Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
De sorpresa
en sorpresa, Egipto se mueve entre los grandes discursos y la trivialidad.
Encerrado en sus propias fantasías, con una forma unilateral de ver la realidad
o de no verla, Egipto ofrece titulares insólitos que alimentan la controversia
ciudadana, que discute con virulencia las cosas más insólitas y pasa por alto
lo más esencial. Todo se discute menos lo indiscutible y lo indiscutible es el
poder.
Algunos
van a la explicación global de la distracción como otros recurren a la
conspiración, es decir, al misterio, a lo imaginado antes que lo visto, a la
ventana cerrada que permite imaginarlo todo frente a la aburrida ventana
abierta que nos muestra, como decía el poeta Charles Baudelaire, el mismo
panorama uno y otro día. La gente pasa, las pirámides quedan. Y dentro los
faraones.
Las sorpresas
de lo cotidiano que hoy nos deja Egipto tienen el mérito de ser eso, sorpresas.
El listón está muy alto, solemos decir. Por eso, cualquier sorpresa es un ir
más allá de aquello a lo que estamos acostumbrados.
Leemos
en el diario estatal Ahram Online:
Egypt's President Abdel-Fattah El-Sisi has
issued a directive that all unpainted buildings in the country built in red
brick must be painted on all four sides using a unified colour scheme, Al-Ahram
Arabic news website reported.
On Thursday, Prime Minister Mostafa Madbouly
held a meeting with the country's governors where he said that Egypt's
ubiquitous red brick buildings convey an "uncivilised" image.
The prime minister added that there will be
periodic follow-ups on the situation, and that failure to adhere to the
directive can result in legal action.
Egypt is littered with thousands of unpainted
red brick buildings in both urban and rural areas.*
Tiene algo de cuento tradicional, algo como "Y el Rey
ordenó que todos los varones zurdos del reino usaran la mano derecha..." o
"Su Majestad ordenó a sus funcionarios que recorrieran el Reino comprobando
que sus súbditos le amaban..." o algo así. Quizá tenga algo del Woody
Allen de Bananas, su película sobre los dictadores a lo Fidel Castro, que al
día siguiente de llegar al poder exigen que todo el mundo hable sueco.
Con los enormes problemas que tiene Egipto, el "problema"
de los edificios de ladrillo no parece prioritario. Quizá el presidente ha
vuelto tan enfadado después de su fiasco en Estados Unidos con la entrevista en
la cadena CBS, en el programa "60 minutes", que ha decidido que la
culpa la tenían las casas sin pintar que, como ha dicho el siempre presto a
resolver primer ministro, Mostafa Madbouly, transmite una imagen
"incivilizada", como se nos dice.
¿Otro despropósito? Pues sí. Y sobre todo otro autoengaño:
¿cree realmente el régimen egipcio que lo que le hace parecer
"incivilizado" son los ladrillos sin pintar de los edificios? Lo que
le han dicho en la CBS no tiene nada que ver con los ladrillos pintados o sin
pintar, sino con lo "poco civilizado" que supone ser dictador (se lo
preguntaron o más bien dijeron, porque no fue exactamente una
"pregunta"), tener presos políticos (¿quién le ha informado?,
preguntó negándolo) o los muertos en las manifestaciones (el pueblo me lo
pidió, fue su contestación).
Pero este es el tipo de gestos que al gobierno le gusta, los
que dan la impresión de un "gran cambio", algo que entre por los ojos
y que se pueda apreciar desde las ventanas del palacio presidencial. La media,
creo que es obvio, es "militarista", salida de la mente de alguien
que sigue viendo el país como un cuartel y que avisa que pasará revista a todos
a las seis de la mañana.
Los medios se llenan de noticias "positivas",
aunque muy dudosas. Se trata de allanar el futuro de su prolongación presidencial. Ya no se puede hablar siquiera de
"reelección", porque si se amplían de 4 a 6 años y se aumenta el
número de posible ampliaciones de mandatos, al-Sisi estará en disposición de
batir el récord de Mubarak de 30 años de glorioso reinado hasta que haya
cumplido su meta tener todos los edificios pintados.
Pero lo que ha tenido en estos días revueltos a los egipcios
realmente es el caso del abrazo, también con intervención de las más altas autoridades.
Pongo en antecedentes a todos aquellos a los que no les haya llegado esta
noticia trascendente. Hace unos días, la prensa egipcia sorprendía al país con
titulares como este de Egyptian Streets, "Azhar Student Expelled for Hugging
Her Fiancé". Y explicaba:
Last week, Al-Azhar University decided to
dismiss one of its student after a video of a student hugging her fiance inside
the Mansoura University campus in Delta Egypt went viral, however the
disciplinary committee gave her the opportunity to appeal the decision after
they were criticized.
Azhar University spokesman Ahmed Zarei revealed
in a statement to the BBC that a disciplinary council had decided to expel the
student, who is studying at the Faculty of Arabic Language at the university
branch in Mansoura, after an investigation.
