sábado, 10 de junio de 2023

El rechazo egipcio

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)


Lo que ocurre con Egipto es cada vez más incomprensible para el resto del universo. Al contrario de lo que predica el régimen sobre su influencia, el narcisismo egipcio está empezando a tomar proporciones pasmosas y cuyas reacciones resultan extrañas, por decirlo de una manera suave y abierta a la interpretación de cada uno.

Por resumirlo, Egipto tiene la pretensión de controlar e imponer  una imagen exterior. Por definición, esta es incontrolable ya que queda fuera. Lo que el régimen egipcio hace en el interior no puede imponerlo a los demás. Por ejemplo, a la cantante Sherine se la condenó por "ofender al río Nilo". La "ofensa" fue una respuesta rápida a alguien del público. Hay una canción emotiva que dice que quien bebe las aguas del Nilo siempre regresará.

Así nos lo contaban en 2018, cuando ocurrió el incidente, en Egyptian Streets:

In February 2018, Egyptian singer Sherine Abdel Wahab was sentenced to six months in jail after a fan asked her to perform her popular song “Haven’t You Ever Drunk from the Nile?” (Mashrebtesh Men Nilha), to which she responded, “No, you’d get Schistosomiasis. Drink Evian instead.” This flippant comment was ruled a serious offense to the river to such an extent that Egyptian officials determined it warranted an arrest.

Schistosomiasis, a water-borne disease, has a very long history in Egypt, infecting a high percentage of the ancient Egyptian population up to 5,000 years ago. More recently, the Egyptian cultural icon, Abd al-Halim Hafiz, died from the disease in 1977.

Although Egypt has combatted Schistosomiasis for decades, the Nile parasite continues to afflict the nation-state. Shortly after the Egyptian government called for Sherine’s arrest, the performer profusely apologized and insisted her comment was nothing more than a “silly joke.” However, in a country where the Nile serves as the primary source of drinking water and irrigation, was Sherine’s comment not simply an honest raising of awareness in the Egyptian public’s best interest? Furthermore, did Sherine, as a popular public figure whose lyrics encourage drinking from the Nile, do a disservice to people who may take those lyrics literally by relegating her comment to a joke?*

El absurdo es que en un país se llegue a este extremo. Escribo "país" con cierta reticencia. Los sucesos de esta clase en Egipto son una extraña mezcla de movimientos gubernamentales y populares. Hay veces que se puede llamar "oficial"; pero, en otras ocasiones, el movimiento es "social", desatándose reacciones variadas e intensas. La opinión egipcia se mueve al son de estas circunstancias que se convierten en terremotos y tsunamis, en ira contra los que atentan contra alguna cosa suya.

Es lo que ha ocurrido ahora con el "incidente" de la Cleopatra "negra" de Netflix. De repente los enormes problemas egipcios (inflación, depreciación de la moneda, desempleo...) desaparecen y el único problema resulta ser una "Cleopatra negra" que sacude los "milenarios" cimientos del país. Los gritos pidiendo la prohibición de Netflix en todo el territorio se elevan airados. Ahora vamos un paso más allá, lloviendo sobre mojado.

En Egyptian Streets nos explican el nuevo caso:

Egypt’s officials have banished a team of Dutch archaeologists from working in the country following a controversial ‘Kemet’ exhibition likening ancient Egyptian figures to modern American artists.

The focus of the exhibition ‘Kemet. Egypt in hip-hop, jazz, soul & funk’ is on ancient Egypt influencing primarily black musicians such as Nas, Beyoncé and Rihanna.

The ban, which was reported by Dutch News and the BBC, posits that the National Museum of Antiquities in Leiden found its team banned from excavating in Egypt due to the content of the exhibition ‘falsifying’ history.

According to the BBC, the museum stated that a senior Egyptian antiquities official communicated in an email that it was to discontinue excavating in the site of Saqqara after almost 50 years.

“The influence of ancient Egypt and Nubia is evident in the works of a multitude of musicians of African descent, including icons of jazz such as Miles Davis and Sun Ra and contemporary artists such as Beyoncé and Rihanna,” the museum’s description of the exhibition reads.

