viernes, 18 de enero de 2019

Ladrillos y abrazos

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
De sorpresa en sorpresa, Egipto se mueve entre los grandes discursos y la trivialidad. Encerrado en sus propias fantasías, con una forma unilateral de ver la realidad o de no verla, Egipto ofrece titulares insólitos que alimentan la controversia ciudadana, que discute con virulencia las cosas más insólitas y pasa por alto lo más esencial. Todo se discute menos lo indiscutible y lo indiscutible es el poder.
Algunos van a la explicación global de la distracción como otros recurren a la conspiración, es decir, al misterio, a lo imaginado antes que lo visto, a la ventana cerrada que permite imaginarlo todo frente a la aburrida ventana abierta que nos muestra, como decía el poeta Charles Baudelaire, el mismo panorama uno y otro día. La gente pasa, las pirámides quedan. Y dentro los faraones.
Las sorpresas de lo cotidiano que hoy nos deja Egipto tienen el mérito de ser eso, sorpresas. El listón está muy alto, solemos decir. Por eso, cualquier sorpresa es un ir más allá de aquello a lo que estamos acostumbrados.
Leemos en el diario estatal Ahram Online:

Egypt's President Abdel-Fattah El-Sisi has issued a directive that all unpainted buildings in the country built in red brick must be painted on all four sides using a unified colour scheme, Al-Ahram Arabic news website reported.
On Thursday, Prime Minister Mostafa Madbouly held a meeting with the country's governors where he said that Egypt's ubiquitous red brick buildings convey an "uncivilised" image.
The prime minister added that there will be periodic follow-ups on the situation, and that failure to adhere to the directive can result in legal action.
Egypt is littered with thousands of unpainted red brick buildings in both urban and rural areas.*


Tiene algo de cuento tradicional, algo como "Y el Rey ordenó que todos los varones zurdos del reino usaran la mano derecha..." o "Su Majestad ordenó a sus funcionarios que recorrieran el Reino comprobando que sus súbditos le amaban..." o algo así. Quizá tenga algo del Woody Allen de Bananas, su película sobre los dictadores a lo Fidel Castro, que al día siguiente de llegar al poder exigen que todo el mundo hable sueco.
Con los enormes problemas que tiene Egipto, el "problema" de los edificios de ladrillo no parece prioritario. Quizá el presidente ha vuelto tan enfadado después de su fiasco en Estados Unidos con la entrevista en la cadena CBS, en el programa "60 minutes", que ha decidido que la culpa la tenían las casas sin pintar que, como ha dicho el siempre presto a resolver primer ministro, Mostafa Madbouly, transmite una imagen "incivilizada", como se nos dice.
¿Otro despropósito? Pues sí. Y sobre todo otro autoengaño: ¿cree realmente el régimen egipcio que lo que le hace parecer "incivilizado" son los ladrillos sin pintar de los edificios? Lo que le han dicho en la CBS no tiene nada que ver con los ladrillos pintados o sin pintar, sino con lo "poco civilizado" que supone ser dictador (se lo preguntaron o más bien dijeron, porque no fue exactamente una "pregunta"), tener presos políticos (¿quién le ha informado?, preguntó negándolo) o los muertos en las manifestaciones (el pueblo me lo pidió, fue su contestación).
Pero este es el tipo de gestos que al gobierno le gusta, los que dan la impresión de un "gran cambio", algo que entre por los ojos y que se pueda apreciar desde las ventanas del palacio presidencial. La media, creo que es obvio, es "militarista", salida de la mente de alguien que sigue viendo el país como un cuartel y que avisa que pasará revista a todos a las seis de la mañana.

Los medios se llenan de noticias "positivas", aunque muy dudosas. Se trata de allanar el futuro de su prolongación presidencial. Ya no se puede hablar siquiera de "reelección", porque si se amplían de 4 a 6 años y se aumenta el número de posible ampliaciones de mandatos, al-Sisi estará en disposición de batir el récord de Mubarak de 30 años de glorioso reinado hasta que haya cumplido su meta tener todos los edificios pintados.
Pero lo que ha tenido en estos días revueltos a los egipcios realmente es el caso del abrazo, también con intervención de las más altas autoridades. Pongo en antecedentes a todos aquellos a los que no les haya llegado esta noticia trascendente. Hace unos días, la prensa egipcia sorprendía al país con titulares como este de Egyptian Streets, "Azhar Student Expelled for Hugging Her Fiancé". Y explicaba:

