lunes, 18 de octubre de 2021

El peligroso juego del pseudónimo

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)



Los pseudónimos literarios siempre han puesto en juego los equívocos del sexo, lo que ocurre es que se han invertido. Durante el siglo XIX, muchas mujeres se creaban un pseudónimo masculino para evitarse problemas y dimes y diretes. El ejemplo más claro en España lo tenemos en "Fernán Caballero". Estaba entonces mal visto que las mujeres escribieran, especialmente cosas naturalistas, por decirlo así. En el siglo XVIII, en cambio, proliferaron las mujeres escritoras con enorme éxito por toda Europa. Pero el éxito, precisamente, lo complicó todo. Autores hoy muy conocidos escribieron con pseudónimo o, sencillamente, no aparecía su nombre en la novela de éxito y el resto se publicaba como "por el autor de...". No había todavía ese narcisismo del nombre literario, entre otras cosas porque los poetas y escritores estaban muy mal vistos y los medianamente nobles no se consideraban como "autores" sino como aficionados, como "diletantes", un término que le gustaba, por ejemplo, a Stendhal. Si pensamos, de nuevo por ejemplo, que a los autores teatrales se les negaba en ciertas épocas el entierro en cementerio cristiano, nos damos cuenta que el solo en el XIX se empezó a aclarar un poco esto del prestigio literario y la firma. Con las mujeres fue más complicado por el XIX fue bastante más puritano que el XVIII.



Tenemos ahora un problema diferente. Si en el siglo XIX las mujeres usaban pseudónimos masculinos para poder pasar desapercibidas, lo ocurrido con el Premio Planeta este año ha caído como un mazazo. La esperada "autora Carmen Mola" sale a recoger su premio millonario en euros con el rostro tripartito de tres hombres, algo que parece que nadie se esperaba.

Lo que en otras circunstancias pudiera no haber tenido mucha importancia, en estos tiempos ha sentado como una puñalada una vez pasado el efecto. Las fotos sonrientes de los tres hombres premiados empiezan a percibirse como una suerte de burla patriarcal, un engaño a las mujeres que han seguido a la "escritora fantasmal".

El asunto ha llegado hasta la CNN: 

(CNN) Spain's literary world has been thrown into chaos after a coveted book prize was awarded to "Carmen Mola" -- an acclaimed female thriller writer who turned out to be the pseudonym of three men.

Television scriptwriters Agustín Martínez, Jorge Díaz and Antonio Mercero shocked guests, who included Spain's King Felipe and Queen Letizia, at the Planeta awards Friday when they took to the stage to pick up the prize money and reveal the celebrated crime author did not actually exist.

On the website for Mola's agent, the writer -- who has been compared to Italy's esteemed novelist Elena Ferrante -- is described as a "Madrid-born author" writing under a pseudonym in a bid to remain anonymous. The description for Mola on the website also contains a series of photographs of an unknown woman looking away from the camera.

In previous interviews with Spanish media, Martínez, Díaz and Mercero had presented Mola as a female university professor who lived in Madrid with her husband and children.

[...] The Mola novels are well known for being gory and graphic -- and Spanish media has noted in the past that the contrast between Mola's supposed life as a married university professor and the violent nature of the books served as a useful marketing tool.

In an interview with the real authors following the revelation, Spain's El Mundo newspaper reported: "It is not lost on anyone that the idea of a university professor and mother of three, who teaches algebra classes in the morning and, in the afternoon, writes novels of savage and macabre violence has been a good marketing operation."

The news stunned many fellow literary figures -- and not everyone is thrilled about the news. Beatriz Gimeno, who describes herself as a writer and a feminist -- and who was once the director of the Women's Institute, a key national equality body in Spain -- took to Twitter to criticize Martínez, Díaz and Mercero.

In a tweet, Gimeno said: "Beyond using a female pseudonym, these guys have spent years doing interviews. It's not just the name, it's the fake profile they've used to take in readers and journalists. Scammers."*

 


La cosa no pinta bien y lo deseable por toda editorial, que haya mucho  movimiento informativo, puede convertirse en terremoto y tsunami editoriales con efectos contraproducentes si de repente las lectoras deciden que han sido engañadas.

Esto del género se está poniendo más complicado de lo que parece y puede que la sonrisa masculina se quede congelada si empiezan a tener problemas no solo con la novela premiada sino con el resto, que parece que tenían sus ventas claras. Ahora todo puede haber cambiado.

¿Se abre la "guerra de los pseudónimos"? ¿Se exigirá una "patente de género" para poner al frente de las portadas? ¿Se considerará ilícito el hecho de inventarse una "autora" madre de tres hijos, profesora por la mañana y autora descarnada por las tardes, que saca de su mente rutinaria escandalosas historias subidas de tono?

