Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Es justo. Si los ciudadanos no se fían de los políticos, es
justo que los políticos no se fíen de los ciudadanos. Así lo muestra el vídeo
de Nicolas Sarkozy* en el que decide guardarse su reloj en el bolsillo por
temor a salir demasiado limpio del
baño de multitudes. La hábil maniobra con la que el actual presidente y participante
en la carrera al Elíseo hace desaparecer su reloj en el bolsillo de la chaqueta
nos permite intuir que los candidatos reciben un duro entrenamiento para evitar
que sus seguidores se queden con sus relojes. Nadie sabe lo que podría ocurrir
si alguien intenta quitarle el reloj a Sarkozy —¡la que puede liar!— con su historial de respuestas a los
comentarios que le hacen en sus actos públicos. Por eso, para evitar males
mayores, se guarda el reloj. Si Dominique Strauss-Kahn, el que fuera su descarrilado rival para estas
elecciones, cayó en la carrera presidencial —podríamos decirlo así— por su exceso de confianza, Sarkozy no
quiere que le ocurra un imprevisto y pasar a la historia como el candidato que
persiguió entre la multitud a un seguidor que le robó el reloj. Se conoce y se teme.
Las medidas tomadas por el gobierno, destinadas a generar
confianza, llevan el mismo camino. Y es que cuando uno tiene que transmitir tanta confianza es que está
muy mal. Cuando comenzaron a hacerse los test de resistencia a los bancos
europeos —lo comentamos—, nuestro gobierno de entonces corrió como loco a hacerse las pruebas para producir “confianza”.
El primero de la fila y sacando pecho. Angela Merkel dijo que sus bancos no se hacían pruebas, que
estaban muy bien y que no había que demostrarlo. Y punto. El resultado lo
conocemos. La consecuencia no fue la confianza, sino una desconfianza mayor.
Los test revelaron la endeblez de la banca española, de la que nos habíamos
hartado de escuchar palabras de confianza
de nuestra ministra de Economía y del Presidente de entonces. La mayor parte de
los bancos que presentaban problemas en Europa eran de nuestro país por su
contaminación hipotecaria por la burbuja inmobiliaria. Hoy me pongo muy
nervioso cada vez que escucho que “España es un país serio”.
No es fácil transmitir confianza a unos y otros con las mismas acciones. A veces, tienes que “tranquilizar” a personas, sectores o instituciones cuyos intereses contrapuestos hacen más que complicado la confianza simultánea. Puede que logres la confianza de unos, pero no la de otros. Para transmitir confianza a los mercados, puedes perder la confianza de los votantes. Y viceversa, si quieres conseguir la confianza de los votantes, a lo mejor pierdes las de los mercados. Puede que tengas la confianza de Angela Merkel, pero no tienes la de Christine Lagarde. Puede que tengas la de Mario Draghi, pero no tienes la de Paul Krugman. Tienes la confianza de los que te piden que recortes, pero pierdas la de los que te piden que inviertas. Y si inviertes, te pasa lo mismo. Como saben los aficionados al fútbol, el "voto de confianza" suele ser la antesala del cese del entrenador.
La enseñanza que se saca de esto es que tienes que elegir
—no puedes transmitir confianza simultáneamente— y, mejor incluso, evita tener
que llegar a esta situación, la de que todos estén pendientes de ti. Cuando
tienes que contentar a todos, es que
todos están descontentos. Será por distintas causa, pero el hecho es que todos lo están. En la
vida personal es un síntoma de madurez descubrir que no se puede contentar a
todo el mundo. En la vida pública es más complicado y aunque busques “confianza”,
sabes que los que hoy te aplauden mañana te saquean. Hoy eres una carga, mañana eres un rival.
No hay que pedir
tanta confianza; es mejor tenerla. Hay que tener la naturalidad de Nicolas Sarkozy: estáis aquí, me aplaudís, me
sonreís, todos me vais a votar, que está muy bien, pero…, por si acaso, me
guardo el reloj. La confianza no está reñida con la prudencia. Los votantes hacen lo mismo: nos prometes, nos sonríes, nos hablas del futuro..., pero, por si acaso, muchos también se guardan los relojes.
* "Sarkozy 'teme' que sus seguidores le roben el reloj". La Vanguardia 17/04/2012 http://www.lavanguardia.com/internacional/20120417/54284573469/sarkozy-teme-seguidores-roben-reloj.html
El "nivel de confianza" de Nicolas Sarkozy |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.