Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Debo
reconocer que la táctica rusa de invadir un país, anexionarlo mediante la
técnica "okupa" y, además, insultar me descoloca. Ayer nos decían los
rusos que tenían una propuesta diplomática, pero debe dar miedo escucharla.
Teniendo en cuenta lo que hacen cuando los soldados rusos "no
invaden" Ucrania, asusta pensar en sentarse a negociar. Puede, incluso,
que con quien se siente a negociar al final sea con Yanukóvich, al que tiene
como pieza reservada en su estrategia. Víktor Yanukóvich reaparece como un
fantasma y recuerda a todos que "él es el presidente legítimo de
Ucrania". Lo repite como una especie de mantra con la esperanza de que
acabará haciéndose realidad en algún momento. Yo no desecharía esta posibilidad
con demasiada prisa.
En
efecto, todo el mundo da por descontado que lo menos probable sea el regreso de
Yanukóvich, a menos que la jugada de Vladimir Putin sea intentar negociar su reposición en el poder. Solo eso daría
sentido a la campaña de propaganda insistiendo en el carácter
"fascista" y "nacionalista" de las nuevas autoridades
ucranianas, que Moscú no reconoce, la insistencia de Yanukóvich, y el show de
los soldados genéricos en Crimea. A Putin le basta con poner sobre la mesa la
vieja propuesta "pactada" con la Unión Europea de celebrar elecciones
en Ucrania con Yanukóvich en el poder, es decir, volver a la casilla de inicio.
Eso le permite mostrarse como respetuoso con los acuerdos y no un transgresor
de la legalidad.
El
referéndum de Crimea, aunque no se haya celebrado, es algo del pasado desde el
punto de vista político ya que el Parlamento de Crimea se ha declarado
"independiente" y ha votado unirse a Rusia. Otro absurdo más que
demuestra que por un lado van los gestos y por otro los hechos consumados.
En Washington,
Obama y el primer ministro ucraniano hacen alarde de alianza y siguen avisando
a Rusia de que no haga lo que ya ha hecho. Alemania y Polonia, como ex colonias
rusas, tratan de acelerar un tratado con Ucrania que haga que a Putin se le
indigeste la víctima y le haga pensarse alguna vez más lo que tenga decidido.
Las
palabras de John Kerry sobre próximas reuniones con su homólogo ruso hablan de
un mundo ya cerrado por un interlocutor que es capaz de decir con cara de palo
que no hay tropas rusas en Crimea mientras Crimea está llena de tropas rusas. ¿Se
puede negociar algo así? Por eso sorprenden tantas palabras. Pero nadie quiere renunciar a ellas, aunque por motivos
diferentes, Rusia habla con Estados Unidos, que es lo que Estados Unidos
quiere, mientras Moscú sigue con sus planes sin alterarlos. John Kerry:
“Le ofreceremos ciertas opciones al ministro
que respeten al pueblo de Ucrania, la legislación internacional y los intereses
de todos los actores para que se las haga llegar al presidente [Vladimir] Putin
con la esperanza de que podamos ser capaces de encontrar una nueva vía de
solventar la situación”, ha señalado este miércoles Kerry durante una audiencia
ante el Comité de Presupuesto para Operaciones Extranjeras. “Haremos lo que
debamos hacer si Rusia no encuentra el modo de adoptar las decisiones correctas
y la cosa se puede poner peor si no encuentra la forma de dar con las
soluciones adecuadas”, ha advertido.*
La
parte final es realmente un galimatías que Putin habrá dicho que es mejor no se
molesten en traducirle. Si todo lo que piensa hacer Estados Unidos es esto, ya
pueden ir preparando sanciones, y los ucranianos decidiendo que hacen con el
espacio que les dejen, si es que les queda algo que no esté poblado por esos
"ucranianos" raros que fueron todos a la misma tienda a comprarse
uniformes y armamento para salir a pasear por Crimea. Quizá les apetezca darse
un paseo más largo.
Putin
tiene su idea de lo que va a quedar de Ucrania, cuya sanción mayor sería dejarla
reducida en su territorio y cobrarle las facturas, pagadas por Occidente para
evitar males mayores.
Si
Putin no acepta el gobierno de Kiev, la opción que le queda es blindar Crimea,
convertida la crisis en una "cuestión interna". Según él, estaría
cumpliendo sus pactos internacionales con la Unión Europea y respetando la
legislación internacional. La baza de Yanukóvich queda en la manga como presión.
Habitualmente,
Vladimir Putin te corta una mano y después negocia contigo qué se hace con la
otra. Es lo que ha hecho con Crimea, la mano cortada. La opción que te queda es
cortarte la otra, que te la corte él o aceptar sus condiciones. Me temo que las
soluciones diplomáticas que Rusia va a proponer sean de este estilo.
Es
esencial para Putin demostrar que es el jefe de la manada. Sobre ese concepto
trata de atraerse sus socios, que se vea claramente lo que supone traicionarle
o enfrentarse a él. No es previsible que la independencia y anexión de Crimea
tenga marcha atrás. Son hechos consumados. Los intereses de la Rusia de Putin
están claros. Lo que pueda querer negociar después da por descontado eso.
Los
intereses occidentales, en cambio, son muchos "intereses"; se
desdoblan en la retórica de los principios y el pragmatismo de los negocios. Putin
no necesita hablar con la administración norteamericana, alemana o inglesa; le
basta con que lo hagan los representantes de las empresas que tienen intereses
en Rusia y que no entenderán muy bien estas cosas, que les traen al fresco. En
ese sentido termina El País su información sobre las declaraciones de John Kerry:
La Administración está calibrando los pasos
en este sentido ante la preocupación de varias empresas estadounidenses con
vínculos con Rusia, como Boeing, Pepsi o Ford, de ver afectados sus intereses.
Representantes de la Cámara de Comercio de EE UU, la Asociación Nacional de
Fabricantes y el Consejo de Empresarios EE UU-Rusia ha visitado la Casa Blanca
para advertir de la importancia de que las medidas sean equilibradas.*
Rusia
puede jugar estas bazas porque el poder de Putin no es el de un líder
democrático, sino el de un depredador político curtido en la frialdad de la
lucha contra sus opositores, que se mueren por polonio o con lo que resulte más
eficaz, les encarcela o desaparecen. Esto no es una novedad. Nadie se le
resiste en Rusia. Y Putin sabe que para que eso siga ocurriendo es esencial que
los lobos que le rondan no perciban debilidad alguna, ni un titubeo.
Rusia
no dialoga; Putin solo habla. Mientras tanto, la política de hechos consumados
avanza.
*
"Kerry se reunirá con Lavrov el viernes para tratar de calmar la crisis en
Ucrania" El País 12/03/2014 http://internacional.elpais.com/internacional/2014/03/12/actualidad/1394642980_871100.html
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