viernes, 13 de octubre de 2023

El odio mutuo

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Los palestinos de Gaza tienen dos carceleros: Hamás y el estado de Israel. El primero es un grupo terrorista al que se le ha permitido usar a la población civil para esconderse y actuar. Como ya hizo Gadafi en su momento, necesitan rodearse de civiles para causar víctimas y protegerse ellos mismos con la intención de no ser contra atacados. El segundo un estado que usa de la violencia sin límites, un estado que no escucha las llamadas a la proporcionalidad, aunque no sepamos muy bien cómo se mide eso.

Se empieza condenando los ataques de Hamás y se acaban condenando las represalias de Israel. No hay límites para cada uno de ellos. Es el ensañamiento mutuo, un ciclo infernal de acciones y reacciones sin fin, un crecimiento de la violencia irracional sin importar sus consecuencias para los que están allí.

El momento elegido por Hamás para lanzar su ataque es relevante y hay que ver cuál es su intención o la de los que están detrás de él. Cuando hablo de intención no me refiero a la evidente de arrastrar la mayor cantidad de gente posible y así obtener más visibilidad y apoyos. Me refiero al momento estratégico elegido, a ese elemento en la oscuridad que ha determinado el instante de una bien preparada operación con la intención primero de mostrar su fuerza ante Israel y el mundo, algo que conlleva la idea de debilidad del enemigo, algo que Israel no se puede permitir.

Lo que se ha resaltado del ataque de Hamás ha sido lo bien orquestado —como la elección del concierto cerca de la frontera y el ataque aéreo con los parapentes— y, sobre todo, el fallo de seguridad, el fracaso de la Inteligencia israelí, probablemente distraída con otros posibles planes de ataques fingidos. Por mucho que se diga que "muy pocos los sabían", que basta una orden, etc. un ataque así no se produce sin una doble situación: planificación y fallo preventivo.

En esta guerra discontinua se buscan las muertes porque son la motivación. Para unos las muertes de civiles les hace ganar simpatías para la causa. No hay misericordia para los propios, que son tratados como simples cuerpos que exponer destrozados. Por otro lado, los bombardeos destruyen todo lo que alcanzan, sea lo que sea. Es la guerra de barbarie de la que hemos hablado. Destruir es la solución para ambos bandos, independientemente del dolor causado sin importar a quién. Los más inocentes son los que están más expuestos; son los que son sacrificados sin ser preguntados.

Se busca la escalada que lleve al final, tratando de evitar una guerra de desgaste, un enquistamiento. Se busca multiplicar los conflictos en distintas zonas o, si es necesario, por todo el mundo. El yihadismo violento no tiene distinciones en los enemigos.

En Antena 3 leemos sobre la amenaza mundial lanzada por Hamás, llamamiento a la "ira" en todas partes donde haya un musulmán: 

Jaled Meshal, líder político de los combatientes de Hamás y uno de los fundadores del grupo, emitió un llamado el pasado miércoles donde instó a musulmanes de todo el mundo a participar en una "jornada de ira" este viernes y a comprometerse en la yihad islámica, lo que se percibe como una amenaza potencial para las comunidades judías en todo el mundo.

Se encienden las alarmas en todo el mundo

Ciudades de todo el mundo están fortaleciendo sus medidas de seguridad en previsión de posibles acciones de individuos conocidos como "lobos solitarios". Las capitales de diversas naciones han decidido cerrar colegios judíos este viernes como precaución ante cualquier eventualidad. Tanto los gobiernos como las instituciones han emitido advertencias sobre la posibilidad de ataques yihadistas, después de que el grupo Hamás instara a actuar en todo el mundo en lo que han denominado "viernes de ira".

Los gobiernos de la Unión Europea, incluyendo el gobierno de España, han tomado nota de esta declaración y han tomado medidas para prevenir posibles incidentes como resultado del llamado de Meshal, el cual insta a "manifestar enojo, especialmente el próximo viernes, tanto en países de mayoría musulmana como en la diáspora musulmana en todo el mundo".

