Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Cuando
llevas tres semanas con la angustia de un avión perdido, de sus familias
sufriendo, etc. y desde la playa te parece ver un avión sobre el agua, tu
cerebro —bien intencionado— hace el resto. Llamas corriendo y dices que has
visto un avión en el mar. Y ahí comienza todo. Unas cuantas llamadas más de
gente que ha visto el "avión caído" y el informe visual de un avión
que despega señalando que, efectivamente, un "avión" está el agua. Alguien
va más lejos y precisa el tamaño del avión avistado, del que deducen el modelo
—un 737— y el número de pasajeros dentro. Aunque no les salen las cuentas
porque no les falta ningún avión, en algún momento alguien —ahora están
discutiendo quién— pone en marcha la maquinaria: "Fue entonces, cuando el
112, según la versión de la Consejería de Economía y Seguridad canaria,
publicaron en tuit informando del accidente"*. El
problema es que no había ningún "accidente" sino una creíble ilusión
óptica producida por la forma de un barco remolcador arrastrando una grúa.
Visto de lejos, sí, parece un avión y es comprensible el error playero, mezcla
de psicosis de accidente aéreo y buena voluntad colaboradora. Ahora comienza el
tiempo de los reproches para saber quién confirmó
lo que no era. La gente se puede equivocar; las instituciones no.
Los responsables aéreos han concentrado su reacción
en una frase digna de figurar en los anales: “No entendemos nada, nadie se ha
caído, no falta nadie”*. Sin embargo, dicen, los del 112 pusieron en
marcha los procedimientos de salvamento. Y lanzaron un "tuit". El País señala: "La falsa alarma
tuvo una larga vida de 18 minutos". Parece poco, pero esos dieciocho
minutos puede ser eternos, como lo serán las discusiones de los próximos días
sobre las responsabilidades del asunto, sobre quién confirmó qué a quién. En dieciocho minutos un tuit da la
vuelta al mundo varias veces, se vuelve imparable y crece como una bola de
nieve. Por un tuit así te ridiculizan en medio planeta y te desprestigian en el
otro medio, te señalan con el dedo y tienes que irte a desayunar a otra
cafetería.
El
suceso solo habrá hecho feliz a Recep Tayyip Erdogan, moralista convencido de
que la mejor manera de acabar con la mentira es cortar la lengua; en este caso,
cerrar las redes sociales. Sería raro que no lo utilizará como argumento en los
dos mítines y medio que le deben quedar para enfrentarse al dictamen de la
urnas tras una campaña en la que las redes sociales se han llenado de mensajes
poco favorecedores para él.
Tras
prohibir Twitter en Turquía, Recep Tayyip Erdogan ha tenido un nuevo sobresalto
con la aparición en YouTube de otra grabación "comprometedora" en la
que se escucha la preparación de un falso "incidente bélico" con Siria. El Mundo nos lo cuenta así:
"Si es necesario, enviaré a cuatro
hombres a Siria. Podríamos provocar un caso de guerra lanzando un misil a
Turquía. Podríamos, también preparar un ataque a la tumba del Sha Solimán, un
enclave turco en suelo sirio donde reposan los restos del fundador de la
dinastía otomana".
Estas fueron supuestamente las palabras que
pronunció Hakan Fidan, jefe de la Inteligencia turca y mano derecha de Tayyip
Erdogan, durante una reunión de alto nivel el trece de marzo pasado.
Dos grabaciones de ese encuentro de secreto,
en el que participaron Fidan, el ministro de Exteriores Ahmet Davutoglu, uno de
sus altos cargos y el segundo jefe del Estado Mayor, han sido publicadas en la
página web del periódico Cumhuriyet a media tarde del jueves.
En la cita, los presentes presuntamente
debatieron cómo poder forzar una acción armada en Siria y sus consecuencias
militares.**
El
enfado de Erdogan por la salida de esas informaciones se traduce en sus
habituales reacciones: ha hecho clausurar el acceso a YouTube. Los jueces
turcos le han dicho que es ilegal la clausura de Twitter, pero en Turquía —como
en algunas otras partes del mundo— las órdenes van a la velocidad de la luz
mientras que las contraórdenes llegan a paso de tortuga. Twitter y YouTube se
desconectan en cuestión de segundos pero siempre habrá problemas técnicos para poner el enchufe en el mismo sitio.
¡Misterios de la tecnología! Menos mal que los turcos, como los ciudadanos de
otros lugares, tienen muchas posibilidades de burlar la prohibición, que lo
único que consigue es que Erdogan quede en evidencia con sus malos modos de
censor autoritario.
