Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El
asesinato de la tenista india Radhika Yadav a manos de su padre parece una
historia difícil de creer y que nos muestra que el mundo funciona de muchas
maneras, que hay muchos mundos dentro del planeta. Y a Radhika Yadav no le tocó
vivir en uno de los buenos.
La
historia nos la cuentan en 20minutos
con un sencillo titular que no encubre la complejidad del hecho en sí, "Muere
asesinada por su padre la tenista Radhika Yadav: estaba celoso de su éxito"*.
La "naturalidad" causal del caso asusta. En el texto se nos explica
lo ocurrido:
Tragedia en el mundo del tenis. La
joven Radhika Yadav, de 25 años, ha muerto asesinada por su
padre, Deepak Yadav, quien estaba celoso de su éxito profesional y
financiero, según informa The Indina Express.
La tenista había dejado de competir en mayo de 2024,
pero estaba ejerciendo de entrenadora en su propia academia en Gurgaon (India),
una actividad que le permitía tener unos buenos ingresos y una independencia
financiera que no gustaba a su padre.
Según los medios indios, los vecinos se burlaban de
Deepak diciéndole que Radhika sostenía a la familia y él vivía del dinero de
su hija, comentarios que le hicieron sentir mucha presión.
"Cuando iba a buscar leche al pueblo de
Wazirabad, la gente se burlaba de mí diciendo que vivía de los ingresos de mi
hija. Esto me afectaba mucho. Algunos incluso cuestionaban el carácter de mi
hija. Le pedí que cerrara su academia de tenis, pero se negó", habría
declarado el asesino sobre los motivos que le llevaron a hacerlo, según informa
Live Mint.*
El caso muestra todas las dimensiones de un sistema patriarcal: la vergüenza personal al vivir del dinero y fama de su hija; la dimensión social con la burla por esta circunstancia; y la lucha de la hija por construir su futuro por ella misma, con su esfuerzo y no tener que depender de nadie.
Todo ello forma parte del mismo "juego" cultural. No es posible aislar las piezas, hay que mantenerlas unidas para comprender lo terrible del caso
Nos dicen que el padre fue a confesar el crimen, que se entregó. Explicó las circunstancias, las burlas que recibía por parte de todos. Quizá pretendía algo de comprensión en un hecho tan terrible, matar a su hija con tres disparos. Él había intentado que su hija se diera cuenta del problema; pero ella no le hizo mucho caso y siguió con sus proyectos.
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| El País 14/01/2025 |
Las historias de la India son bastante desconcertantes, terribles. Me vienen a la memoria algunas acumuladas en el tiempo. Por ejemplo, la quema de las esposas cuando mueren los maridos, a menos que alguien (el hermano del fallecido) se haga cargo de ella.
Me vienen a la memoria las películas terribles de la directora Deepa Mehta, como Agua (2005), contando el drama de la niña —8 años— encerrada en una casa donde se encuentran recluidas de por vida las esposas de los fallecidos y que no han ido a la hoguera; la casaron con un viejo y este falleció esa misma noche. Nos describe una época, 1938, que no parece tan lejana por lo sucedido.
Me vienen a la memoria los comentarios inocentes de los presentadores de una cadena televisiva ante la presencia del padre de una jugadora de golf, llevándole la bolsa con los palos.
Me vienen a la memoria los casos de violaciones cuando las mujeres tienen que salir de noche a los urinarios callejeros ante la prohibición de tenerlos dentro de las casas por ser "impuros". Por allí rondan los violadores que se hacen con ellas.
Las diferencias entre la India rural y las ciudades más cosmopolitas son grandes. Quizá sea la India el lugar desde donde nos llegan más noticias de violaciones grupales. Muchas es poco probable que salgan a la luz para tapar la vergüenza familiar.
Al padre de Radhika Yadav se le escapó esta de las manos. Ella era insoportablemente autónoma, algo difícil
de digerir y de esconder a la comunidad, cuyos comentarios son envenenados.
Entre la tradición y la envidia, el padre intentaba escapar de lo que él
percibía como "humillante" y demasiado visible. Su hija incumplía la
ley sagrada de la dependencia que sitúa a la mujer por debajo del hombre y fija
su posición en el constructo familiar ordenado.
Hay que denunciar la violencia de género, más todavía cuando forma parte de la "normalidad" cultural, cuando se presenta como parte de una "tradición". Hay que mostrar su terrible crudeza e injusticia. Hay que ponerla ante los ojos de los negacionistas de la violencia, de los que hablan de "ideología de género". Hay que mostrar su caso ante los maltratadores, violadores, envidiosos de las mujeres, etc. entre nosotros. ¿Es ese el camino? Da igual en nombre de qué tradición o Dios se haga; la mujer es el peligro.
Descanse en paz esta víctima del orden patriarcal que osó dejar en evidencia a su padre, mostrar una capacidad y un éxito intolerables para esa sociedad. No sé lo que dirá ahora su comunidad de él.
*
"Muere asesinada por su padre la tenista Radhika Yadav: estaba celoso de
su éxito" 20mintos 14/07/2025 https://www.20minutos.es/deportes/noticia/5731147/0/muere-asesinada-por-su-padre-tenista-radhika-yadav-estaba-celoso-su-exito/






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