Last week, Al-Azhar University decided to dismiss one of its student after a video of a student hugging her fiance inside the Mansoura University campus in Delta Egypt went viral, however the disciplinary committee gave her the opportunity to appeal the decision after they were criticized.
Azhar University spokesman Ahmed Zarei revealed in a statement to the BBC that a disciplinary council had decided to expel the student, who is studying at the Faculty of Arabic Language at the university branch in Mansoura, after an investigation.
“The expelled student now has the right to appeal the university’s decision before a high disciplinary board,” he told Ahram Online on Sunday. Zarei added that she can now settle for a lesser punishment.
The video circulated social media websites where a student at the Faculty of Law in Mansoura University hugs the student after proposing to her. The young man shows up and surprised the girl with roses.
Zarei said that Al-Azhar University is a religious and educational institution “and what the girl did is contrary to the ethics of religion and society as well as our traditions in Egypt.”
Al-Azhar University President Mohammad al-Maharsawi said in a press statement that what the girl did was “a complete departure from all the Azhar, community and university values.”**


Sí... Un estudiante lleva a su novia unas flores, le pide matrimonio, ella acepta y se abrazan. Habrá millones de vídeos de este tipo por YouTube, pero esto es Egipto, el país que se ha ofrecido como segunda casa a al príncipe saudí; es el Egipto más saudí que la propia Arabia Saudí, como sigan así.
No hace mucho contamos la expulsión de una profesora universitaria por poner un vídeo en la red en el que se veía bailando en la terraza de su casa. Egipto es el país "ejemplar", es decir, donde todo es mal ejemplo. Abrazar con alegría a quien te pide matrimonio va, nos dicen, contra la "ética de la religión y de la sociedad y contra las tradiciones de Egipto". ¿Es posible? ¿Lo dice la misma institución que sostiene en una fatwa que se pueden tener relaciones sexuales con el cadáver de la esposa?


Egipto, como tantas veces, se divide en dos: los que dicen que la medida es desproporcionada y los que se rasgan las vestiduras ante la profanación del cuerpo que supone el abrazo. El gran imán ha pedido que no se sea demasiado severo con la joven, ha sido por su inexperiencia, por su debilidad, no habido —aprecia— un deseo malvado en ello.
Entre la orden de que se pinten todos los edificios para no parecer incivilizados y la civilizada medida de civilizar a la joven expulsándola de por perturbar la decencia, la moral, la ética, etc. del país hay un fondo autoritario que responde al mismo patrón. Es la incapacidad de gestionar diferencias, el deseo obsesivo de control de los demás, de sentirse poderosos restringiendo las libertades o el deseo de ser diferentes. Los dos casos proceden del mismo pecado capital, la incapacidad de ponerse en lugar de los otros e imponer la visión propia del mundo.
En casi cualquier lugar del mundo, como ocurrió entre los presente, la gente habría aplaudido divertida el momento de la petición. Pero están los vigilantes dispuesto no a salvar tu alma, que es cosa divina, sino a condenar tu cuerpo, tu vida, tus ilusiones, que esas sí están en manos de los hombres. Nada hay más terrible que la intransigencia de los que solo tienen una visión del mundo y quieren imponerla a todos.
El retroceso egipcio es terrible, incluso saliendo de un régimen como el de Mubarak, que dejaba de lado muchas cosas mientras no le molestaran directamente. Pero en este régimen están compitiendo varias formas de autoritarismo visionario que hacen cada vez más difícil, más angustioso simplemente vivir. Como ocurrió en los 80 con el regreso de los que venían de los países del Golfo, se ha producido un estrechamiento de miras, una reducción de las libertades, no ya por las leyes, sino por la dictadura social, la vigilancia de todos y la presión sobre cualquiera que diga o haga algo que no guste a los autoproclamados portavoces de Dios, de la Historia o del Estado.


Un día te condenan por decir un chiste sobre el Nilo, otro porque no les ha gustado tu falda en la alfombra roja, otro porque han ondeado una bandera, otro por... hoy por manifestar alegría. No son cuestiones políticas, es la tiranía en lo cotidiano, la dictadura del día a día que te obliga a pensar todo antes de hablar o de hacer, que reprime la espontaneidad del abrazo y te convierte en enemigo de la moral, en ofensa contra las costumbres, cuando la más extendida es la del acoso. Han pasado décadas hasta que la Universidad de Al-Azhar hizo un manifiesto diciendo que el acoso callejero no era admisible, pero han pasado unas horas para expulsar de sus aulas a quien vive su vida, sin hacer mal a nadie, con alegría, sin maldad alguna.
¿Qué te hace parecer más "incivilizado", los ladrillos y los abrazos o el control de todo? Para los puros no hay más pureza que la suya. No se arrancarán nunca el ojo; se los arrancarán a los demás.


* "Presidential order requires Egypt's red brick buildings be painted" Ahram Online 17/01/2019 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/321933/Egypt/Politics-/Presidential-order-requires-Egypts-red-brick-build.aspx
** "Azhar Student Expelled for Hugging Her Fiancé" Egyptian Streets 13/01/2019  https://egyptianstreets.com/2019/01/13/azhar-student-expelled-for-hugging-her-fiance/


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