“The expelled student now has the right to
appeal the university’s decision before a high disciplinary board,” he told
Ahram Online on Sunday. Zarei added that she can now settle for a lesser
punishment.
The video circulated social media websites
where a student at the Faculty of Law in Mansoura University hugs the student
after proposing to her. The young man shows up and surprised the girl with
roses.
Zarei said that Al-Azhar University is a
religious and educational institution “and what the girl did is contrary to the
ethics of religion and society as well as our traditions in Egypt.”
Al-Azhar University President Mohammad
al-Maharsawi said in a press statement that what the girl did was “a complete departure
from all the Azhar, community and university values.”**
Sí... Un estudiante lleva a su novia unas flores, le pide
matrimonio, ella acepta y se abrazan. Habrá millones de vídeos de este tipo por
YouTube, pero esto es Egipto, el país que se ha ofrecido como segunda casa a al
príncipe saudí; es el Egipto más saudí
que la propia Arabia Saudí, como sigan así.
No hace mucho contamos la expulsión de una profesora
universitaria por poner un vídeo en la red en el que se veía bailando en la
terraza de su casa. Egipto es el país "ejemplar", es decir, donde
todo es mal ejemplo. Abrazar con alegría a quien te pide matrimonio va, nos
dicen, contra la "ética de la religión y de la sociedad y contra las
tradiciones de Egipto". ¿Es posible? ¿Lo dice la misma institución que
sostiene en una fatwa que se pueden tener relaciones sexuales con el cadáver de
la esposa?
Egipto, como tantas veces, se divide en dos: los que dicen
que la medida es desproporcionada y los que se rasgan las vestiduras ante la
profanación del cuerpo que supone el abrazo. El gran imán ha pedido que no se
sea demasiado severo con la joven, ha sido por su inexperiencia, por su
debilidad, no habido —aprecia— un deseo malvado en ello.
Entre la orden de que se pinten todos los edificios para no
parecer incivilizados y la civilizada medida de civilizar a la joven expulsándola
de por perturbar la decencia, la moral, la ética, etc. del país hay un fondo
autoritario que responde al mismo patrón. Es la incapacidad de gestionar
diferencias, el deseo obsesivo de control de los demás, de sentirse poderosos
restringiendo las libertades o el deseo de ser diferentes. Los dos casos
proceden del mismo pecado capital, la incapacidad de ponerse en lugar de los
otros e imponer la visión propia del mundo.
En casi cualquier lugar del mundo, como ocurrió entre los
presente, la gente habría aplaudido divertida el momento de la petición. Pero
están los vigilantes dispuesto no a salvar tu alma, que es cosa divina, sino a
condenar tu cuerpo, tu vida, tus ilusiones, que esas sí están en manos de los
hombres. Nada hay más terrible que la intransigencia de los que solo tienen una
visión del mundo y quieren imponerla a todos.
El retroceso egipcio es terrible, incluso saliendo de un
régimen como el de Mubarak, que dejaba de lado muchas cosas mientras no le
molestaran directamente. Pero en este régimen están compitiendo varias formas
de autoritarismo visionario que hacen cada vez más difícil, más angustioso simplemente
vivir. Como ocurrió en los 80 con el regreso de los que venían de los países
del Golfo, se ha producido un estrechamiento de miras, una reducción de las
libertades, no ya por las leyes, sino por la dictadura social, la vigilancia de
todos y la presión sobre cualquiera que diga o haga algo que no guste a los
autoproclamados portavoces de Dios, de la Historia o del Estado.
Un día te condenan por decir un chiste sobre el Nilo, otro
porque no les ha gustado tu falda en la alfombra roja, otro porque han ondeado
una bandera, otro por... hoy por manifestar alegría. No son cuestiones políticas, es la tiranía en lo
cotidiano, la dictadura del día a día que te obliga a pensar todo antes de
hablar o de hacer, que reprime la espontaneidad del abrazo y te convierte en
enemigo de la moral, en ofensa contra las costumbres, cuando la más extendida
es la del acoso. Han pasado décadas hasta que la Universidad de Al-Azhar hizo
un manifiesto diciendo que el acoso callejero no era admisible, pero han pasado
unas horas para expulsar de sus aulas a quien vive su vida, sin hacer mal a
nadie, con alegría, sin maldad alguna.
¿Qué te hace parecer más "incivilizado", los ladrillos y los abrazos o el control de todo? Para los puros no hay más pureza que la suya. No se
arrancarán nunca el ojo; se los arrancarán a los demás.
*
"Presidential order requires Egypt's red brick buildings be painted"
Ahram Online 17/01/2019
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/321933/Egypt/Politics-/Presidential-order-requires-Egypts-red-brick-build.aspx
**
"Azhar Student Expelled for Hugging Her Fiancé" Egyptian Streets
13/01/2019
https://egyptianstreets.com/2019/01/13/azhar-student-expelled-for-hugging-her-fiance/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.