miércoles, 5 de marzo de 2025

El discurso de Trump

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Del silencio de los Oscar a la explosión jubilosa republicana ante las palabras de su presidente en el Discurso sobre el Estado de la Nación. Dicen que Trump ha batido el récord de duración. Es el destino de Trump, romperlo todo.

Más allá de la duración, ha logrado la fractura del país —dividido ahora en "patriotas" y "traidores", además de "locos", "asesinos" y "narcotraficantes" de importación, de los que piensa desprenderse— y el distanciamiento del resto del mundo. Especialmente ha logrado borrar del diccionario la palabra "aliado", que deja de tener sentido y sobra. Con Trump no hay alianzas, solo sumisión y pago.

Tampoco valen ciertos conceptos de la economía. El "proteccionismo" trumpista es agresivo y revanchista, según su definición. Para Trump, el mundo ha estado robando, estafando, parasitando a los Estados Unidos y ha llegado el momento de pasar facturas, anexionar, tomar posesión de sectores o países. El canadiense Trudeau —al que ha querido humillar llamándole "gobernador"— habla directamente de intento de anexión del país destruyendo su economía.

El día antes del discurso, Justin Trudeau había dejado clara la postura canadiense: 

"La imposición de los aranceles es una idea muy mala", ha asegurado el primer ministro. "Esta vez estoy de acuerdo con el Wall Street Journal, aunque seas muy listo, esto es una cosa muy estúpida de hacer", ha añadido, mientras se dirigía a directamente a Donald Trump. Trudeau ha asegurado que, con estos gravámenes, Trump busca colapsar la economía canadiense y "que sea más fácil de anexionar" el país.

"Lo que ha dicho de forma repetida es que quiere ver el total colapso de la economía canadiense porque así será más fácil anexionarnos. En primer lugar, eso nunca va a pasar. Nunca seremos el 51 estado", ha sentenciado Trudeau.*


 

La contestación de Trump en su red social es una nueva amenaza: cada arancel que Canadá imponga, verá un nuevo incremento de los ya impuestos.

La exposición detallada y morbosa de sus propuestas agresivas, salpicadas de tópicos ya manidos, de acusaciones a las administraciones anteriores de ser desastrosas, de un mundo infernal que oprime a la celestial América, vista en su espectáculo, tal como hemos podido verla escenificada durante el discurso, es grotesca. Sorprende la forma, vista solo en las grandes dictaduras, del comportamiento entregado de esa mayoría republicana que está asegurando por décadas el antiamericanismo correspondiente a los insultos y amenazas permanentes.



En la medida en que hace suyo el discurso, los Estados Unidos deberán afrontar sus consecuencias, que no tardarán en aparecer en múltiples lugares con diferentes efectos. En un sentido claro, Trump ha comenzado una guerra, la económica. No deja de ser un sarcasmo que acusara a Zelenski de buscar la "tercera guerra mundial" cuando es él quien está creando las condiciones para que estallen muchas otras.

Que Trump y sus acólitos consideren que la mayor seguridad se obtiene al entregar las fuentes de riqueza a los Estados Unidos forma parte de ese sarcasmo. Según esto, la paz final solo es posible convirtiéndose en colonia o estado perteneciente a USA. Como bien ha señalado el canadiense Trudeau, ellos "nunca serán el estado 51". Esa frase puede empezar a convertirse en recurrente en muchos otros países.

Trump ha arremetido contra los demócratas y los medios de comunicación hostiles. Desde los fundamentos de sus ideas, sus planes son un destino que hay que cumplir sí o sí, pues enlaza con esa idea mesiánica asociada propia de la ultraderecha religiosa. "God Bless America" es algo más que una buena intención; son el nuevo "pueblo elegido" que tiene su propio mesías autoproclamado, Trump. Por eso los asaltantes del Capitolio son "mártires" y han recibido el indulto presidencial en la primera hornada de medidas. El país necesita de esos héroes para confirmar su nueva forma.


Independent en español

Creo que solo los grandes dictadores, que sabemos cómo acabaron, han tenido un grado de culto a la personalidad de este nivel, Hitler, Stalin y poco más. Que esto ocurra en un país como los Estados Unidos, que desde allí se tumbe el orden mundial, el orden político y económico, se produzcan deportaciones masivas en un país construido con inmigrantes, se criminalice a cualquiera que no haya sido bendecido por un pasaporte norteamericano, se estandarice el colonialismo y la anexión en un país que consiguió su independencia mediante sangre y dolor, que el país de la economía libre esté impidiendo el desarrollo de países que compiten con él en el mercado, etc. es una mala noticia para el mundo, un cambio de rumbo del que hay que aprender muchas cosas antes de que sea demasiado tarde.

Más allá de lo que estamos viendo, está nuestra sensación de inseguridad, que nos obligará a ser más conscientes de nuestras debilidades, que nos llevará a ser menos dependientes y reestructurar nuestras economías y ajustar nuestras formas de vida.

El discurso triunfalista de Trump es un gran desastre para el resto del mundo. Pronto lo será también para los propios Estados Unidos que verán no solo reducido su liderazgo sino sus posibilidades de actuación y crecimiento. Un mundo a la defensiva no es el mejor modelo para la estabilidad. ¿Por qué los medios le ponen comillas a "guerra comercial"?

La idea de Trump de para qué negociar si tienes la fuerza de imponer se puede volver contra él cuando tenga demasiados frentes abiertos y sienta su debilidad.

El Mundo

 

* "Trudeau responde a la "guerra comercial" de Trump con aranceles del 25% y advierte: "Va a ser difícil"" RTVE.es / Agencias 4/03/2025 https://www.rtve.es/noticias/20250304/trudeau-responde-a-trump-con-aranceles-del-25-advierte-a-canadienses-esto-va-a-ser-dificil/16476335.shtml

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