Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El
rasgo principal del paro en España es que forma parte del propio modelo de
sistema económico. Desde hace muchos años estamos estancados que es el modelo
que elegimos para nuestro pobre desarrollo, el modelo turístico que trabaja
sobre la idea de temporadas, es decir, de intermitencia. El que quiere algún
tipo de contrato estable se tiene que ir fuera. No tenemos mucho más que
ofrecer y los poderes económicos siguen tirando del mismo modelo porque es el
que les favorece.
Ese
modelo se basa en trabajo barato y eso se consigue con una gran cantidad de
parados, esencialmente parados jóvenes, que son retomados en las fechas
adecuadas. Los gobiernos españoles han favorecido este modelo y no lo ocultan.
Los empresarios de estos sectores, implacables, siguen pidiendo
"flexibilidad" que no es otra cosa que seguir abaratando el empleo
mediante la capacidad de despedir. De esta forma la normalidad no es trabajar,
sino seguir el ritmo de empleo y despido que el sector turístico y del ocio
requieren.
En Antena 3 Noticias nos vuelven a informar de lo que ya sabemos, pero debemos fingir que desconocemos, lo que el propio modelo produce y que se acepta sin más. Con el titular "El desempleo castiga a los jóvenes: el 86% de los nuevos parados tiene menos de 25 años" se nos cuenta que
Después de las vacaciones de verano, el paro subió
en el mes de septiembre en 19.768 personas. Un aumento que deja una cifra
total de parados que llega a los 2.722.468.
El desempleo ha castigado sobre todo a los más
jóvenes. El 86% de los nuevos parados tiene menos de 25 años, lo que
supone 17.043 personas más respecto al mes anterior. Sin embargo, el total de
parados jóvenes es de 205.000 personas, una buena noticia, ya que es la cifra
más baja de los últimos quince años.
El sector servicios es el más
afectado
Como es costumbre al final de las vacaciones y de la
temporada de verano, el sector más afectado es el sector servicios. De
hecho, el 90% de los nuevos parados se concentra en este grupo.
El perfil del nuevo parado es un hombre o una
mujer de menos de 25 años que pertenece al sector servicios y que ha trabajado
durante la temporada con un contrato
temporal.
De los que han perdido su trabajo, ocho de cada diez
se concentran en
Andalucía. Sevilla y Cádiz son las ciudades más afectadas entre los jóvenes.*
El que no se consuela es porque no quiere. Cada vez tenemos menos jóvenes, pues somos uno de los países más viejos del mundo y lógicamente los parados jóvenes son menos porque no hay. Los despedidos lo son de sus contratos temporales y ya recordamos las recientes declaraciones de la patronal hostelera por la que después se pidió disculpas.
Llevamos tiempo intentando hacer comprender (sin esperanza) que toda esa angustia, depresión, hartazgo, ira, etc., que todas esas depresiones, ataques de ansiedad, suicidios de jóvenes tienen mucho que ver con todo este panorama, del que lo mejor que se puede decir es que es "deprimente".
Las esperanzas de los más jóvenes para labrarse un futuro que no sean estar tras una barra de bar y estar entrando y saliendo de contratos temporales, son cada vez más débiles. No se ofrecen soluciones, año tras año, a algo que se considera ya una forma de "normalidad" y para el que los políticos carecen de respuestas, es decir, de un modelo alternativo para hacer cambiar esta situación. ¿Por qué cambiarla?
Nuestros políticos son incapaces de forjar otro modelo al que se puedan incorporar jóvenes con distintos perfiles, deseos más ambiciosos y mejor formados en diferentes niveles. Permanentemente se insiste en que no hay jóvenes formados para lo que solicita el mercado. Pero la función de la educación no solo es crear perfiles laborales, sino atender también al desarrollo de las personas. Lograr un equilibrio entre ambas necesidades es importante para una sociedad. Pero solo una de estas tendencias es exigente. La juventud es contemplada como mano de obra barata, por un lado, y como consumidora del un sector del ocio, manteniendo el desequilibrio.
Como sociedad hemos dejado de aspirar a lo mejor y solo buscamos sobrevivir unos y enriquecerse otros. Desde las administraciones lo que se busca es la forma de manejar las cifras para que sean lo menos escandalosas posibles, mientras que para las patronales lo que se busca es el empleo más barato posible y su "flexibilidad".
Esas cifras de entradas y salidas del empleo nos dan cuenta constante de lo que ciertos sectores consideran como situación "ideal" para un modelo estacional y cada vez más precario. No hay perspectiva de que esto mejore porque ya es una enfermedad "consolidada" que contemplamos con cierta naturalidad.
Hay demasiadas cosas dejadas a su suerte en España. Una de las más dramáticas es la que afecta al desempleo juvenil. Europa lo ve de otra manera, por eso les duplicamos los parados jóvenes.
* María Rodríguez "El desempleo castiga a los jóvenes: el 86% de los nuevos parados tiene menos de 25 años" Antena 3 Noticias 3/10/2023 https://www.antena3.com/noticias/economia/desempleo-castiga-jovenes-86-nuevos-parados-tiene-menos-25-anos_20231003651c104390d39d0001e8b2d4.html
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