Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Hace
unos días señalábamos el despropósito que se estaba organizando por la
iniciativa gubernamental de la exigencia a los agregadores de noticias, es
decir, Google y demás, de cánones en favor de los productores de noticias [ver entrada]. Las medidas, señalábamos entonces, se podían volver
contra ellos puesto que el efecto de la exposición a través de los agregadores
era el aumento de los lectores y eso los editores lo convertían después en
mejora de sus ingresos por publicidad.
La
decisión, decíamos también, era sobre todo política. El gobierno le daba a los grupos
editoriales que se consideran afectados lo que querían aunque eso acabara de
hundirles. Es un ejemplo más de que los que
hunden el sector son los que toman las decisiones equivocadas año tras año y
buscan el amparo de este tipo de medidas. Es el intento de
ponerle puertas al campo y, sobre todo, una muestra del desconocimiento de los fundamentos básicos de la economía
digital y del sistema mediático que ha generado lo que hacer ver el futuro
del "negocio" en medidas de este tipo.
Ayer el
diario 20 Minutos nos traía ya la noticia de la creación de una "Coalición
Prointernet" que apoya lo contrario de lo propuesto por el gobierno y los editores de algunos grupos:
Coalición Prointernet considera que la
iniciativa normativa del Gobierno sobre la LPI que pretende institucionalizar
un canon digital en favor de determinados editores de prensa y restringir el
derecho a la copia privada, va contra los fundamentos de Internet y del
desarrollo del mundo digital. La Coalición Prointernet manifiesta su apoyo a la
protección de los derechos de autor en Internet, pero cree que se necesita una
reforma que permita además la creación de nuevos modelos de negocio y de
gestión, teniendo en cuenta a Internet como elemento transformador de todas las
actividades económicas. Coalición Prointernet promueve la innovación y aboga
por la libertad de expresión, de empresa y de información en la Red; es
partidaria de que los autores tengan libertad de elegir cómo y quién gestiona
sus derechos, y considera que no ha de implantarse un nuevo canon digital
exclusivo en favor de determinados editores de prensa.*
Evidentemente,
la referencia a "determinados editores de prensa" es la que
manifiesta el desacuerdo con una medida que obligue a todos a aceptar una
medida que aparentemente beneficiará a unos pero que es seguro que perjudicará
a todos.
Los
miembros de la "Coalición Prointernet" están adaptados a un tipo de
sistema en el que parten del "principio de red", que podríamos
enunciar diciendo que el beneficio se obtiene de la fluidez y no de la cerca.
Este principio considera que algo es más valioso cuanto más circula, mientras
que otros lo invierten y piensan que el valor es una "esencia", algo
dado. Es desconocer los principios de la economía digital y sus bases
colaborativas y complementarias.
El
principio de red se apoya en un segundo principio, el de la
"visibilidad". El valor aumenta con la visibilidad y no con la
exclusividad, como pretenden sus oponentes. Los agregadores dan más visibilidad
y así aumentan el valor de aquello que se ve. Pretender cobrar a aquellos cuya
función complementaria es hacer visibles lo que los demás producen es tener un
sentido realmente pobre de los demás y demasiado elevado de uno mismo.
Los
miembros de la "Coalición Prointernet" son conscientes de los
beneficios que logran con la difusión de sus noticias, pues saben que en eso
estriba la máxima dificultad en la red. La labor de los agregadores es competir
entre ellos para conseguir más visibilidad para aquello que difunden. Por
contra, para los editores que presumen del valor objetivo de sus productos, son
ellos los que dan prestigio con su
presencia a los agregadores y por eso deben ser compensados con un canon.
La
creación de la "Coalición Prointernet" son medios pequeños y no tan
pequeños, profesionales y empresas variadas que se han adaptado a la economía
digital y buscan la eliminación de barreras como forma de garantizar sus
propios flujos. Por supuesto, está Google. 20 Minutos, que es miembro fundador,
nos da cuenta de los integrantes:
Entre las entidades fundadoras de Coalición
Prointernet se encuentran la asociación de editores de prensa AEEPP, la
Asociación Española de Economía Digital (ADigital), la Asociación de
Internautas, Google, Menéame, Weblogs,
Hipertextual, Adslzone, los medios 20minutos.es y eldiario.es, así como
profesionales de la comunicación del sector digital a título individual.
Coalición Prointernet está abierta a adhesiones de cuantos compartan su
ideario.*
La red
es un valor en sí mismo y la red la integran todos los que están en ella.
Algunos quieren tener privilegios cuando no han sido capaces de adaptarse,
después de casi dos décadas.
