Joaquín Mª Aguirre (UCM)
¿Qué sería de la política sin los “enemigos”? ¿Y sin los "amigos"? Leo las
declaraciones de Dominique Strauss-Kahn a The
Guardian para intentar convencer al mundo de que sus ataques de
incontinencia sexual neoyorkinos han sido ¿favorecidos,
aprovechados, explotados? por sus “enemigos”. Dice que pecó de inocente al pensar que nunca llegarían tan lejos. No sé si inocente (“perhaps I was naive”) es la
palabra que mejor le cuadra a una personalidad como la suya. No da nombres,
pero habla de sus “enemigos” vinculados a Sarkozy. La vida futura de Dominique
Strauss-Kahn será una repetición cíclica de las explicaciones sobre por qué me tendieron una trampa o por qué me seguían o por qué entró la camarera a limpiar la
habitación cuando yo estaba desnudo, etc. Se pasará hablando de sus
enemigos el resto de su vida.
¿Los amigos? La prensa informa que algunos de sus amigos socialistas salieron en desbandada de una fiesta de cumpleaños en la que se presentó*. El anfitrión le había invitado, pero había olvidado decírselo al resto de los asistentes. Las primeras figuras del partido socialista presentes en la fiesta salieron corriendo para no tener que saludarlo y verse comprometidos. Un encuentro complicado: me he enterado de lo tuyo, chico, ¡qué pena!, ¿qué tal va todo, Dominique?, me han dicho que dejaste el Fondo….
De todas las cosas por las que tendrá que pasar Dominique
Strauss-Kahn quizá las más duras sean las espantadas, las carreras de los
amigos para no tener encuentros con él, el temor a la publicación de fotos, ser preguntados, etc. Pasar de ser el candidato estrella a la presidencia, el
favorito de tu partido, aquel con el que todos quieren estar a ver cómo salen
corriendo de un cumpleaños, debe ser más duro que los gritos contra ti a la
salida de comisarías, juzgados y conferencias.
Pero en la política se paga todo y las diferencias entre
amigos y enemigos no están muy claras cuando caes (o te tiras) en desgracia. El que todavía estén abiertos los casos contra
él en varios frentes puede hacer pensar que es cuestión de la campaña
electoral, que los socialistas no quieren verse comprometidos por su ex
candidato y perder votos, y que luego cambiará todo. Pero me temo que esto va a
seguir más allá de las elecciones y que el aislamiento a Strauss-Kahn ha
marcado un punto de no retorno.
Parece previsible la victoria de Hollande en las presidenciales.
Él ha sido el gran favorecido por el escándalo de Strauss-Kahn. ¿Existe
diferencia entre los enemigos que se aprovechan de tus debilidades y los amigos que
sacan provecho de tus desgracias?
Probablemente la respuesta es sí. Pero
en política sí se pueden sumar las peras y las manzanas. Una cosa no quita la
otra. En clave del partido, Hollande les ha salvado de la tormenta Strauss-Kahn y
ha salido adelante. Con una misma papeleta los franceses no votan a Sarkozy ni a Strauss-Kahn. Todo un ahorro.
Michel Taubmann |
"The fact is, he's a famous seducer [...]
"Everyone I meet, every politician and journalist, knew that he was a
great seducer. So was Francois Mitterrand. So was Chirac. So is Sarkozy. It's
not a problem. But no-one could imagine that Strauss Kahn could be a rapist.
Nobody could imagine that. And I'm not convinced that he is guilty."**
Efectivamente, ni Mitterrand, Chirac ni Sarkozy tuvieron problemas por ser "seductores". Pero Strausss-Kahn sí. En julio todavía no habían aparecido los casos que lo
vinculaban con las fiestas con prostitución y los testimonios de algunas
personas al respecto de la trama empresarial tras ellas. Taubmann pone el dedo
en la herida política: todos los sabían. La versión oficial, claro, un “seductor”.
Queda hasta bonito, ¿qué es un político
sino un seductor? Pero al igual que
Taubmann no se imagina a Strauss-Kahn como un “violador”, muchos no consiguen
imaginárselo como un simple “seductor” de una camarera que entra a limpiar una
habitación.
Por eso la primera en salir corriendo de la fiesta de
cumpleaños fue Ségolène Royal. En unas declaraciones sobre la huida de la
fiesta, la dirigente socialista ha explicado: “Afortunadamente no nos cruzamos,
no tenía ninguna gana de encontrarme con él.”* Los amigos y los enemigos, a
cierta distancia, son indistinguibles en la política.
Con motivo de la salida del libro, que lleva ya varios meses
en la calle sin demasiadas consecuencias, Strauss-Kahn contestó sobre los
cambios en su vida: “J'étais en position
de devenir président de la République. Et je ne le suis plus, c'est tout.” Como
vemos hoy, el c’est tout pecaba de
ingenuo. A la pregunta sobre su pasado contestó: “J'ai décidé de rompre avec
tout cela. C'est fini.”***
Puede que él haya decidido romper con su pasado. Está por
ver si su pasado piensa romper con él. C’est
tout... c’est fini…
* "En la fiesta se coló... DSK". El Mundo 29/04/2012 http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/29/internacional/1335701757.html
** “Dominique Strauss-Kahn Book Talks About
Incident with Maid”. International Business
Times 1/12/2011 http://www.ibtimes.com/articles/259759/20111201/dominique-strauss-kahn-book-maid.htm
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