Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Como se
temía, la conversación telefónica entre Putin y Trump no ha dado para mucho en
términos de "paz". Los grandes éxitos que prometía el presidente norteamericano
se han quedado apenas en nada, por más que él lo magnifique. Pero hay lo que
hay: treinta días de pausa en los bombardeos de infraestructuras energéticas.
La
política de golpes de efecto con Trump para Ucrania, los cortes de apoyos en lo
militar y lo logístico, contrastan con lo que ocurre en Palestina, donde el "aliado"
israelí acaba de romper la tregua con una matanza de 400 personas en una noche.
La gran mayoría, como siempre, civiles,
No
debemos olvidar la sincronía de los dos frentes, dos guerras que se miran de
reojo y con un elemento común, la presencia de los Estados Unidos con papeles
distintos, pero situado en ambos frentes.
A
Trump, las guerras le parecen una forma "natural" de mostrar músculo,
ya sea suministrando información y armamento a Israel, respaldando sus
acciones, o bien cortando los suministros y la información, pactando con el
"enemigo" ruso a espaldas de los afectados.
Las dos
guerras muestran las dos caras de Trump y su visión de la política que deben
jugar los Estados Unidos bajo su mando. Las dos guerras son muy diferentes en
su motivación y circunstancias, pero ambas tienen en común la necesidad de unos
Estados Unidos que juegan a ser influyentes y determinantes sobre el mapa
global. Las dos guerras son "territoriales", buscan hacerse de forma
expansionista con nuevos territorios.
Estados
unidos bendice lo que ocurre en Palestina y busca entregar tierras ocupadas por
Rusia, además de quedarse con beneficios de las que sigan siendo ucranianas por
las "tierras raras".
Pero la
expansión americana va más allá de las guerras en curso. Por otras vías, Trump
busca la anexión de territorios, un concepto amplio que va de Canadá a
Groenlandia pasando por Panamá. Quizá a algunos les parezca exagerado, pero hay
muchas formas de anexión y muchas formas de guerra. Lo que sí parece claro es
que lo que a Trump le parece necesario, busca la forma de conseguirlo, algo de
lo que presume.
Sobre
la llamada entre presidentes, se nos dice en 20minutos:
La llamada, que comenzó a las 16.00 hora peninsular española, se alargó más de dos horas. Durante la conversación, Putin exigió el cese total de la ayuda militar extranjera a Ucrania y también del suministro de datos de inteligencia como "condiciones clave" para evitar una escalada de la contienda, algo que no parece que se haya acordado en esta ocasión. Sobre ello, el comunicado estadounidense se limita a afirmar que "el dinero que tanto Ucrania como Rusia han gastado en esta guerra se invertiría mejor en las necesidades de sus pueblos".
Por su parte, el Kremlin ha incidido en que la solución del conflicto pasa por reconocer "las causas profundas de la crisis" y reconocer los "intereses legítimos" de Rusia en el campo de la seguridad. Asimismo, ha señalado que el acuerdo de alto el fuego de 30 días ha de ir acompañado de "garantías de control" en el frente, del fin de la "movilización forzada" de Ucrania, así como de su posible rearme durante la tregua. El Kremlin también ha hecho saber a Washington sus recelos acerca de la capacidad de Ucrania para negociar, teniendo en cuenta que "ha saboteado y violado repetidamente" otros acuerdos alcanzados.*
Las
exigencias del Kremlin suponen la entrega indefensa de Ucrania, la imposición
de un camino sin retorno. De cumplirse, el país podría ser invadido rápidamente
pues no sabría de los ataques rusos hasta que lo tuviera encima y tampoco
tendría recursos para frenarlos.
Como ya
señalamos, contrasta con el apoyo incondicional a Israel, que viene a invocar
principios parecidos a los de Putin, la
seguridad es la ocupación y la repoblación. Sin embargo, esto es un juego sin
fin, pues siempre habrá frontera, un límite con el otro. Tras una Ucrania
ocupada, siempre habrá otra frontera que se perciba como amenaza, y cuanto más
poderosa sea Rusia más peligros percibirá a su alrededor.
Lo
mismo ocurre con un Israel que solo cifra en la fuerza su existencia. El vídeo
propagandístico, realizado con IA, de una Gaza reconstruida con hoteles,
casinos y playas, es tan irreal que solo se puede haber producido en una mente
enferma, lo que explica cuánto le gustó a Trump, que lo difundió.
Trump quiere mostrarse como ganador en la guerra de Ucrania y hacerlo también, de forma distinta, junto a Israel. En un caso, con un interlocutor como Putin y en el otro como un amigo de Netanyahu. De cada uno sacará algo distinto, pero piensa que así asegura un liderazgo mundial que promocionará. Todo tiene que parecer que está en sus manos, algo que aprovechan tanto Putin como Netanyahu, que son los ganadores reales.
¿Es la paz imposible así? Sí, en estos términos, Es un camino equivocado, basado en la fuerza, el dominio y la ocupación. Condena a la vigilancia permanente, al recelo. El papel de los Estados Unidos de Trump no permite construir paz, solo fortalecerse aparentemente. La realidad nos dice cada día que los Estados Unidos de Trump tienen cada vez más elementos en contra.
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RTVE.es |
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Carlos Pérez Palomino "Putin y Trump pactan el cese de los ataques a
infraestructuras energéticas ucranianas durante 30 días y el canje de
prisioneros" 20minutos 18/03/2025 https://www.20minutos.es/internacional/putin-trump-pactan-cese-los-ataques-infraestructuras-energeticas-ucranianas-durante-30-dias-canje-prisioneros-5692260/
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