jueves, 1 de junio de 2023

Participación y reparto

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La previsibilidad de la política aumenta por la simplicidad de sus objetivos. Una vez eliminados obstáculos, solo queda hacer lo que resta. Pero lo fragmentado del mapa político introduce una enorme dificultad debido a ese doble carácter "amigo-enemigo" que pasan a tener los participantes. Condenados a vivir del voto del más próximo ideológicamente, se aman y se odian, se necesitan y se hacen desaparecer unos a otros. El ejemplo más claro de esto lo hemos visto entre los socios del gobierno de coalición, por un lado, y con la desaparición de Ciudadanos, fagocitado en su voto por el PP. Lo demás es propaganda.

Ciudadanos, honesta y tristemente, se retira a lamerse las heridas mientras piensa en el vacío del futuro y la necesidad de mantener un mensaje liberal, que era la palabra que quedaba suelta, sin dueño hasta que otros la incorporaron. Los reducidos de Podemos han recibido un baño de realidad, que no de humildad y tratan de asimilar su paso al mundo fantasmal y renacer con la etiqueta de Sumar de Susana Díaz, proyecto con mucha gira y al que, como antiguamente en la ficha de licenciamiento militar, el "valor se le supone". 

La estrategia estaba ya clara. Ante una situación como esta solo hay dos posibles estrategias: la del voto útil y la del voto del miedo. Son dos líneas que llegan a la mente del elector en campaña a través de procesos de presión. Con el "voto útil", los partidos se han deshecho de sus amigos; con el "voto del miedo" esperan deshacerse de sus contrincantes directos. Es simple, pero no sencillo. Si sale mal, has hundido a los amigos y no has conseguido reducir al rival en las urnas.

Este tipo de planteamientos permite explicaciones como la que nos dan en RTVE.es con los votos en la calculadora:

Isabel Díaz Ayuso consiguió el pasado domingo convertir menos votos en más escaños. Su mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid, uno de los grandes triunfos del Partido Popular en las elecciones autonómicas y municipales del 28M, aprovechó la concentración del voto en torno a los tres principales partidos y, especialmente, la capacidad de la presidenta madrileña para aglutinar al espacio político conservador, lo que le ha permitido, pese a perder apoyos respecto a 2021, hacer retroceder a Vox y poder prescindir de su respaldo en la Asamblea durante los próximos cuatro años.

La caída en la participación, que se quedó por debajo del 70% -más de seis puntos inferior a la de 2021-, se tradujo en 295.000 votos menos en las urnas madrileñas, lo que llevó a que todos los partidos cayeran, en términos absolutos, respecto a los anteriores comicios autonómicos. Sin embargo, la sangría fue mucho menor entre los principales partidos, los que ocupan el centro del espectro político -PP, PSOE y Más Madrid-, que entre los que se sitúan en los extremos, como Podemos y Vox.* 

El sistema no es absoluto, sino que depende de lo que haga el conjunto del electorado (participación) y de cómo se reparta el voto en el conjunto. Participación y reparto es lo que hace que con menos se consiga más. Eso permite defenderse al PSOE diciendo que no se ha perdido voto, sino representación institucional, un eufemismo pues por lo que se lucha es por el "poder institucional" o poder a secas. 

En 20minutos ponen el énfasis en lo que les queda por hacer a lo que llaman la "izquierda del PSOE", cuya estrategia solo puede ser la de apelar a la unión para la supervivencia, lo que le lleva directamente a intentar un mensaje conjunto y a tratar de sacar los votos del PSOE, cuya estrategia es la de apelar al miedo y a la utilidad. El titular de RTVE.es resume perfectamente la estrategia de Pedro Sánchez: "Sánchez adelantó las elecciones por "conciencia" y pide una mayoría "rotunda" frente a un "tándem" PP-Vox "trumpista"". La apelación al monstruo que llega y amenaza con devorarlo todo es esa formulación en la que se ha elevado el peso de los adjetivos, una formulación en la que se han oscurecido los tonos.

En la información de 20minutos, de lo que se nos habla es de los codazos para intentar salir en una lista en las mejores posiciones alegando cualquier circunstancia. Saben que es la esperanza que los queda.  Sirve de poco tener una larga lista si solo entra uno o ninguno. Pero sin ir bien colocado, no hay esperanza. Esto da estas luchas entre los grupos múltiples. Cuantos más se unen, menos probabilidades:

El estilo de Más Madrid y de Compromís a la hora de hacer sus reivindicaciones ha sido muy diferente, pero el mensaje ha venido a ser el mismo: las elecciones locales y autonómicas han demostrado que son el partido más fuerte a la izquierda del PSOE en sus respectivos territorios y, por ende, eso debe reflejarse en las listas de Sumar para las generales. Ese argumento, no obstante, no tiene en cuenta que, hasta ahora, el voto autonómico y el nacional han sido distintos: ya en 2019, Compromís y Más Madrid fueron mucho más fuertes que Unidas Podemos en las autonómicas y los morados dieron la vuelta a la situación en las generales.

Pese a ello, el importante batacazo de Podemos en los comicios del domingo, sumado a que Más Madrid y Compromís han resistido mejor el empuje del PP —más los madrileños que los valencianos, que también han retrocedido—, han llevado a los dos partidos a pedir abiertamente a Díaz que les dé mayoría en las listas de Sumar en sus provincias. El martes lo hizo Compromís, que por boca de su portavoz, Águeda Micó, aseguró que su partido está "en disposición de liderar" las candidaturas valencianas. Eso, en concreto, supone que los valencianos piden a Díaz mantener su marca en la papeleta de Sumar en Valencia, Alicante y Castellón y encabezar la lista en las tres provincias.**


No basta con "unirse", sino que lo que se busca es la supervivencia colocando en esas listas a algunos de los privilegiados que puedan salir elegidos, que serán previsiblemente pocos.

Algo parecido, nos dicen, ocurre en el PP con los posibles restos de "casadistas" en el partido y su colocación dentro o fuera.  Los ganadores exhiben sus medallas ante los restos del PP de Pablo Casado. No hay piedad en la política, lucha doble y fratricida. Y en este contexto,  Macarena Olona, ex de Vox, saca un nuevo partido. ¿Quitará votos a Vox? ¿Apelarán otros al voto útil? Misterios de la política.

Todo indica que este sistema, el que ha sustentado el período último, está al borde dramático del cambio. Lo que llegue es lo que nos queda por ver. 

 

* Daniel Flores / DatosRtTVE "Así se fraguó la mayoría absoluta de Ayuso en Madrid: menos votos, pero más eficaces" RTVE.es 31/05/2023 https://www.rtve.es/noticias/20230531/asi-se-fraguo-mayoria-absoluta-ayuso-madrid-menos-votos-pero-mas-eficaces/2448043.shtml

** Daniel Ríos "El dominio de Más Madrid y Compromís en sus comunidades amenaza con arrinconar a Podemos en las listas de Sumar" 20minutos 1/06/2023 https://www.20minutos.es/noticia/5133532/0/el-dominio-de-mas-madrid-y-compromis-en-sus-comunidades-amenaza-con-arrinconar-a-podemos-en-las-listas-de-sumar/

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