Joaquín Mª Aguirre (UCM)
En un
mundo convulso y poco delicado en lo que se refiere a negocios, Amazon nos
adelanta una nueva posibilidad, una función de su dispositivo Alexa, la
capacidad de reproducir voces de "personas muertas", según nos
informa la prensa.
Ya ha
habido alguna controversia con las funciones de Alexia, especialmente por su
tendencia a escuchar más de la cuenta, algo que se nos presentó como intentos
de aprender mejor el lenguaje humano, algo que se traduciría en un rendimiento
mayor de sus capacidades interactivas.
No
conozco a nadie que use Alexa, aunque puede que algunos lo hagan y no lo
cuenten. La insistencia en las mejoras del aparatito hace ver que su capacidad
se va ampliando y que su lucha por encontrar ese punto indispensable en los
hogares sigue en pie.
En Independent
en Español, Andrew Griffin nos informa sobre esta nueva característica de
Alexa con el titular "Alexa puede imitar las voces de las personas
muertas, dice Amazon". En el artículo se nos dice:
Alexa podrá comenzar a hablar con las voces de los muertos, dijo Amazon.
El asistente de voz podrá imitar a las personas muertas y hablar de la misma manera en que lo harían, dijo la compañía. La función llegará en una próxima actualización.
Amazon señaló que el hecho de que Alexa pueda hablar de esa manera no “eliminaría [el] dolor de la pérdida”. Pero dijo que esperaba que las nuevas voces de Alexa “hagan que sus recuerdos perduren”, y señaló a la pandemia y al hecho de que “muchos de nosotros hemos perdido a alguien a quien amamos”.
La función requiere solo un minuto de audio grabado para alimentar el sistema. Luego, la inteligencia artificial puede usar esa grabación para construir una voz completa, dijo Rohit Prasad, científico principal de Amazon para Alexa AI, en un anuncio.*
A primera vista, consultar a Alexa o darle órdenes parece que se convertirá en una especie de sesión de espiritismo haciendo manifestarse a los ausentes de esta vida, tal como proclama la compañía.
Sin embargo, pronto surge un pensamiento: ¿por qué los muertos? Si lo esencial es la imitación, ¿por qué no hacerlo con las voces de los vivos? ¿Por qué no tener a Joe Biden, Vladimir Putin, Pedro Sánchez, Boris Johnson, Gracita Morales, al Fary recibiendo órdenes en casa o leyéndote las noticias? Por qué no? Las posibilidades son infinitas.
Evidentemente, hay ciertos límites para la publicidad de las posibilidades de la máquina. Parece claro que se ha apostado por una macabra recreación de voces que satisfaga el melancólico deseo de recuperar la voz de los muertos. Pero eso es solo una forma de llamar la atención y dirigirse a un sector.
Lo importante es que con un minuto de audio grabado, tal como se nos dice, el sistema inteligente es capaz de identificar todos nuestros sonidos, nuestros ritmos prosódicos, etc. y comenzar a manifestarse con esa nueva personalidad sonora que nos haga cerrar los ojos y recordar,
Amazon ha recurrido a un ajuste de la máquina que no solo nos lo personaliza sino que desarrollará para nosotros unas imprevisibles reacciones emocionales. El poder evocador de la voz es enorme, es una huella identificadora de primer orden.
Esta operación comercial puede desarrollar nuevas patologías e inducir a estados emocionales enfermizos, incluso creando adicción. ¿Cómo vamos a reaccionar a la "forma" (la voz)? ¿Nos impedirán las emociones centrarnos en el mensaje, que será solo una excusa para escuchar la voz?
No hace muchos días nos daban la noticia tecnológica de la generación de hologramas de personas con las que tendríamos la capacidad de interactuar mediante el diálogo. Si sumamos todo, tendremos que podremos engancharnos a charlas con los fallecidos (o no, por lo explicado anteriormente). Igual que la máquina se entrena para reproducir una voz, se pueden entrenar para que reproduzcan gestos, movimientos aprendidos de capturas de vídeo. Ya se ha hecho con los "deep fakes", en los que bustos parlantes nos hablan con la voz, rostro y gesto de personas como Obama o cualquier otro del que tengamos imágenes suficientes para realizar el aprendizaje.
La interacción se abre con la gestión de mucha más información, aunque podría ser alimentado con hechos generales, con conocimientos de cualquier enciclopedia digitalizada. La imaginación uniría todos los detalles —de la voz y la figura a una mezcla de recuerdos personales y conocimientos generales— pronto muchos podrían mantener esas conversaciones con los seres queridos o los simplemente inaccesibles.
¿Llegará un momento en que se vendan hologramas de Obama, Biden, Trump, Angelina Jolie, Putin, Macron, Messi, etc. para tener en casa y conversar? ¿Podremos firmar contratos con estas grandes empresas para comercializarnos y crear réplicas digitales? La comunicación holográfica es ya un hecho. Se trata ahora de empaquetar información que interactúe con nosotros desde su propia inteligencia creada artificialmente. No es un sueño.
El artículo termina proponiendo que Alexa lea a los niños los cuentos con la voz de la abuela desaparecida, una confusa forma de irse a dormir. Podría proponer que fuera la voz de tu jefe el que te despertara por las mañanas o que tu ex te lea las recetas culinarias. Todo es posible.
El mundo digital hacia el que nos dirigimos es un mundo de sustitutos, de simulaciones que contenten la soledad profunda que estamos generando. La virtualidad es absorbente y pronto estaremos más a gusto con estas imitaciones inteligentes que con los impertinentes e invasivos humanos a los que no controlamos.
* Andrew Griffin "Alexa puede imitar las voces de las personas muertas, dice Amazon" Independent en Español 23/06/2022 https://www.independentespanol.com/tecnologia/alexa-amazon-voz-muertos-actualizacion-b2108110.html
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