Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Son ya
varios días en que las noticias que nos llegan de Turquía son más delirantes.
la forma que tiene el primer ministro Erdogan de controlar lo que no le guste
le está retratando. Sus reacciones —como las amenazas a Alemania— son cada vez
más previsibles por lo frecuentes y muestran el grado de nerviosismo en que se
encuentra. El sentido planetario de Erdogan hace que sus causas de nerviosismo
procedan de cualquier lugar sobre el que él considere que tiene jurisdicción y
eso se aplica a espacios físicos y mentales.
Está
preocupado Erdogan porque las protestas frente su gobierno férreo crezcan realimentadas
por los plantes que se le están
haciendo al "islamismo político" en aquellos lugares en los que se
han implantado. Parece que la contestación crece allí donde sus discípulos, con
menos carisma que su modelo, se han desarrollado. El "modelo turco"
de un islamismo moderado se muestra cada vez más contestado por aquellos que lo
padecen, de Túnez a Egipto y en su propia casa, Turquía. A ello contribuye la
personalidad explosiva de Erdogan y su forma de entender la forma de hacer
política. La cuestión no está ya en la represión violenta o no de las
protestas, sino en las peculiares formas de actuar sobre los que lo hacen.
El ABC
nos trae hoy la siguiente información sobre sus andadas:
El estado turco cancelará las becas de
aquellos estudiantes que participen en protestas, según ha informado la Alta
Institución de Becas y Residencias Educativas del país. De acuerdo con la
normativa sobre ayudas publicada esta semana por esta institución, todos
aquellos alumnos «implicados en eventos de anarquía y terrorismo, que
participen de comportamientos que violen el derecho a la educación (resistencia,
boicot, ocupación, escritura, pintura o cantos de eslóganes, etcétera), tanto
de forma total como tentativa» verán canceladas sus asignaciones.
Tampoco importa el lugar donde se proteste,
ni el grado de disturbio que ocasione: la normativa penaliza estos hechos «en
las instituciones educativas a las que asista, en sus extensiones en la
residencia que habite, fuera de la institución educativa o la residencia, tanto
individual o colectivamente, en todas sus formas».*
Entiende
Erdogan que los becarios son una especie de cuerpo militar, sometido a la
disciplina castrense y, por supuesto, a su autoridad. El hecho de que puedan
ser canceladas las becas es una fórmula más eficaz que mangueras o porras. Lo
más imaginativo es la idea de "violación del derecho a la educación"
e incluir en ella cantos, pintadas, etc. Como complemento de esta medida, las
autoridades ya han advertido que la seguridad privada de las universidades será
sustituida por la Policía, con lo que seguro que se crea un agradable clima de
estudio en los campus.
No
contento con velar por la mejora intelectual de los turcos y su rápido
aprendizaje, Erdogan ha ampliado las medidas a otro terreno en el que le
molesta que se proteste contra él y su gobierno, los estadios deportivos. Nos
cuenta ABC:
Además, el gobierno se prepara para prohibir
los eslóganes políticos en los estadios de fútbol, incluyendo el popular «Her
yer Taksim, her yer direnis» («En todas partes un Taksim, en todas partes
resistencia»). «Incluimos todos los cánticos políticos e ideológicos en la
categoría de manifestaciones ilegales y comportamientos contra la moral
deportiva en los estadios. Este tipo de cánticos ya está prohibido en la
normativa internacional», aseguró ayer el Ministro del Interior, Muammer Güler.
«Y ciertamente, lo perseguiremos», añadió.*
Entiende
el gobierno turco que la normativa de la FIFA o UEFA —¿futuros sustitutos de la
ONU?— es de aplicación en los estadios a los manifestantes y que eso, más allá
de las sanciones a los clubes, es merecedora de cárcel, algo que encaja
perfectamente con el espíritu deportivo. Son sorprendentes las interpretaciones
retorcidas que salen del gobierno turco y nos muestran su talante e
imaginación.
Pero el
gobierno de Erdogan no se limita al control de becarios y espectadores
deportivos en sus dominios físicos y espirituales. La prensa egipcia nos traía
ayer la noticia de la pérdida por el camino de autobuses destinados al
transporte público. El enfado de Erdogan por la caída de su amigo y
correligionario Morsi se ha traducido, además de las reacciones verbales
subidas de tono, por la retención de los autobuses destinados a Egipto.**
El
gobierno interino egipcio citó al embajador turco para pedirle explicaciones
por las declaraciones de su gobierno e indicarle que las consideraba como una
"injerencia en asuntos internos". La reacción turca ha sido congelar
el envío de los autobuses y, según dice la prensa, no cogerles el teléfono.
Erdogan
tiene para todos. Está dispuesto a controlar a cualquier que le lleve la
contraria. Está utilizando los recursos del estado para intimidar más allá de
las porras o las becas. La prensa nos informaba ayer de la propuesta de que los
vecinos se denuncien entre ellos para así establecer un sistema de vigilancia y
control social contra los que protesten. El diario El Mundo titulaba "Turquía busca chivatos de barrio"*** de
forma muy descriptiva. Recoge las reacciones de las asociaciones de Derechos
Humanos turcas, alarmadas por la escalada de violencia y, especialmente, su traducción
a división social, avisando de las consecuencias que puede tener esta
incitación a la denuncia secreta, una puerta abierta de imprevisibles efectos.
