domingo, 18 de junio de 2023

Vetos y votos

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La exclusión de Irene Montero de las listas de Sumar pone límites claros a lo que el propio nombre de la formación, plataforma, movimiento, etc. representa. Es decir, se puede "sumar" casi todo; hay límites.

La sonrisa abierta de Yolanda Díaz no representa ningún rasgo de inocencia, sino que es parte de la fachada, de lo que representa, más que de lo que es. No se llega a donde ha llegado por sonreír, evidentemente, sino por un plan bien trazado que juega con el tiempo en términos de límites con el tiempo en sentido de experiencia. Solo los que aprenden de lo vivido sobreviven. Y Díaz ha comprendido que hay cierto equipaje que es peligroso llevar en la maleta para llegar a algún puerto seguro. Pongo el énfasis más en el "seguro" que en el "puerto". Creo que ella también.

Yolanda Díaz, como Ulises, se ató ella misma al mástil para evitar las tentaciones en forma de canto de sirenas que es lo que la ha estado rondando desde antes que se produjera la convocatoria de elecciones. Díaz sabía que el problema estaba en Podemos, en su forma depredadora, y, dentro de Podemos, en Irene Montero.

La política española es complicada y compleja. Más complicada que compleja, quizás. Las fragmentaciones descendentes y las unificaciones ascendentes complican mucho las cosas. Lo que se puede ver hoy puede ser dividido casi hasta el infinito rastreando micro grupos que se fusionaron una y otra vez, mientras se seguían dividiendo al llegar a ciertos tamaños y formas incompatibles. El límite por arriba está en el PSOE, por lo que ha sido el enemigo natural de Podemos, es decir, primero de Pablo Iglesias y después de Irene Montero, que tanto montan.

Cuando los pequeños grupos crecen empiezan a tener los deseos de los grandes, el poder. Lo que empieza siendo romántico, acaba siendo pragmático. La selección natural política hace que los depredadores pronto se hagan con el poder y eliminen los restos de los caídos. Lo acabamos de ver en el PP, deshaciéndose de los restos de la directiva anterior; y lo vemos en el PSOE con los aliados de la legislatura.

Crear una nueva plataforma a la izquierda del PSOE tiene dos finalidades: dejar de luchar con el PSOE para acceder al poder y no tener que depender de Podemos, con la figura de Irene Montero al frente. Por muchas lágrimas que se derramen, por muchos lamentos que se escuchen, lo cierto es que puesto en la balanza el romanticismo y los posibles cargos y poder a la vista, el corazón se aparca. ¿Para qué quiere "corazón" alguien que se dedica a la política?

Yolanda Díaz hizo algo interesante en este juego del poder. No tomó cuerpo hasta que no hubo otro remedio y las prisas por colocarse cada uno harían que fuese la misma formación quien se deshiciera de Montero aceptando el veto.

En RTVE.es nos describen el "trauma" así:

La ministra de Igualdad y número dos de Podemos, Irene Montero, ha lamentado el "veto injusto" a su presencia en las listas de Sumar, un veto que la líder de esta coalición y candidata a las elecciones generales, Yolanda Díaz, "ha decidido mantener". Se ha pronunciado así en una intervención este sábado en el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, sus primeras declaraciones públicas desde que se conoció su exclusión de las listas.

La formación morada asume ya definitivamente que Montero no entrará en ninguna lista, lo que era su pretensión, ya que todavía quedan dos días antes de que finalice el plazo para presentar las listas del 23J. "Hemos intentado que los dirigentes de Sumar rectificaran esta decisión. Lamentablemente, no ha sido posible", ha asegurado la secretaria general del partido, Ione Belarra, quien ha intervenido antes de la ministra de Igualdad.*


Puede que las lágrimas de Belarra sean hasta sinceras, pero en la balanza estaban Montero y la posibilidad de acceder a algo en el futuro, mantener alguna forma del "ser" político. Había que elegir y, si hay suerte, siempre se podrá invitar a Montero a tomar café en el ministerio que toque, si toca. Empecinarse en imponer a Irene Montero hubiera sido suicida para la formación. De esta forma se puede mostrar el "sacrificio" que asumen. ¡Todo por la izquierda a la izquierda! Algún provecho se le sacará al sacrificio.

El descubrimiento de que había por ahí un partido inscrito para las elecciones próximas que coincidía con la sede de Podemos no ha ayudado mucho y ha servido para ver no todo sale en las fotos oficiales.

En El Heraldo se nos contaba este incidente, este "error" político:

El Ministerio del Interior ha aceptado la inscripción de un nuevo partido, denominado "Juntas sí se puede", cuya sede oficial es la misma que la de Podemos, pero que se ha debido, según esta formación, a "un error que se está subsanando".

En el registro oficial de partidos políticos del Ministerio del Interior figura con fecha del día de hoy, 8 de junio, la inscripción de la formación política "Juntas sí se puede", con sede en la madrileña calle Francisco Villaespesa 18, donde está ubicada la formación morada.

