viernes, 9 de agosto de 2013

Egipto, las llamadas de Dios y de la Historia

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La situación egipcia se sigue complicando. La "mediación" internacional ha entendido mal el caso y no ha servido de nada, si acaso para complicarlo más, aunque se hayan limitado a aplicar el protocolo
El envío del senador McCain no ha sido probablemente el más adecuado, pues había manifestado ya su opinión previamente y los egipcios entienden que los norteamericanos son mediadores dobles, suyos y de Israel, pieza del tablero que siempre está en mente de todos. Al menos así lo entienden los que los reciben en la zona. 
La parte de los egipcios que se siente apoyado por el Ejército han percibido que los "mediadores" actuaban como abogados de la Hermandad Musulmana, más que otra cosa. De esta forma, la intervención de los Estados Unidos, ya denostada por la participación de la embajadora Patterson en los días previos al derrocamiento de Morsi, se ha visto como triple: sus intereses, los de Israel y los de la Hermandad. Mala forma de mediar. El gobierno ha acabado señalando que los "observadores" se han excedido y muchos egipcios entienden que vienen con un mal guión. 
En estos momentos, para la mayoría de los egipcios, la palabra "mediación" es absurda. Para el nuevo gobierno, es una cuestión interna en la que la Hermandad se niega a aceptar las "invitaciones" que se le han hecho. Para la Hermandad, no hay nada que "negociar"; se trata de reponer al presidente Morsi, el único al que reconocen. El gobierno entiende por "mediación" que convenzan a los hermanos de retirarse de las calles y la Hermandad que les devuelvan el poder. No hay diálogo posible. ¿Para qué? Un largo proceso de negociaciones es inviable ante una situación que puede cambiar en las próximas horas.


Ante la pérdida de apoyos populares, la Hermandad ha adoptado una estrategia muy peligrosa: la resistencia, el plante callejero. Sabe que la indiferencia de los gobiernos internacionales solo se puede sacudir mediante situaciones extremas, con cadáveres en las calles, como ya ha ocurrido. Solo así la opinión pública internacional presionará a sus gobiernos para forzar la situación. Creo que se equivoca, que será un lamentable error, uno más en su historia de errores. Provocará un aumento de la represión, pero ellos están acostumbrados; ha sido la historia de sus noventa años de vida. Una estrategia tan visible tampoco podrá tener un apoyo real efectivo, pues sentirán que se les está empujando a ella. Las muertes se quedarán en muertes, justificadas por unos y esgrimidas por otros, según toque. No se avanzará. Los pasos dados no son fáciles de emendar, en el supuesto caso de que a alguien se le ocurriera esta idea, que haya algo que enmendar.


De nuevo se acercan días críticos. El ultimátum dado para la retirada de las calles puede convertirse en otro derramamiento de sangre del que siempre sacará partido la Hermandad, que anda prometiendo el cielo a los mártires y esparce rumores sobre "visitas" y "visiones" celestiales entre los proclives a este tipo de motivaciones para el "martirio".

La intervención de la esposa de Morsi, Naglaa Mahmoud, y de su hija ante los reunidos en la sentada de El Cairo ha servido para aclarar algunos puntos. Las televisiones nos las han mostrado, aclamadas por la multitud de los fieles islamistas, llevando la "buena nueva" del triunfo final. Egypt Independent nos traía sus palabras:

In a statement she delivered before Eid prayers on Thursday, Mahmoud greeted Egyptians and said, “I am used to hearing good news from this stage, but today I saw everything myself, thank God. I want to deliver some good news to you and leave you to celebrate Eid. God has said, ‘Unquestionably, [for] the allies of Allah there will be no fear concerning them, nor will they grieve.’”
“I believe that the Egyptian people have proven that Egypt will be an Islamic state, God willing. It is Islamic, Islamic,” she added.
She added that no matter what conspiracies are organized against them, God is more cunning because He is stronger.
“God helps his allies and soldiers win, and we believe that we are the party of God. I am conveying the president’s greetings to you. I have not seen him or heard him but I know very well what he has in his heart.”


Con este mensaje "visionario" no es fácil ver "salidas". Mientras los islamistas se vean como los "soldados de Dios", cada muerto sea un mártir enviado al paraíso, y su objetivo final sea un beatífico estado islámico impuesto a la fuerza a los no creyentes o a los que "creen" de otra manera, como es el caso de la mayoría de los egipcios, la situación no se podrá "solucionar", sea esto lo que sea. Es la Historia misma. 
Quizá no haya soluciones en los términos que los demás esperan, como decíamos antes, aplicando el protocolo. En la situación egipcia el "protocolo" no vale, al menos de momento. El líder de Al-Qaeda, el egipcio Aymán Al-Zawahiri, ha hecho directamente un llamado a la guerra santa, responsabilizando a Estados Unidos e Israel —y al dinero del Golfo— de la caída de Morsi. Curiosamente, en lo único que coinciden todos es en la culpabilidad de los Estados Unidos, aunque por motivos radicalmente opuestos. También les ha dicho que se dejen de tonterías como la "democracia" y se centren en la sharía, que es su objetivo, el de todo islamista, el estado final de cualquier proceso: la convergencia total de lo religioso con lo político.

