nuestra solidaridad es con ella. Es Sherine, como artista, la que prestigia con
su arte a Egipto. Quien lo insulta es el letrado Samir Sabry, una losa para
Egipto y un pésimo ejemplo y la peor promoción posible.
*
"Popstar Sherine Abdel-Wahab in hot water again for comments 'insulting
Egypt'" Ahram Online 5/01/2019
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/321222/Egypt/Politics-/Popstar-Sherine-AbdelWahab-in-hot-water-again-for-.aspx
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