Fuentes de Podemos han asegurado a EFE que han remitido un escrito al Ministerio del Interior para pedir que se anule inmediatamente el registro de este nuevo partido, en el cual figura como representante legal Carlos Gil Cuevas, coportavoz provincial de Podemos en Segovia.**


¿Error? Hay muchas cosas que se pueden hacer por "error", pero no inscribir un partido político con ese nombre un "8 de junio".

Yolanda Díaz ha ocultado la materialidad de su proyecto antes de que lo destruyeran, ocuparan o lo anularan. Cualquiera de esas opciones era posible en esta guerra territorial por el mismo espacio. Con la nada por un lado y el PSOE por otro, lo que queda a Sumar es una política de no agresión y buena vecindad.

Sin embargo, una estrategia que se base en crecer todo lo posible para poder después pactar con el grupo más próximo tiene sus riesgos: crecer más allá de lo necesario y que lo que el otro pierde haga que no sean posible pactar porque el otro lado (la derecha) se ha quedado con todo. El peligro es el mismo si se produce una pérdida grande (como ha ocurrido con el hundimiento de Podemos); los pactos no dan ocasión a quedarse con nada. Un fracaso si, como en el juego de las Siete y Media, te pasas o no llegas.

La actitud de Podemos en el tiempo de la coalición de gobierno con el PSOE no ha contentado a nadie. Iban a lo suyo, a rentabilizar al máximo que les necesitaran y a despreciar a sus compañeros. Ellos eran los buenos y los socialistas unos "vendidos" a la derecha, unos cobardes y traidores. Eso ha hecho que una parte importante de los socialistas se volvieran contra Pedro Sánchez además de contra sus aliados envenenados.

Esa política — ¡vaya usted a saber por qué!— se ha identificado con Irene Montero. Y han comenzado mal atribuyendo a Montero el papel de la "mujer universal" y no la dirigente dura que ha sido en este tiempo de coaliciones:

Belarra admite que dentro de Sumar tendrán "un papel modesto". "No vamos a marcar la estrategia de esta campaña, nuestro trabajo va a ser ponernos por detrás de Yolanda Díaz y estar allí donde se nos pida". Ha afirmado que el veto a Montero es "sobre todo un error porque implica la victoria del disciplinamiento de las derechas", que manda un mensaje político "peligroso" para la izquierda y la lucha de las mujeres.

Además, este veto manda un mensaje político "peligroso hacia las luchas de las mujeres". "Supone decirle a las personas que ponen el cuerpo por la gente, a las mujeres que están a la vanguardia luchando por los avances feministas, que al final los ataques logran su objetivo", ha ahondado.*


Que Irene Montero represente "la lucha de las mujeres" es  excesivo, casi un insulto para las muchas mujeres que luchan cada día por los derechos de todas. Pero esto cuadra bien con ese carácter épico que se han atribuido y que les hace intocables porque si no están el mundo se hunde. Es ese tipo de protagonismo el que resta credibilidad.

Quizá el sistema, en un mundo de pantallas, obligue a este narcisismo extremo de los líderes. Curiosamente, hemos pasado del "bipartidismo", la concentración en el partido, programa, etc., a la atomización narcisista de la política en donde los políticos se separan unos de otros y se juntan o reciclan en la siguiente ocasión, cambiando de siglas, colores o lo que haga falta.

Es precisamente ese protagonismo heroico y excluyente el que ha creado enemigos, primero en el PSOE (que lo padeció) y después en Sumar (que ha querido evitar un futuro previsible). Al final la fórmula "líder +  metáfora" ("Díaz + Sumar" o "Montero + Podemos", ahora "Belarra + Podemos") es la que triunfa, quizá porque McLuhan tenía razón y es el sistema de comunicación el que da forma a los mensajes convirtiendo a los líderes (de Sánchez a Día, de Feijóo a Díaz Ayuso) en mercancía mediática de consumo. Lo que saquen después en votos es lo que permite trabajar tanto de cara al público como en la sombra. Ya no hay política sin cámaras, sin metáfora, sin colores. 

Algunos dan por cerrado el ciclo de la Nueva Política porque precisamente sus dirigentes han empezado a dejar de ser "el pueblo" y han empezado a discutir sobre puestos en las listas, cargos en ayuntamiento y ministerios, etc. Era lo que se criticaba antes, pero una vez llegados al poder, una vez en la cima, todo se vuelve a iniciar.  Lo que queda por ver es si se vuelve al bipartidismo a la española o si se entre en la "nueva nueva política".

 

* Álvaro Caballero "Montero lamenta el "veto injusto" de Díaz y Podemos asume que no irá en las listas: "Nos toca ponernos detrás"" RTVE.es 17/06/2023 https://www.rtve.es/noticias/20230617/montero-veto-injusto-yolanda-diaz-mantener/2449768.shtml

** "Podemos registra "por error" un nuevo partido con domicilio en su sede" El Heraldo 8/06/2023 https://www.heraldo.es/noticias/nacional/2023/06/08/podemos-registra-nuevo-partido-domicilio-misma-sede-1657492.html#:~:text=En%20el%20registro%20oficial%20de,est%C3%A1%20ubicada%20la%20formaci%C3%B3n%20morada.

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