Si los
estudiantes pueden perder sus becas por la participación en manifestaciones, el
corresponsal de El Mundo en Estambul nos
cuenta cómo una anciana de 86 años recibió una multa de 35 euros por participar
en las caceroladas que le dedican a Erdogan y su equipo de gobierno. También
las caceroladas son sancionables. Erdogan quiere el país en silencio en calles,
aulas y estadios.
Llevarle
la contraria es formar parte de una conspiración internacional y anti-islámica
destinada a acabar no con su autoritarismo sino con Turquía o el islam al
completo. Eso está pagando uno de los grupos empresariales más importantes, en
uno de cuyos hoteles se refugiaron los manifestantes del Parque Gezi, para
desesperación del ministro de Economía, Alí Babacan, que ha tratado de contener
a los inversores internacionales y a los empresarios aliviando la situación
creada por el autoritarismo de Erdogan y su forma de enfrentarse a los
problemas del país usando los recursos e instituciones del Estado de forma partidista e intimidatoria. Pero ha servido de muy poco. El periodista y economista
turco Erdal Daglam escribía ayer mismo en el diario Al-Monitor:
Erdogan had already demoralized the business
community and complicated economic management when he blamed the Gezi Park
protests on an “interest rate lobby” and accused certain companies, business
people and foreigners. And now tax inspectors, escorted by police, have
launched an inspection targeting Turkey’s largest business group Koc. The move
is seen as a “punishment” for the refuge that Koc’s Divan Hotel offered to
protesters fleeing the heavy-handed police, which Erdogan had publicly
condemned. [...]
On July 24, tax inspectors and police raided
Turkey’s largest company TUPRAS, owned by Koc, only weeks after Erdogan slammed
the conglomerate over the Gezi Park protests. The raid was universally seen as
a move to use the tax authority for political punishment.
Erdogan kept mum in the face of the criticism,
while Energy Minister Taner Yildiz’s statement that the inspection was a
“routine examination” convinced no one. The business community refrained from
too vocal protests. On July 27, however, an unlikely figure spoke out, making
the headlines. The head of the Kayseri Industry Chamber, Mustafa Boydak — an
iconic representative of the so-called “conservative money” which props up the
ruling Justice and Development Party (AKP) — described the move against Koc as
injustice. Boydak recalled that military regimes in the past had unjustly
targeted certain business groups and voiced concern that the same was happening
again, only to business groups on the opposite side of the spectrum. He urged
the government to accord equal treatment to all business communities.****
Podemos buscar las explicaciones sobre la dilapidación del "prestigio" alcanzado por Recep Tayyip Erdogan en su personalidad autoritaria o
en su credo islamista. Probablemente sea una combinación de ambos, una
personalidad autoritaria poseída por un credo político que ve a todos los demás como
conspiradores, herejes o ambas cosas. En cualquier caso, sea por lo que sea, los hechos están ahí. La cuestión importante es si este es el comportamiento que
cabe esperar de los regímenes en los que los islamistas acceden al poder cuando
las cosas no les van como deben. Mientras Turquía iba bien, los conflictos de Derechos Humnanos han sido medianamente silenciados. La alianza militar occidental con Turquía ha servido para mirar hacia otro lado. El tiempo en el poder no significa un avance democrático sino el asentamiento institucional, la patrimonialización del estado, la idea de que lo natural es que ellos estén en el gobierno, que ellos son el país, mientras que los demás son peligrosos agentes extranjeros.
La economía turca, avisan los expertos, tiene
por delante un futuro complicado. Ha sido una de sus bazas más sólidas hasta el
momento, pero si la crisis económica le pasa factura y su forma de reaccionar
sigue siendo la misma, la deriva del autoritarismo, las protestas crecerán y
sus reacciones serán peores, aumentando la criminalización de los opositores y
crecimiento del estado policial. Turquía ya tiene sus cárceles con suficientes
periodistas, ostentando un triste y significativo récord.
Enfadar a Recep Tayyip Erdogan tiene sus riesgos.
* "El gobierno turco retirará las becas a los
estudiantes que se manifiesten" ABC 1/08/2013
http://www.abc.es/internacional/20130801/abci-gobierno-turco-retirara-becas-201307312029.html
**
"Turkey freezes deal to import buses to Egypt: media" Egypt
Independent 31/07/2013
http://www.egyptindependent.com/news/turkey-freezes-deal-import-buses-egypt-media
*** "Turquía busca a 'chivatos de barrio'" El
Mundo 30/07/2013
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/07/30/internacional/1375202445.html
*** "Erdogan’s Top Economic Adviser
Takes Heat
from Business" Al-Monitor 31/07/2013
http://www.al-monitor.com/pulse/originals/2013/07/erdogan-adviser-tax-probe-business-concerns.html#ixzz2ahXAsCJD
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