Lo más probable es que la estrategia de unos sea llegar a una situación "estacionaria", manteniendo la unidad circunstancial de los que no son islamistas, un frente común que permita mantener un fuerte apoyo popular y avanzar en ese camino político abierto, mientras que la estrategia contraria será la de llevar al límite la situación para provocar la ruptura interna y la presión internacional con sanciones.
Los diarios ofrecen ya una amplia gama de respuestas ante la situación, desde lo que directamente consideran a la Hermandad como "terroristas" a los que temen que se esté desatando una "caza de brujas" que se vuelva contra el propio espíritu de la Revolución, que es el de unidad del pueblo egipcio, sin discriminaciones, en el marco de una estado laico y civil. Ha sido tal el rechazo que ha causado el gobierno de la Hermandad que son muchas las cuentas que quedan pendientes y los mismos signos externos que exhibían con orgullo, sus barbas e indumentarias, se vuelven contra ellos en las mismas calles en las que se movían ufanos. Es el dorado del otro lado de la tortilla, la recogida de lo que se siembra. Ya han salido voces advirtiendo de ese peligro, como la del editor del Daily News Egypt, Maher Hamoud, de que a lo que hay que aspirar es a una sociedad plural y evitar el peligro de un "fascismo social", tal como el lo denomina. Lástima que los islamistas no lo hubieran entendido antes; se habría ahorrado mucha sangre y disgustos.

Entre toda la avalancha de artículos y declaraciones hay una que merece la pena comentar por ser muy significativa, la de Hoda abdel Nasser, la hija de Gamal Abdel Nasser, historiadora y profesora de Ciencia Política en la Universidad de El Cairo. La intervención de la hija del presidente Nasser en el diálogo nacional introduce una variante que el propio ejército ha dejado fuera: la presentación del Teniente General Abdel Fattah al-Sisi a la elecciones presidenciales.

As a political science professor, I personally call on you to step forward and take responsibility for the destiny that is yours, without paying attention to malicious criticism you may receive. This is a historic chance that does not come often. You will not be making the decision alone, as the people will have the final word.
Lieutenant General, may God empower you for the sake of our beloved Egypt.**


La presentación de esta "carta abierta", tal como ha sido publicada, es una petición directa apelando al amor a la patria, el sacrificio personal, el destino, etc. Hoda abdel Nasser apela a las figuras de los generales Charles De Gaulle y Dwight Eisenhower como referentes de la situación. Evidentemente, las situaciones que llevaron a uno y a otro al poder político no son las mismas, ni entre ellos, ni comparadas con la situación actual de Egipto.

Haría mal al-Sisi en aceptar porque sería un caso más de incumplimiento de las condiciones políticas creadas por él mismo y el Ejército: que no tenían ningún interés en el gobierno de Egipto. Si la Hermandad fue un ejemplo de incumplimientos, y de ahí derivan muchas de las causan de lo que ocurre hoy, mal se podrá llegar a una situación estable si se generaliza. Tendría además un efecto negativo en lo que Egipto más necesita, vertebrar su sociedad civil, articularla para responder a las necesidades de su pueblo, que este no tenga necesariamente que elevar al poder a las figuras del único estamento que le ofrece seguridad: el Ejército. La tentación nasserista es muy fuerte en la mente de muchos egipcios, pero es en parte el origen de los acontecimientos de hoy.
El viejo dilema entre "seguridad" y "libertad" es demasiado teórico para aplicarlo de forma categórica a la realidad egipcia, que tiene muchos más matices que los que los teóricos quieren. Por eso el "protocolo" puede fallar cuando la categoría que aplicamos a la realidad no es la adecuada. Como en Medicina, un mal diagnóstico puede causar tu agravamiento. El análisis de lo que ocurre en Egipto necesita de herramientas centradas en su historia, remota y próxima, algo que ayude a explicar lo que ocurre—en la medida en que lo que ocurre puede ser explicado— y cómo responder de la mejor manera a las situaciones dadas. Hasta el momento han fallado los protocolos de actuación internacionales porque se evalúa mal la situación y a los agentes en conflicto, que no son piezas estáticas —como algunos creen— en un tablero.


Ahora, entre muchas otras voces, tenemos a la esposa de un presidente depuesto, Morsi, llamando al martirio y prometiendo el estado islamista en el nombre de Dios, y a la hija de otro presidente reclamando un liderazgo salido de nuevo de los cuarteles, como aceptación de una responsabilidad "histórica". Dios tiene demasiado trabajo con Egipto y la Historia hace tiempo que tiene mala prensa.
Nada es sencillo en Egipto. El agua que corre por la superficie, antes ha corrido bajo el suelo.

* "Morsy's wife: President is definitely coming back" Egypt Independent 8/08/2013 http://www.egyptindependent.com/news/morsy-s-wife-president-definitely-coming-back

** Hoda abdel Nasser "Opinion: Open letter to Lieutenant General abdel Fattah al-Sisi" Egypt Independent 7/08/2013 http://www.egyptindependent.com/news/opinion-open-letter-lieutenant-general-abdel-fattah-al-sisi








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