Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Alfonso Fernández Mañueco ha tenido que salir a dar explicaciones. Pero la metafísica y la matemática en política no se llevan bien, por más que la política se haga con ambas. Nos dicen en Antena 3 que «ha defendido la necesidad de acostumbrarse en España a que los gobiernos de coalición se sustentan sobre "fuerzas políticas distintas" con planteamientos distintos y que pueden hacer reflexiones políticas distintas "como es el caso", ha reconocido al respecto.»* Pero los límites de la diferencia existen, puntos en los que no se puede aceptar la diferencia cuando se está sentado a una misma mesa. No se trata, pues, de "diferencia", sino de "compatibilidad" y de "coherencia", dos valores necesarios para estar en la política son sonrojarse. Y mucho me temo que a Fernández Mañueco le van a sacar los colores de inmediato. Y con él al Partido Popular.
No se trata tanto de tener otra opinión, sino de qué opinión se tiene y es ahí donde empiezan la contaminación cohabitante. Cuando cedes una vicepresidencia a otro partido, le estás dando algo más que un cargo. Le estás dando voz y foro, que es lo Vox ha planteado con su estrategia de "normalización" a través de la inserción en las coaliciones. Es esa presencia necesaria la que sustenta su estrategia de entrar en los gobiernos y empezar a ganar terreno con sus discursos populistas, que ya no se hacen desde la oposición sino desde el gobierno.
La llamada "nueva política", que se ha practicado tanto en la derecha como en la izquierda consistía en dividir para hacerse un hueco, en crear entidades políticas muy personalizadas frente a los líderes "débiles" de los grandes partidos. La primera necesidad era conseguir votos suficientes como para entrar en los parlamentos, lo que implicaba la pérdida de votos y representantes de los partidos que habían administrado el poder anteriormente para llegar a hacerse necesarios para la gobernación a través de pactos de gobierno. Eso es lo que ha ocurrido. El líder de Vox iba de elección en elección augurando cargos a sus peones en las autonomías. En Andalucía no les han salido los planes, pero en Castilla y León, sí. Es lo suficiente para ver lo que ocurre.
El problema que tiene Hernández Mañueco encima no es el que existan otras ideas y sea signo de liberalidad el convivir con ellas. No se trata de otras "ideas", sino de otro "modelo", algo muy diferente y que acabará llegando a un punto en el que Hernández Mañueco no pueda dulcificar ni justificar lo que su vicepresidente ha dicho.
La visión del paraíso castellano leonés expuesta por Juan García-Gallardo, que comentábamos aquí hace dos días — «Lo que necesita Zamora es niños en los parques y los padres yendo en coche a comprar», tal como se citaba en ABC—, tiene un doble trasfondo. Las afirmaciones pueden ser descompuestas en negaciones. La acusación a los jóvenes de que prefieren sexo sin procreación no solo es un ataque al hedonismo, sino especialmente una versión española de la teoría conspirativa de la sustitución: hay que tener hijos para frenar la inmigración, que es la que sostiene la natalidad española. La teoría procede, como casi todo en Vox, de la ultraderecha norteamericana, la que elevó a Trump a las urnas. Los inmigrantes tienen hijos, los nativos no, como ya explicamos hace dos días.
Magnet 6/09/2017 |
Las políticas de Trump en la frontera se destacaron por el ataque a las familias y especialmente a los hijos que habían crecido en los Estados Unidos, los llamados "dreamers". Era su forma de intentar frenar el "furor reproductivo" de los inmigrantes ante la decadencia de la natalidad nacional. El argumento es el mismo. Los jueces conservadores que tratan de frenar el aborto en los Estados Unidos manejan un discurso que, amparado en explicaciones más "nobles", permita que no se pierda más nacimientos. Mientras se imponían políticas que dificultaban las migraciones familiares, se frena la pérdida de natalidad. El vicepresidente de Vox firmaría las políticas de Trump: impedir a los inmigrantes tener hijos y evitar que la "hipersexualidad" haga caer la presencia de niños (nacionales) en los parques.
La segunda parte, el "ir a hacer compras en coche" es una clara alusión al negacionismo del cambio climático. Mientras se hacen políticas para reducir el uso de automóviles, el discurso de García-Gallardo considera el automóvil como un elemento clave de la economía. También es una copia a la española de los discursos negacionistas de Trump.
La cuestión está en cuánto va a aguantar este tipo de discursos de su vicepresidente, cuántas explicaciones va a tener que dar a las preguntas o cuántas veces va a tener que considerar las ideas de García-Gallardo como simplemente "otras ideas".
*
"Mañueco se desvincula de las declaraciones de su vicepresidente sobre el
sexo y la procreación" Antena 3 27/06/2022
https://www.antena3.com/noticias/espana/manueco-desvincula-declaraciones-vicepresidente-sexo-procreacion_2022062762b9e619378ee10001a161a7.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.