“[…] Many artists of African descent are keen to stress the recognition of ancient Egypt as an African culture. Through their music, lyrics and visual representations, they convey their connection to the millennia-long history of the region along the Nile River, and claim this history as part of their past, present and future identity, as exemplified by the cultural phenomenon of Afrofuturism,” it continues.

Nonetheless, the exhibition’s focus sparked backlash on social media, to which the museum previously responded to in a statement, that it has taken great care in curating the exhibition to highlight the depiction of ancient Egypt and the messages in music by black artists. It has also stated that it has received racist and offensive comments regarding the exhibition, which runs from April to September 2023.**

 

Como puede apreciarse en el texto anterior, no se trata ya del "color" de Cleopatra, sino del hecho de que sean artistas afroamericanos los que reivindiquen su conexión con el antiguo Egipto. A veces, los nombres nos juegan malas pasadas esencialistas. La coincidencia del nombre "Egipto" entre aquella cultura y la actual, que tiene poco que ver con aquella, hace ver al gobierno egipcio que pueden —de nuevo— definirse como "propietarios" no solo de la tierra sino de la Historia. Es como si España reclamara a los músicos norteamericanos que dejarán de usar el "flamenco" como inspiración en sus composiciones porque son nuestras.

Que los músicos afroamericanos reivindiquen su inspiración en la cultura egipcia revela el fondo del asunto: la africanidad o, si se prefiere, más precisamente la negritud. La pretensión de las autoridades egipcias de controlar, de adjudicar y de gestionar la imagen del pasado es ridícula y contraproducente porque solo perjudica a Egipto.

Donde los artistas afroamericanos ven inspiración, el estado egipcio actual ve "propiedad". Es propietario de los ciudadanos, que son "suyos" dentro o fuera del país, da igual que tengan otro pasaporte; y es propietario de una historia reescrita interesadamente para cultiva precisamente el fenómeno del nacionalismo que les separa del "arabismo", como un movimiento transnacional, y del "confesionalismo", que borra las barreras nacionales en favor de la religión.

Sin embargo, el nacionalismo actual busca el protagonismo absoluto de Egipto como líder sin preguntar a los demás si desean ser liderados. El ataque en respuesta a artistas afronorteamericanos del hip-hop o de cualquier otra tendencia es ridículo y contraproducente, repetimos. Quizá hasta podía pensarse que la cruzada es contra el propio hip-hop y el rapeo, que está en el punto de mira del gobierno egipcio porque de allí salen demasiadas letras críticas. La verdad es que hay tantas prohibiciones absurdas en Egipto (como señaló Orwell, el verdadero poder absoluto es irracional, incomprensible), que se hace difícil entender todo aquello que se prohíbe.


Entrampado en sus propios controles, el gobierno egipcio teme ser acusado por los que actúan en la sombra de no cuidar lo suficiente la "sagrada imagen" de Egipto. Esto es una especie de movimiento pendular en el que el nacionalismo escénico del régimen se ve comprometido ante la misma opinión pública que responde a ese primer movimiento. Cuanto más se sacralice el pasado egipcio, más sensible será a cualquier acto que lo mencione o lo roce.

Eso se traduce en este disparate de prohibir las excavaciones al grupo de arqueólogos holandeses, perjudicados por mostrar la conexión de artistas afronorteamericanos. Parece que la conexión africana, la del África negra, molesta al actual gobierno egipcio o, quizá sea más amplio, algo que se nos escapa.

En circunstancias normales, deberían agradecer a Beyoncé, a Rihanna y demás que hagan fijarse la mirada en Egipto. Eso del "afrocentrismo" es una excusa absurda. El Egipto de al-Sisi se cierra sobre sí mismo. Es un serio problema para ellos, tanto por el concepto estrecho identitario como desde las relaciones internacionales. 

Los artistas que han querido rendir un homenaje al Egipto antiguo se ven rechazados por el Egipto moderno. ¡Paradojas!

 

* Tara Joshi "The Sherine Incident: A Tale of Two Niles" Egyptian Streets 2/11/2018  https://egyptianstreets.com/2018/11/02/the-sherine-incident-a-tale-of-two-niles/

** "Egypt Allegedly Bans Dutch Archaeologists Over Kemet Exhibition" Egyptian Streets 8/06/2023 https://egyptianstreets.com/2023/06/08/egypt-allegedly-bans-dutch-archaeologists-over-kemet-exhibition/

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