También ha pedido no subestimar la amenaza de los terroristas el alcalde de Nueva York. El Capitolio de Estado Unidos ha reforzado su seguridad. Y en Ámsterdam cierran hoy los colegios judíos.*

A lo que se llama es a destruir. Un simple paseante —como ya ha ocurrido— puede ser víctima de un acuchillamiento, de un disparo o de una explosión; puedes estar trabajando en una torre de oficinas o ir viajando en un avión. La víctima no sabrá nunca porqué y a los demás solo les queda llorar.

Esta irracionalidad no es solo desde la yihad, desde el extremismo islámico. La actitud de Israel es advertir sobre la destrucción y después ejercerla. No se permiten miramientos en la administración de su propia violencia. Han lanzado una advertencia para que la población huya. Los que se queden es por su cuenta y riesgo. Hamás, dentro de su política de "martirio" les ha dicho que se queden.

Una de las primeras noticias que salieron a la luz fue el ajusticiamiento por parte de Hamás de palestinos lejos de su orden. Todos los que no obedezcan, serán eliminados. No quieren tener palestinos que busquen algún tipo de calma o acuerdo. Ellos solo tienen un objetivo, la destrucción de Israel. Eso implica todo tipo de prácticas y objetivos, incluidos los que por extensión consideran amigos de Israel.

La realidad de esta situación, puesto que es imposible resistir en Gaza, no es otra que elevar el conflicto y extender su contagio dentro de la lucha por el prestigio "islámico" entre grupos y países. En esto es esencial la diferenciación entre gobiernos y sociedades, cuyo vínculo no es democrático. En el mundo islámico el poder, incluido el más autoritario se justifica por su línea islámica. No se puede derribar a un gobernante autoritario, pero sí a uno que incumpla los preceptos religiosos. La propia Universidad de Al-Azhar, como vimos hace unos años, ya se ocupó de dejarlo claro. De esta forma, los gobiernos que se acercaban a la normalización con Israel (de hecho, muchos tienen lazos de diverso tipo) se ven en un conflicto con su población (a la que acabarán reprimiendo) si se manifiestan contra de las acciones de Hamás.

La brutalidad israelí, su política de represión, de ocupación, etc. alientan lo mismo que combate, la violencia. ¿Por qué el diálogo, una solución, es imposible? Probablemente porque nadie la quiere, nadie la busca. Los que lo han intentado por ambos bandos han sido asesinados por sus propios radicales, de Sadat a Rabin.

Lo terrible de lo que ocurre es que no se escucha a nadie hablar de "paz", solo de guerra, muerte, violencia, odio. No es un conflicto "enquistado", como se suele decir. Es un conflicto en el que el odio (terrible palabra normalizada), el deseo de extinción absoluta del otro está siempre presente. La deshumanización del otro acaba siendo la deshumanización de uno mismo arrastrado por ese odio que crece. Es el odio que solo ve una parte, la propia. 

Nada de lo que el odio preside acaba bien. La historia lo demuestra. No se trata de estar con unos o con otros, sino del lado de los que sufren sin buscarlo, solo por haber nacido en un sitio u otro, tener una religión u otra. Desgraciadamente, los que buscan los desastres pensando que van a sobrevivir a él se equivocan. Lo que queda es tan poco y está tan manchado de sangre que apenas merece la pena los sacrificios y martirios.

Hace falta más gente que busque la paz. Desgraciadamente solo se busca el desastre, la destrucción, que no quede nada. Los que quieren la paz son los enemigos de ambos.

 

* "Alerta global: Hamás declara el 'viernes de ira' e insta a la yihad a actuar por todo el mundo" Antena 3 13/10/2023 https://www.antena3.com/noticias/mundo/alerta-global-hamas-declara-viernes-ira-insta-yihad-actuar-todo-mundo_202310136528f42de0d762000129fe7a.html

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