Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Creo
que se confirma lo que señalábamos ayer mismo sobre la respuesta rusa. Si hace
unos días titulábamos "¡Qué difícil es ser Zelenski!" dado que tu
interlocutor está más cerca de Rusia que de ti, es justo y comprensible que hoy
titulemos "¡Qué fácil es ser Putin!" por los mismos motivos , pero al
revés.
Cuanto
más poder de decisión le quitas a Ucrania, cuantos más apoyos desaparecen en lo
militar y en lo logístico, más fácil se lo está poniendo a Rusia. Pensar que
debilitando a Ucrania Rusia va a hacer lo que tú le dices es tan ingenuo como
casi todo lo perverso que se le ocurre a Trump, que confunde inteligencia con
fuerza. Trump no es inteligente; cree que donde existe la fuerza, sobra la
inteligencia, algo que la Historia demuestra que es erróneo. Como no es
"inteligente", tampoco se siente "responsable", que es una
virtud de la que carece entre otras. Eso hace que sean siempre los demás con su
resistencia a los que se haga responsables, incluso de una "III Guerra
Mundial", como le dijo a Zelenski en la Casa Blanca ante el estupor de
media humanidad.
Ahora
Putin, que ha conseguido una parte importante que Trump le ha servido en bandeja,
es cada día más difícil de convencer.
En el
diario El Mundo leemos:
Mark Galeotti, uno de los mayores expertos sobre la Rusia actual, cree que el Kremlin trata de ganar tiempo y aún no tiene una opinión definitiva sobre la tregua: "En general, creo que la falta de respuesta nos dice mucho sobre el funcionamiento del putinismo tardío, pero no sobre la respuesta del Kremlin a la propuesta de alto el fuego. No estoy convencido de que el propio Putin sepa aún cuál será su respuesta final".
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha reaccionado a las declaraciones rusas: "Y esto confirma una vez más que es Rusia la que busca continuar la guerra y tratará de retrasar al máximo el inicio de la paz. Esperamos que la presión de Estados Unidos sea suficiente para obligar a Rusia a poner fin a la guerra".
Por su parte, Putin y Lukashenko anunciaron leyes para permitir a los rusos postularse como candidatos y votantes en las elecciones locales bielorrusas y viceversa.*
En este cruce de palabras, toma especial significado la expresión "largo plazo" o "larga duración", que viene a revelar lo que Putin estima que debe ser, es decir, que lo que Rusia se "quede" no se devolverá nunca. Es una forma de fijar (por ahora) fronteras y reconocimiento de la conquista. Como la teoría rusa parte de la idea de que todo lo conquistado es, ha sido y será ruso, lo que se pudiera pactar para que Trump haga de superhéroe Marvel será definitivo, una victoria rusa. De hecho, Putin no aceptará nada que no pueda vender internamente como una victoria "justa". Verlo de otra forma es ingenuidad o algo peor.
En este extraño juego, el papel de los Estados Unidos de Trump es realmente sibilino, por no decir otra cosa. Está entregando Ucrania y vendiendo que cuanta más Ucrania quede en sus manos (económicamente) más "protegida" está, algo que hemos visto en las películas de gánsteres norteamericanas. No proteges a los demás sino que te queda con la mayor parte, con lo que así defiendes no al otro reducido, sino tus propios intereses. ¡Parece mentira, pero a esto hemos llegado!
Estados Unidos podría irse, como ya ha hecho tras ocupar algunos países (el caso de Afganistán es claro) y dejar de interesarle. Pero la mente de Trump es otra cosa y necesita "cobrarse" lo que considera una "inversión" o una "deuda".
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BBC Mundo |
Esto hace feliz a la Rusia imperial de Putin que mantiene a los famosos "oligarcas" en la sombra, pero con la misma voracidad depredadora que los halcones de Trump. La ambición rusa es sobre todo espacial, expansionista. No quiere países limítrofes que no controle y así lo hizo tras la II Guerra Mundial, la que hubo antes de Zelenski. Le importa la anexión y no tener un vecino en la OTAN.
Dicen en El Mundo que Putin quiere unas condiciones que resuelvan el conflicto de forma duradera, que es la forma de decir que se anexiona lo invadido y no lo devolverá. Solo si consigue lo que quiere, hablará de paz y se debe entender como estar satisfecho con lo conseguido... por ahora.
Pero ¡qué fácil es ser Putin! si todo te lo dan trillado. El curioso fenómeno de como los deseos de Putin coinciden milagrosamente con los éxitos de Trump no dejarán de sorprendernos.
Ahora, cuando ha conseguido mucho de lo que quiere, Putin quiere más.
* Alberto Rojas "Putin rechaza la propuesta de alto el fuego de EEUU e intenta imponer sus propios términos" El Mundo 13/03/2025 https://www.elmundo.es/internacional/2025/03/13/67d2c3f6e9cf4a74278b4582.html
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