Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Falta
una semana para el aniversario del levantamiento popular egipcio contra el
gobierno de 30 años de Hosni Mubarak. El aniversario de lo que ocurrió en 2011
es siempre temido por las autoridades egipcias que han ido arrinconando aquella
fecha y los que implicó. Han hecho más. Han desarrollado una estrategia de
borrado y reescritura tratando de que el pueblo egipcio aplauda lo que había
antes y condene el hecho mismo del levantamiento. Su intento se basa en el
principio retroactivo de la historia, lo que acaba mal es porque empezó mal. Es
decir, la revolución de 2011 es mala porque les trajo el gobierno de la
Hermandad tras unas elecciones. Por el mismo razonamiento, el golpe de estado y
las posteriores masacres de islamistas en las sentadas está muy bien porque
trajeron al presidente al-Sisi y el orden existente, según la versión oficial.
Pero
esa es la versión oficial que aceptan muchos egipcios, que han aprendido una
cosa: el poder siempre está arriba y te puede complicar la vida. Recuerdo un
artículo en la prensa egipcia en la que se contaba el caso de un hombre que
decía que si se había elegido a Abdel Fattah al Sisi como presidente que se
quedara toda la vida. Lo interesante del caso es que había dicho lo mismo
cuando fue elegido el islamista Mohamed Morsi. ¿Incongruencia? No. Más bien,
supervivencia. El buen hombre lo que quería es que eligieran a uno y le dejaran
tranquilo, que ya se adaptaría él a las exigencias, pero que lo molesto era el
cambio, el tener que estar ajustándose a las exigencias del que llegara cada
vez. Aunque es una anécdota, no es una rareza. Muestra una mentalidad y una
actitud que van más allá de lo anecdótico.
El
régimen se ha encargado de mostrarse como una solución definitiva y ha
convencido a muchos egipcios de que no están preparados para otra cosa que no
sea obedecer a aquellos que velan por su tranquilidad frente a los intentos de
destruirles. Es una forma de paternalismo que se centra en la figura del
militar como "no político", no partidista. El militar es el que salva
a Egipto de sus enemigos, fuerzas que le rodean empeñadas en su destrucción. El
Ejército realiza la voluntad del pueblo, le protege y provee, le administra y
dirige. Atacar al Ejército, criticarlo siquiera, es un acto hostil y un insulto
para aquellos que han dado su vida por defender al país. Recuerdo la bronca del
presidente al parlamento cuando alguien se atrevió a preguntar por los
presupuestos militares. Era una ofensa.
La
llegada del 25 de enero es temida. El presidente ya advirtió hace unos meses
sobre la inutilidad de pensar en que nuevas revueltas traería un cambio. Por eso
es importante asumir con firmeza la autoría de las matanzas pasado el golpe
militar y que se exonere a Mubarak, por ejemplo, de la responsabilidad de las muertes
de 2011. El Ejército debe aparecer siempre como un ejemplo de defensa y no como
un instrumento de represión y control de Egipto, con un conglomerado de
intereses económicos que le permite controlar el país a través de sus muchas carencias y necesidades.
Junto
con el aniversario de la Revolución del 25 de enero de 2011, la repudiada hoy
—de "diagnóstico erróneo en un momento equivocado" la calificó
al-Sisi no hace mucho— hay otros dos elementos acumulados que no pueden ni
deben ser desestimados, los asesinatos producidos en sus aniversarios, los del
italiano Giulio Regeni y de la egipcia Shaimaa al-Sabbagh, llamada la
"mártir de las flores, por haber sido disparada por la espalda por un
oficial de policía a pocos metros. Recordamos a ambos porque forman parte de la
historia y porque el régimen tiene interés en silenciar estos crímenes sin
provocación ni justificación posible. Se muestra en ellos su verdadero sentido
represor y su idea de que el aparato represor tiene el derecho sobre la vida y
la muerte de las personas, ya sean nacionales o extranjeros.
El caso
de Regeni reaparece hoy en el diario estatal Ahram Online. Lo hace de una forma
extraña. Esta es la noticia:
Italy has said that Egypt has taken no steps or
overtures following Rome's recent decision to place five members of Egyptian
security forces under official investigation for their alleged involvement in
the torture and murder of Italian student Giulio Regeni, Italian news agency
ANSA reported.
The agency quoted Rome’s Chief Prosecutor
Giuseppe Pignatone as saying on Tuesday that the situation is a “stalemate.”
On the Italian side, everything possible has
been done, Pignatone said in comments to COPASIR parliamentary secret service
oversight body, according to ANSA.
