martes, 27 de junio de 2023

Que te miren

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Se puede analizar de muchas formas, pero llegas siempre al mismo resultado: la necesidad de que te miren crea sus propios destinos. En una sociedad de pantallas de todo tipo, si no te miran no eres nadie y no ser nadie es la nada. La existencia de la imagen es la que garantiza la existencia. La imagen precede a la esencia y la existencia me la dan los otros. Los viejos dichos existencialistas se quedan en nada cuando la realidad, como señaló Jean Baudrillard, llega después del simulacro.

Es difícil vivir en esta sociedad donde necesitas imperiosamente de la mirada de los otros para saber que existes, que son los otros los que te crean y para los que te creas. Cada día tenemos pruebas de ello. Lo último nos lo traen en 20minutos cuando nos hablan del comportamiento de una "tiktoker" (¿entendemos qué significa realmente que el medio sea el mensaje y que el mensaje somos nosotros?) ahora detenida.

El titular de 20minutos ya nos da cuenta de lo que nos vamos a encontrar: "Quién es Maeb, la 'tiktoker' que ha sido detenida por agredir sexualmente a una amiga y publicarlo". La noticia se acompaña por esa pregunta, ¿quién es Maeb? Los indicios a partir de lo mostrado son inquietantes: 

Con esta noticia, muchos han recordado que, a pesar de ser conocida por hacer gracia, la supuesta influencer mostraba muchos comportamientos violentos en sus directos. Por eso, se han preguntado: ¿quién es Maeb en realidad? 

La tiktoker, de apenas 30 años, es una estudiante de estética que vive aún con sus padres y que ya contaba con antecedentes y denuncias previas por acoso en redes sociales.

Se hizo famosa por sus vídeos hablando sin tapujos y respondiendo a los que la criticaban por su aspecto físico o sus hábitos. En TikTok, donde actualmente cuenta con 20.000 seguidores tras haber cambiado de perfil en numerosas veces, sigue triunfando con contenido comiendo, eructando o incluso orinando en directo. * 

La necesidad de ser "mirada" hace que la escalada sea continua en un mundo donde "compites" por hacerte con las miradas con miles, millones de personas capaces de arrebatarte el ser en cada momento. La descripción de la tal Maeb no deja de ser una manifestación más del horror acumulado necesario necesario para estar ahí, en ese mundo virtual, la nueva realidad. No hace falta volver a Sartre. Esta vez "el paraíso son los otros".

Siempre han existido perturbados. Lo preocupante ahora es su carácter ejemplar, cómo llegan a constituir esas legiones de zombis que no pueden apartar la mirada de ellos, que son público fiel de esas distorsiones, de esas patología y miserias que son escenificadas para ellos.

¿Recordamos el caso de la bofetada para conseguir más "me gusta"? Esto no es un caso aislado, sino unas corrientes fomentadas con el fin de conseguir más tráfico por parte de unos y más "likes" por parte de otros. Cuando consiguen una audiencia suficiente se convierten en promotores contratados de todo tipo de productos, servicios o simples aberraciones rentables.

Lo que iba a ser la liberación informativa gracias a las redes, la utopía de un reino sin límites, un compartir gratuito para la mejora de todos, un ideal ilustrado, se ha convertido en un infierno de psicópatas, de desaprensivos, donde todo se hace por un beneficio, donde apenas se muestran virtudes y son las aberraciones las que arrastran las miradas.

Ser visto o no ser visto. Ahí reside todo. No eres nadie si no te miran y vale cualquier cosa para conseguir esa mirada que te da el ser.

Todo esto se produce por un enorme vacío. Hemos creado una sociedad de impacto, pero sin trascendencia. Es como ir en la cresta de la ola, siempre hacia adelante buscando estímulos que nos hagan sentir "vivos". Hay una generación que vive pagada a una maleta. No puede detenerse, necesita viajar constantemente y es alentada a ello. De la misma forma, se establece el viaje a través de las redes. Basta con observar el comportamiento de muchas personas pegadas a sus teléfonos a la espera constante, en continua exploración de algo que les saque de ese estancamiento. Hemos vaciado a la persona y le hemos dado la vuelta como si fuera un viejo abrigo. Solo cuenta lo exterior, que es lo que se percibe, lo que otros ven y los demás miran. Es la petición de mirada constante que lleva a eructar, a orinar en público, en violar a una amiga drogada, como se nos cuenta.

Faltan referencias reales, capaces de atraernos hacia nosotros mismos sin encontrar un vacío horripilante. Este vacío sigue creciendo, día a día, mirada a mirada. Se han cortado los lazos positivos con valores, con ejemplos que nos hagan mejorar y se nos manda a un vertedero moral en donde algunos degustan los olores recreándose en las porquerías.

Una generación crece ya con esto como normalidad. No tienen lazos con casi nada, no entienden más que lo inmediato. Eso lo percibimos en el campo de la educación, pero basta con salir a la calle cada día para darse cuenta de lo que se ha perdido y de lo que está ahora presente. Ese mundo de porquería reivindica su poder con la complacencia de aquellos inaprensivos que se hacen ricos, millonarios por facilitar el acceso a un mundo salvaje y vacío, sin reglas, solo con el horizonte del beneficio. 

* Lidia Fernández Segura "Quién es Maeb, la 'tiktoker' que ha sido detenida por agredir sexualmente a una amiga y publicarlo" 20minutos 27/06/2023 https://www.20minutos.es/noticia/5141526/0/quien-es-maeb-tiktoker-que-ha-sido-detenida-por-agredir-sexualmente-una-amiga-publicarlo-br/

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