Permitanme un ejemplo personal. Hace ya
muchos años, a finales de los 90, la IBM España me pidió un artículo que titulé
"Darwin y Kropotkin en la Red". En él señalaba la existencia de dos
tendencias en la red, simbolizadas en dos evolucionistas con enfoques diferentes, el
competitivo y el colaborativo. La petición del artículo tiene su historia y
ocurrió tras un rifirrafe en la presentación de "InfoSociedad", publicación
lanzada por IBM, El País Digital y Computer World. Me perdonarán que no lo
cuente, porque otros lo hicieron desde fuera:
En la presentación también intervinieron
Pedro Isabel, presidente en funciones de IBM España, el secretario general de
Comunicaciones del Ministerio de Fomento, José Manuel Villar, y el vicedecano
de Desarrollo Tecnológico de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín
Aguirre. Villar dedicó toda su intervención a defender el incremento de las
tarifas urbanas de Telefónica, y restó importancia al hecho de que la conexión
a Internet pueda "aumentar más del 50% en hora punta".
Sin poder replicarle personalmente, porque el
representante de Fomento abandonó la sala nada más terminar su intervención,
Aguirre criticó duramente la postura de Villar porque "las modificaciones
tarifarias pueden cortar gran parte del desarrollo tecnológico previsto en
España".**
Traigo
el ejemplo de lo que ocurrió como una muestra más de la falta de visión
política del funcionamiento de la sociedad digital ya desde entonces. Lo que el
Secretario General de Comunicaciones del Ministerio de Fomento vino a dejarnos
caer en un insólito discurso fue lo que se dio en llamar entonces "el
tarifazo", una subida brutal de las tarifas de conexión a la red en un
momento en el que se estaba intentando desarrollar aplicaciones sociales en el
mundo virtual. Defendió a capa y espada las subidas, señalando que no debían
preocuparse las empresas, que ya buscarían las fórmulas adecuadas y que, según
sus cálculos, la gente no debía estar conectada más allá de unos veinte
minutos, tiempo suficiente para todo lo que hubiera que hacer. Escuchadas hoy
estas manifestaciones nos mueven a la risa, pero escucharlas entonces, en mi
caso —y no fui el único—, me causó una subida de la bilirrubina, que diría Juan
Luis Guerra, además de un ataque beligerante de ironía frente al político
huido, que salió corriendo tras su intervención alegando otras tareas. Sabía lo que le esperaba.
Traigo
esto hoy para que veamos que nuestros políticos no suelen entender demasiado
bien la red, sus fundamentos y consecuencias. Siguen sin entender que hay
muchas cosas que funcionan de otra manera y que eso solo se comprende desde
dentro, algo que no suelen practicar más allá de algún tuit. Si un Secretario
de Estado de Comunicaciones es capaz de decir en público que una subida del
¡50%! de la tarifa telefónica en hora punta no tiene consecuencias en el
desarrollo de la red, se puede decir cualquier cosa. Y es que, efectivamente, se
puede decir cualquier cosa.
Las
tonterías hoy son otras, pero no dejan de ser meteduras de pata garrafales con
las que los que no son capaces de mantener en marcha sus negocios por sus
errores acumulados tratan de salvar o de que les salven de su propio desastre.
Sinceramente: creo que solo lo van a acelerar.
La
postura de Google fue muy clara en su comunicado: los que no quieran ser
agregados en sus servicios, que lo digan y quedarán fuera. Cuando noten los
efectos de no conseguir ingresos por esa vía canónica y a la vez bajen sus ingresos
porque los agregadores ya no les derivan millones de lectores, veremos en qué
quedan estas alegrías de algunos.
La
estrategia digital del periodismo (no solo de él) se basa en la concentración
en un mundo disperso y cambiante, en lograr la "atención". Es en los puntos de concentración donde lo
realizado, independientemente de su calidad, adquiere "valor" de red. Es la colaboración complementaria en el sistema lo que
permite alcanzar la máxima eficacia. Si en vez de establecer una política de
alianzas y buena vecindad con los que te complementan, pretendes enfrentarte a
ellos, te vuelves más débil porque disminuyen tus capacidades de lograr esa visibilidad que logra la atención.
Esto es
una medida política, periodística y empresarial poco sensata. Y algunos tratan de
desmarcarse. El tiempo dirá.
*
"Editores, medios, agregadores… fundan Coalición Prointernet" 20 minutos
http://www.20minutos.es/noticia/2078337/0/editores-medios/fundan/coalicion-prointernet/
**
"EL PAÍS Digital e IBM lanzan en Internet la revista InfoSociedad" El
País Archivo 26/06/1998
http://elpais.com/diario/1998/06/26/sociedad/898812013_850215.html
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