La cuestión, a este paso, puede llegar más lejos: ¿se considerará "apropiación" que un hombre escriba sobre mujeres o una mujer sobre hombres, considerando que habla sobre lo que no conoce? ¿Solo nos quedará el recurso de las memorias o la autobiografía, citando además a todas las personas como "XXX", sin indicar su sexo por si acaso?


Las palabras de Beatriz Gimeno van en un sentido muy directo. Han "engañado" al público fingiéndose "mujer"; como señala en la CNN con cierto regodeo, más allá del "nombre" es la "historia" fabricada, una "buena operación de marketing". Pero el debate irá por otros caminos.

En el diario ABC podemos leer:

 

La librería madrileña 'Mujeres & Compañía', especializada en escritoras y feminismo, ha decidido retirar los libros de Carmen Mola tras descubrirse que detrás del pseudónimo superventas había tres hombres.

Con un vídeo publicado en sus canales de TikTok y Twitter, la librería ha mostrado cómo han retirado los libros de las estanterías y han sido empaquetados para ser devueltos a la editorial.

«Mola más que los señores no lo ocupen todo», dicen desde la librería en el texto que acompaña a la publicación, en la que también denuncian que de los libros registrados en 2018 en España, cuando se publicó el primer libro de Carmen Mola, solo un 32 por ciento estaban escritos por mujeres.

Hasta que el pasado viernes se entregó el Premio Planeta, la identidad que se escondía tras el pseudónimo de Carmen Mola era un completo misterio. El primer libro firmado por la autora, 'La novia gitana', se convirtió en un superventas, un camino que siguieron sus secuelas, 'La red púrpura' y 'La nena'.**

 


Tiene su lógica interna el que se retiren los libros de Carmen Mola. Digo interna porque el principio de leer o vender solo a los de tu sexo es un tanto peculiar. Como profesor de Literatura, mis alumnos de hace 20 años leían a Virginia Woolf, Flannery O'Connor o a Clarice Lispector, esta última un placer sobre el que sigo escribiendo cuando me lo piden. Como editor, creamos en 1996, con la profesora Emma Martinell, la primera página dedicada a Carmen Martín Gaite. Recuerdo la llamada: "Joaquín, no hay nada de Martín Gaite en la red". "Pues mañana lo habrá", fue mi contestación y ahí está la estupenda página web que E. Martinell coordinó.

Lo que deben entender algunos es que la "operación de marketing" ha sido posible precisamente por el estudio milimetrado de qué esperaban de una "autora" las lectoras. La "vida inventada" no ha sido creada al tuntún, sino buscando precisamente esas ventas femeninas que se dirigen al texto "porque está escrito por una mujer". Por eso, el engaño es mucho más hiriente y la respuesta es así de contundente, ¡fuera de la librería y de nuestros estantes!

Lo que resulta evidente es que la imaginación ya no es cuestión del texto, sino que el autor o autora es inventado de la misma manera. Es un pack conjunto, obra más autor, dirigidos a unos segmentos de públicos específicos. Lo que ha hecho este caso es dejar en evidencia el sistema literario industrial, que es el que maneja esto.


¿Se les ha acabado el chollo a estos tres autores camuflados o travestidos de esposa-profesora-escritora? Bueno, con un millón de euros de premio no creo que se puedan quejar. Lo que habrá que ver —tengo curiosidad— es cómo reacciona el mercado literario que se habían fabricado ante estas cuestiones de "principios".

Lo que queda en evidencia es que la calidad literaria, que es lo que debería primar, es algo que importa poco, que van por delante muchas otras consideraciones que, como se ha podido ver, son altamente manipulables. Cuantos más prejuicios tengamos para estas cosas, más fácil será que nos fabriquen los autores y autoras a medida. En eso es lo que avanzan los estudios de mercado y mercadeo.

Veremos en qué queda esto. Lo que sí parece claro es que "Carmen Mola" ha sido enterrada por un millón de euros. tendrán que inventarse otra fachada ingeniosa. Seguro que ya están en ello.

 


* Hannah Ryan "Lauded Spanish female crime writer revealed to be three men"  CNN 17/10/2021 https://edition.cnn.com/2021/10/17/europe/spanish-female-writer-revealed-intl-scli/index.html

** "Una librería madrileña especializada en escritoras retira los libros de Carmen Mola" ABC 17/10/2021 https://www.abc.es/cultura/libros/abci-libreria-madrilena-especializada-escritoras-retira-libros-carmen-mola-202110171211_noticia.html

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