domingo, 2 de marzo de 2025

El poder del grupo

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La noticia que nos trae RTVE.es confirma de nuevo el problema del acoso entre los jóvenes, el comienzo de algo que no desaparece tras esta etapa, sino que queda latente hasta que se producen de nuevo las condiciones adecuadas.

La violencia de género en sus diversas formas es parte de un proceso de constitución del yo que se genera gracias a la aceptación de una manera de ver el mundo, la patriarcal, que permanece en la superficie traducida a múltiples aspectos. Los jóvenes que lo han hecho una vez, que han formado parte de ese proceso han sentido algo al hacerlo, algo que volverán a sentir cuando lo ejerzan de nuevo; poder. La base del patriarcado se construye sobre ese sentimiento de posesión, de poder, de la mujer, el otro lado del mundo, la que debe plegarse a sus sueños y formas jerárquicas. Forzado a retroceder en las esferas públicas mediante las políticas sociales de igualdad, ese poder se manifiesta en el "grupo", en el que los afines captan compañeros para hacerles sentir ese poder.

Ese fenómeno de los grupos es propio de la adolescencia, de ese tiempo que supone la distancia de la familia hasta la constitución de las parejas, que determinan la edad adulta. La idea de partir de cero en cada etapa va contra la lógica y la experiencia nos dice otra cosa sobre esas divisiones artificiales de las personas.

La noticia de RTVE.es nos cuenta lo siguiente:

Los Mossos d'Esquadra investigan a cuatro chicos de 15 años de un instituto de Barcelona que supuestamente manipularon con Inteligencia Artificial (IA) fotos de sus compañeras de clase a las que colocaron unos cuerpos desnudos, y que compartieron por grupos de mensajería instantánea.

Los menores han sido denunciados a la Fiscalía de Menores por un presunto delito contra el ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas.

La policía catalana ha informado este jueves de que han localizado una quincena de fotografías de contenido sexual de compañeras de los investigados, con las que habían realizado un montaje de imágenes pornográficas que se pasaban unos a otros a través del grupo de mensajería.

Los Mossos iniciaron la investigación después de que un alumno alertara al profesorado de que algunos compañeros habían tomado fotos de las caras de algunas chicas del instituto y que después, con herramientas de IA, les habían colocado cuerpos desnudos que en ningún caso eran los suyos.*


Podemos camuflar esta práctica agresiva como "edad del pavo" o cualquier otra fórmula que consideremos "pasajera", pero es reveladora de un serio problema que no solo no debemos vigilar sino también dar la dimensión adecuada por lo que supone.

El descenso de las edades del acoso en sus múltiples variantes, de las violaciones en grupo en colegios e institutos nos adentran en un problema no puede ni debe quedar en anécdota.

La transformación de las compañeras en objetos de consumo sexual es una forma de violación simbólica, un acto cargado de sentido cuyo fin es la destrucción de las personas en su entorno. El "poder" se manifiesta en todas sus dimensiones, en todo momento, desde la elección de las "victimas" hasta la circulación selectiva de los receptores, que entran a formar parte del selecto grupo.

Hay una voluntad clara de hacer daño, de dañar la imagen de las compañeras afectadas, de convertirlas en víctimas de esa acción. Hay también una voluntad de crear un grupo que se expanda, el que compartirá la cima de ese mundo poderoso que se acaba de crear.

Desde ese momento el miedo a ser incluidas en esos mensajes pornográficos, a ser miradas de forma diferente, condicionará su vida y muchas, por miedo, puede acceder a acercarse a los miembros del grupo de poder.

La cercanía sin medida a la nueva tecnología, la accesible IA, les convierte en nuevos héroes tecnológicos con capacitación para ir haciendo cualquier cosa posible, hoy y mañana.

No se trata ya del acceso a la pornografía, algo fácil. Se trata de la posibilidad de crear un mundo pornográfico en el que ellos designan los papeles, deciden "quién hace qué con quién, dónde y cuándo". Poder absoluto. Da igual que sepamos que no es real; ellos no lo pretenden. Buscan ese poder de destruir a las personas a su antojo, sabiéndose, además, "inimputables".

Cada cierto tiempo aparecen noticias como estas que nos muestran una infancia y adolescencia que tiene muy poco que ver con nuestras idílicas visiones. 

Queda una esperanza, la de ese chico que lo denunció a las autoridades educativas. Ese chico sabía del mal que hacían, lo tenía claro.

El uso de la IA no se detiene ahí. Lo que se nos ofrece como un avance, tiene también enormes posibilidades de facilitar la maldad y el delito. Demasiado tentador.



* "Los Mossos d'Esquadra investigan a cuatro menores por manipular fotos de sus compañeras de instituto desnudas" RTVE.es/Agencias https://www.rtve.es/noticias/20250227/mossos-desquadra-investigan-a-cuatro-menores-por-manipular-fotos-companeras-instituto-desnudas/16468319.shtml

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