Euronews
nos trae las palabras del propio Erdogan, afónico tanto mitin o de gritar en
los despachos, reconociendo la filtración:
—“Hubo una reunión en el Ministerio de
Relaciones Exteriores sobre nuestra seguridad nacional y la han colgado en
YouTube. Esto es malvado, es una falta de honradez”, gritaba Erdogan con la voz
rota ante miles de seguidores en un mitin de su Partido de la Justicia y el
Desarrollo (AKP).***
Creo
que nunca ha habido una confirmación más tonta de una reunión secreta. Pero
Erdogan, además de la voz, ha perdido la capacidad de pensar con claridad ante
tanta conspiración dentro y fuera de su país, ministerios y domicilios. Si realmente se quería bombardear para justificar una intervención, Turquía tiene un problema mayor que Twitter o YouTube.
La
velocidad y cobertura con las que hoy nos manejamos hacen que todo sea mucho
más difícil de controlar y de verificar. En ocasiones, una vez puesto en
marcha, puede llegar a ser imposible de detener. Y eso vale para un tuit que
"confirma" un accidente que no se ha producido o para unas
conversaciones comprometedoras del primer ministro turco y sus familiares y
allegados. Esta vez el propio Erdogan ha dicho que se han colgado
conversaciones. El tuit canario no era un "rumor"; era un
"erróneo mensaje oficial". Salió del 112. Habrá que revisar las
actuaciones, pero lo importante es si el sistema funcionó desde el punto del error aunque fuera una falsa
alarma. Los mecanismos de actuaciones de urgencia tienen siempre ese
inconveniente, al acortarse los tiempos disponen de menos para verificar, que
no es su función, una vez puesto en marcha. Los periodistas, por ejemplo, se
quejan de lo mismo: es más fácil equivocarse al no tener prácticamente tiempo
para verificar. La información te llega a ti instantánea, pero a ti te cuesta
llegar hasta su origen.
El
mundo se nos ha convertido en un espacio pequeñito por la velocidad y la
extensión de las comunicaciones. Pensar que podemos manejar todos los flujos de
información que producimos es ingenuo. Estamos haciendo protocolos para
funcionar como máquinas, pero es una ilusión. Al convertirnos en una "sociedad
red" global, el alcance de las informaciones es la totalidad de la red,
que puede ser recorrida de forma casi instantánea. Por ella circulan "verdades",
"rumores", "errores" y "falsedades". Unas nos
gustan más y otras menos.
Erdogan
ha tomado como excusa para cerrar la red las denuncias de unos cuantos
ciudadanos contra las difamaciones que habían sufrido por terceros. Los mismos
denunciantes han dicho que ellos no querían que se cerrara Twitter, solo que
dejaran de circular los mensajes que les afectaban. También eso puede ser un
empeño imposible, pues la red está diseñada para que circule la información no
para evitarlo. Pero él ha aprovechado para matar
al perro. Pero no sé si eso acabará con la rabia turca que provoca cada nuevo tuit o vídeo.
Los
efectos de un simple tuit son de tipo "caótico", casi un efecto mariposa. Unas cuantas palabras
pueden crean un tsunami electoral y llevarse por delante a Recept Tayyip
Erdogan. Un tuit sobre un accidente que no existe tiene su origen en las
llamadas de los que creen ver un avión donde no hay más que un remolcador con
una grúa y alguien tiene que elegir entre lo que le dicen de AENA y los que le
llaman de la playa. En instantes, se movilizaron todos, incluida la ministra
Ana Pastor que se encontraba en las islas. Todo muy eficaz, pero no había nada que rescatar afortunadamente.
Creamos
los canales para que la información circule, pero eso no nos salva de nuestros
propios errores, ni visuales ni políticos. No sabemos si las informaciones son
verdad o mentira; solo sabemos que son imparables.
*
"Una falsa alarma de accidente aéreo moviliza a los servicios de
rescate" El País 27/03/2014 http://politica.elpais.com/politica/2014/03/27/actualidad/1395933435_630114.html
**
"Turquía planeaba bombardearse a sí misma para poder atacar Siria" El
Mundo 27/03/2014
http://www.elmundo.es/internacional/2014/03/27/5334400922601d64208b4580.html?a=6b9efc0f2cd25afda1f25286b11f9a60&t=1395974713
***
"Turquía: tras cerrar el pico a Twitter, Erdogan apaga YouTube"
Euronews 27/03/2014
http://es.euronews.com/2014/03/27/turquia-tras-cerrar-el-pico-a-twitter-erdogan-apaga-youtube/
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