miércoles, 27 de octubre de 2021

Las explicaciones

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)



La expresión "pedir explicaciones" tiene un sentido muy claro en español. En la política española, por el contrario, las explicaciones se nos dan sin ser solicitadas. La "explicación" es continua, por decirlo así, ya que el marketing común —todos leyeron el mismo libros de autoayuda política, todos asistieron al mismo cursillo de comunicación— dice que hablar en política es "explicar al contario", poner el foco en él haciendo crecer en la mente de los receptores una forma de verlos. Nuestros políticos desvían la atención hacia el contrario reinterpretado condicionando la percepción.

Traducido a palabras podemos encontrar el ejemplo perfecto reinterpretativo en las palabras del presidente de Podemos en el Congreso que nos trae RTVE.es. Son palabras dichas a la Radio Nacional en donde Jaume Asens nos deja la simplificación de lo que ocurre: "Al PSOE le da miedo la popularidad de Yolanda Díaz". ¿Cabe mayor simplificación del complejo estado actual de las relaciones en el gobierno de coalición? Pero es así como funciona esta "nueva política" en todas las bandas: simplifica, que algo queda. La tarea es sencilla y es la equivalente a la del que nos radia un partido de fútbol desde su puesto de comentarista de la realidad.

Para completar la explicación, Asens señala:

Sobre la retirada del escaño al ya exdiputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez, Asens ha asegurado que su grupo ha perdido la confianza en la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.

"Si el (juez) Marchena quiere seguir siendo guionista de la política española, lo que tiene que hacer es presentarse a las elecciones. La señora Batet ha abdicado de sus funciones, entregándoselas a Marchena", ha recalcado.

Además, el presidente de Unidas Podemos en el Congreso ha acusado a Batet de utilizar un segundo informe "hecho a medida" por los letrados de la Cámara para justificar su decisión de retirarle el escaño a Rodríguez. De ese informe, Asens ha señalado que es "posterior" y "en diferido" y parece hecho para "salvar la cabeza" de la presidenta de la Cámara.*



Como puede apreciarse, "todo" queda "explicado". Es ya la forma política de hablar: no se dice lo que se piensa, sino lo que otros piensan o, si se prefiere, lo que uno piensa que los otros piensan y hacen. Nada queda sin explicación convincente y conveniente. Son los portavoces negativos de sus rivales.

Hasta el momento, hemos vivido estas relaciones explicativas entre gobierno y oposición. El gobierno habla poco de sí mismo y mucho de la oposición, explicándola. Actúa como un cronista malintencionado que explica al contrario. La oposición, por su parte, hace lo mismo: las fórmulas para referirse a ellos mismos es simple, en términos globales positivos, mientras que dedica la mayor parte de sus explicaciones a los contrarios, a las acciones o personajes del gobierno. Es la perpetua descalificación de unos y otros. Es un aburrido juego en el que quien  no se siente especialmente motivado se aburre a los pocos segundos de escucharlo.




Pero lo que sorprende de la situación actual es la dureza con la que se la aplican entre sí los miembros del gobierno. Decir "entre sí" sea quizá exagerado, porque lo cierto es el flujo insultante está repartido con bastante descaro por parte de Podemos, lo que está haciendo que los llamados "barones" del PSOE estén empezando a sentirse tentados a intervenir. El descaro de personas que consideran que son la "verdad", la pureza, frente a los despreciables políticos de toda la vida está empezando a tentar la paciencia. Pero el PSOE acaba reculando porque prefiere ser insultado por sus socios del gobierno a pasar a ser sustituidos por la oposición (la otra) en La Moncloa.

El más esperpéntico de los actos ha adoptado forma audiovisual en el vídeo hecho público por la ministra Ione Belarra desde su despacho sobre la Ley de Vivienda. Nos muestra claramente el peso de las pantallas, de la necesidad explicativa. La notificación de la Ley por el gobierno la había dejado fuera de la rueda de prensa, el verdadero hemiciclo. Para no perder la ocasión de que su nombre y el de su formación quedaran fuera del acto de comunicarlo, Belarre se montó su propio show para escenificar la buena noticia y comunicarla al mundo con esa imprescindible sonrisa. Su mensaje ha sido doble: que buenos somos que hemos conseguido sacar adelante esta Ley ante la resistencia del PSOE; y que malos son los del PSOE que no quieren que se note nuestra acción en favor de los ciudadanos.


Creíamos que la "nueva política" iba a ser otra cosa. Sin embargo, España se nos ha llenado de "comunicadores" de todos los colores y de intérpretes múltiples de la realidad, que ya no es lo que era, sino una ilusión fabricada en los despachos por los expertos asesores comunicación.

La idea de la "envidia" por Yolanda Díaz es un "infantilismo político", lo que no quiere decir que no haya gente que lo sienta. Para llegar a las urnas hay que pasar por las encuestas, gestionar las sonrisas de unos y las interpretaciones de otros. ¿Significa que será Díaz el "objetivo" de unos y otros? No sé si lo conseguirá, pero desde luego que ese es el objetivo de muchos es notorio. Todos los motores comunicativos posibles han entrado ya en la guerra. Esta consiste en descalificar de forma permanente a los rivales internos (los que compiten por el mismo electorado) y ser el azote de los rivales externos demostrando a todos que son los únicos que realmente atacan a los demonios.

Ayer veíamos aquí el victimismo protagonista del ex diputado Alberto Rodríguez, cargado de interpretaciones: él era el "pibe de barrio", el "canario" al que los peninsulares de derechas le robaban su escaño; a él y a 64.000 canarios, decía, dando explicaciones.



Vox se lo hace igualmente al PP, al que le intenta quitar votos desprestigiándolo con las explicaciones de que ellos son los verdaderos opositores, los que se enfrenta a los demonios opositores.

Como precedentes, este proceso en el que nos encontramos es muy peligroso. Lo es tener una política en la que hasta en el gobierno se pierden las formas y se desata la agresividad explicativa sin control, es decir, sin ningún tipo de freno que proteja a las instituciones que ocupan.

Como juego, es simplón y aburrido. Lo es porque el nivel de atención mediático es muy alto. A los medios les resulta rentable mostrarnos a los políticos en sus luchas desde noticiarios y entrevistas, las que ellos aprovechan para seguir explicando lo malos que son los otros y eludiendo los debates reales, los que deberíamos escuchar atentamente.

 



* "Unidas Podemos atribuye el choque por la reforma laboral al "nerviosismo del PSOE" ante el liderazgo de Díaz" RTVE.es 26/10/2021 https://www.rtve.es/noticias/20211026/unidas-podemos-choque-reforma-laboral-psoe-nerviosismo-yolanda-diaz/2203861.shtml

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