Regeni, a 28-year-old student who was doing
postgraduate research into the Egyptian labour movement, disappeared on 25
January 2016, the fifth anniversary of the 2011 revolution. He was found dead
10 days later in a ditch on the outskirts of Cairo. Egyptian investigators said
his body bore signs of murder.
Egyptian and Italian authorities have been
cooperating in the ongoing investigation into the murder of the Italian
student, holding regular meetings in Cairo and Rome.
Egyptian officials have repeatedly denied any
involvement in Regeni’s killing.
Egypt rejected last month a request by Italy
for Egypt to officially list a number of national security members as suspects,
citing a lack of solid evidence.
In November, Italy’s foreign minister summoned
Egypt’s ambassador to urge Cairo to act rapidly to bring to justice those
responsible for the murder of Regeni.*
La noticia de la valoración italiana de la actitud pasiva de
Egipto, desgraciadamente no es ya una noticia, es decir, no supone novedad. La
estrategia egipcia, como es habitual, es dejar pasar el tiempo, aburrir a
todos. En eso los egipcios son maestros destacados. Es la anti diplomacia, el
aburrimiento del que reclama. Llevan años aburriendo a los investigadores
italianos, a la familia, borrando cintas de vídeo mandando informes sin
contenido, etc.
El gobierno egipcio no quiere entender que ante los ojos de todo el mundo la cuestión es de una claridad absoluta y que nadie entra en su juego de que solo es verdad lo que ellos dicen oficialmente. El mundo no funciona así. Lo que ocurre realmente, a esta alturas, es que cada día que el gobierno se niega a decir la verdad sufre su propia y escasa credibilidad ante el mundo. Puede que eso no les importe, pero luego ocurren incidentes como el que contamos hace unos días tras la entrevista al presidente al-Sisi en la cadena norteamericana CBS, en el programa "60 minutes". Hay que intentar pararlo, evitar que se vea porque el deterioro de la imagen presidencial es absoluto internacionalmente por el descrédito. No hay campaña de imagen posible para el régimen egipcio, da igual lo que paguen. El "caso Regeni" está resuelto hace tiempo. Lo que está sin resolver es el "caso egipcio".
La selección automática del diario me ofrece la relación de
titulares asociados con la noticia y basta con verlos para hacerse una idea de
la estrategia egipcia en el caso Regeni:
- "Tensions mount over Regeni case"
- "'Foreign elements' seek to exploit Regeni case to disrupt Egyptian-Italian relations: Egyptian MP"
- "Egypt rejects Italian request to name Egyptian security agents as suspects in Regeni killing"
- "Egypt's parliament expresses regret over Italian chamber's unilateral action in Regeni's case"
- "Sisi assures Italian PM that Egypt is committed to uncovering truth behind Regeni murder"
Se aprecia, en síntesis, lo que han sido las grandes líneas
del aburrimiento obstruccionista y de la conspiración. La alegría con la que en
Egipto se habla de conspiraciones extranjeras para dificultar las relaciones
entre dos países es notable. Todo lo que pueda ocurrir siempre es fruto de esas
oscuras conspiraciones. La dura realidad es que no son más que una forma
propagandística de justificar errores, incompetencias y delitos.
La única forma de evitar estas estrategias para evitar
quedar en evidencia es mantener vivo el recuerdo de las personas que, como
Giulio Regeni, no cometieron más error que infravalorar el poder de un régimen
que niega tener presos políticos mientras están sus cárceles.
Es difícil que nadie se mueva en Egipto este próximo 25 de
enero. Los muertos en cada enero son disuasorios. El levantamiento popular se
transformó en una conspiración contra un gobierno "ejemplar". Al
estudiante italiano de doctorado que había elegido Egipto para su investigación
se le intentó transformar en lo que no era para justificar su secuestro,
tortura, asesinato y que acabará su cuerpo en una zanja en las afueras de El Cairo.
El mundo tiene claro quiénes son los responsables. No sorprende
a nadie el apoyo incondicional dado por el gobierno egipcio al príncipe heredero
saudí por el asesinato del periodista opositor Jamal Khashoggi. Todo vale para
mantenerse en el poder; todo está permitido. Lo molesto son los medios
internacionales, todos ellos controlados por los opositores, que intentan
destruir la confianza en los vigilantes del orden y la paz en sus países.
Otro aniversario triste y oscuro, bajo la amenaza de la
violencia y el borrado de los hechos.
*
"Rome chief prosecutor says Egypt has taken no steps regarding Regeni
suspects" Ahram Online 16/01/2019
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/321836/Egypt/Politics-/Rome-chief-prosecutor-says-Egypt-has-taken-no-step.aspx
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