Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Me
entero de que el primer domingo de octubre es el Día Europeo de la
Depresión. Vivimos en un ruidoso y llamativo entorno que trata mostrar una
artificial felicidad basada en el ocio, pero parece que esto no es suficiente.
En
Antena 3 nos recuerdan el peso que esta enfermedad / estado tiene en el día a
día del mundo:
La Organización Mundial de la Salud se refiere a esta patología mental como la principal causa de discapacidad en todo el mundo. Se estima que una de cada cinco personas sufrirá depresión a lo largo de su vida. A nivel mundial, la depresión afecta ya a 300 millones de personas, lo que algunos ya consideran como una pandemia.
En España, alrededor de 2,1 millones de habitantes tienen un comportamiento depresivo y más de 200.000 españoles padecen una sintomatología depresiva grave.*
La
depresión tiene dos lados: el interno, con las condiciones biológicas, pero
está también la influencia del exterior, el medio en que nos encontramos, la
forma en que nos relacionamos con el mundo.
Curiosamente
en todo el texto de Antena 3 no se refleja esa coincidencia de factores que
hacen que no sintamos deprimidos. Es como si se quisiera dar la sensación de
que el mundo funciona y que los que se encuentran deprimidos lo son por causas
internas. Creo que esto no es demasiado correcto no diferenciarlos y hay muchas
causas exteriores que van creando ese estado depresivo.
Conozco muchas personas que se encuentran deprimidas, al igual que conozco personas que son víctimas de estados de ansiedad. Ansiedad y depresión son las dos caras de la moneda del mundo actual. No arreglamos nada, sino que se recetan pastillas. España está a la cabeza del consumo de ansiolíticos, según cifras recientes.
Son
muchas las cosas que inciden en estos estados peligrosos. En la información se
nos dice que las probabilidades de suicidio aumentan con los estados depresivos
graves. Ha aumentado el número de suicidios de jóvenes en estos tiempos.
En su
artículo en la revista del INJUVE sobre la depresión en los jóvenes, la doctora
Almudena García Alonso, de la Facultad de Psicología de la UCM, señala:
La depresión se trata de un
trastorno psíquico, habitualmente recurrente, que causa una alteración del
estado de ánimo de tipo depresivo ( tristeza ) a menudo acompañado de ansiedad,
en el que pueden darse, además, otros síntomas psíquicos de inhibición,
sensación de vacío y desinterés general, disminución de la comunicación y del
contacto social, alteraciones del apetito y el sueño (insomnio tardío) agitación
o enlentecimiento psicomotor, sentimientos de culpa y de incapacidad, ideas de
muerte e incluso intento de suicidio, etc. así como síntomas somáticos
diversos.
Hollon y Beck (1979), definen la depresión como el síndrome en el que interactúan diversas modalidades: somática, afectiva, conductual y cognitiva. Considerando que las distorsiones cognitivas en el análisis y procesamiento de la información, son la causa principal del desorden a partir del cual se desatan los componentes restantes.
Para algunos autores, los síntomas de la depresión en el adolescente son: aburrimiento, fatiga, nerviosismo, falta de concentración, llamadas de atención, conducta sexual anárquica, hipocondría y agresividad (Weiner, H.; Glaser, D.; Malmquist, C.P.) Toolan, M.(1.996) sin embargo, se centra más en trastornos del comportamiento: desobediencias, faltas injustificadas a clase, cólera, fugas injustificadas, auto destructividad, tendencias masoquistas y predisposición a los accidentes, conceptos (agresividad, problemas escolares e inestabilidad) que ya citaba Bakwin, H. en 1.956. De todos modos, existe un infra diagnóstico de la depresión en la adolescencia, debido a la interpretación de la variabilidad de los estados de ánimo como cambios hormonales propios de esta etapa.**
Este carácter de "infra diagnóstico" es importante porque las consecuencias son graves y acaban produciéndose hechos violentos, trágicos o ambos a la vez.
Nos estamos acostumbrando a ignorar muchos de estos síntomas que los psicólogos y maestros de los centros apenas detectan, al igual que las familias. Ya sea porque piensan que son "cosas de la edad", ya porque los ignoren, lo cierto es que están ahí cada vez más presentes.
Muchos de esos síntomas los hemos visto descritos en artículos cuando ya había muy poco que hacer, cuando el mal se había producido, contra uno mismo o contra otros. El "demasiado tarde" es demasiado frecuente.
Deberíamos cambiar nuestro concepto de lo que es una sociedad que funciona, establecer algún tipo de parámetros que permitieran ser conscientes del ambiente negativo que se crea en los ambientes infantiles y juveniles. Algo falla.
Espero que este Día Europeo de la Depresión sirva para intentar hacernos conscientes del problema. Muchas veces es nuestra forma de tratar a otros, positiva o negativa, la que marca su estado. Unas palabras de apoyo, el sentir que le importas a alguien, es más importante de lo que pensamos. Deberíamos insistir en ello e informar de estas sencillas fórmulas que pueden salvar a muchos. Y hacernos más felices, algo que confundimos con matar el tiempo.
En el texto de Antena 3 se habla de la depresión como "pandemia", algo que parece claro.
* "Día Europeo de la Depresión: cómo luchar contra esta pandemia" Antena 3 Noticias 1/10/2023 https://www.antena3.com/noticias/salud/dia-europeo-depresion-como-luchar-esta-pandemia_202310016518efc81fb4a600013e1c8b.html
** Almudena García Alonso "La depresión en adolescentes" en "La salud mental de las personas jóvenes en España", Revista de Estudios de Juventud, nº 84 - Julio 2009 p. 85 INJUVE, Madrid.
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