sábado, 13 de febrero de 2021

Trump al teléfono

 Joaquín Mª Aguirre (UCM)



Trump tiene una nueva imagen, la telefónica. A las anteriores, hay que sumar ahora la que se está formando a través de las filtraciones de las llamadas telefónicas que realiza y que acaba siendo parte de las distintas causas abiertas contra él desde diversas instancias, no solo las del impeachment.

El teléfono nos muestra con renovada claridad lo que es sentirse "presidente", "comandante en jefe" y demás. El Trump en directo ya es agresivo; el Trump de los tuits los es más todavía. El teléfono añade otra faceta a su imagen autoritaria e intimidante.

Ya le ha costado algún disgusto importante. Recordemos que su primer impeachment se debió precisamente a las llamadas realizadas al presidente ucraniano. Con el teléfono en la mano, Trump dejó caer las consecuencias que para Ucrania podría tener no "fabricarle" un caso contra los Biden. Eso ya le trajo problemas con algunos de los que estaban presentes en la llamada.



La Vanguardia de hace unos días hablaba de un nuevo caso de "alto voltaje", el que se está abriendo contra Trump por las presiones a las autoridades de Georgia:

 

[...] la Fiscalía del condado de Fulton, en Georgia, ha abierto una investigación criminal al expresidente por su llamada al responsable electoral del estado sureño, el republicano Brad Raffensperger.

En esa conversación, mantenida a finales de diciembre y difundida poco después por los medios, Trump le pidió que le “encontrara” una cifra de votos suficiente para alterar los resultados oficiales de las elecciones y declararle ganador a él, en lugar de a su rival, el demócrata Joe Biden.

[...]

“Encuentra el fraude” y “sé un héroe”, imploró Trump al secretario de Estado de Georgia, un cargo con funciones equivalentes a las de un consejero de Interior. Este lunes, fue el propio Raffensperger quien abrió una investigación administrativa sobre su incidente con el exdirigente. Es el primer paso para notificar el caso a la junta electoral estatal, a quien corresponde decidir si lo eleva al fiscal general.*

 


Que te llame el presidente (más si es Trump) debe ser un poco intimidante de por sí. No sé el número de llamadas "personales" que Trump ha realizado pero lo cierto es que nadie ha parecido sentir ese deseo de convertirse en "héroe". Nadie ha encontrado nada y Trump no ha conseguido lo que deseaba, que la realidad dejara de serlo y que funcionara la hipnosis colectiva. No hay una sola prueba de fraude lectoral, nada que haya podido levantar como trofeo. Puede que sea la conspiración más eficaz del universo y de todos los tiempos. Eso ha debido enrabietar mucho a Trump... y le ha hecho bajar la guardia telefónica, lo que le trae nuevos problemas.

Conforme Trump se aleja del poder y queda más debilitado, van saliendo de debajo de la cama todos los que creen que ya ha pasado el principal peligro, que siguiera en la Casa Blanca. Algunos se arriesgaron ya alejándose y dando cuenta de lo que allí se había cocido a lo largo de los cuatro años de mandato. Casos como el de John Bolton y su libro, que Trump trató de impedir. Pero son muchos los casos que aprovechan para distanciarse del ex presidente pese a haber estado muy, muy próximos.



La CNN nos informa hoy mismo de otra llamada explosiva de Trump donde su interlocutor ya no se amedrento por la llamada del todavía presidente el 6 de enero, día del asalto al Capitolio:


In an expletive-laced phone call with House Republican leader Kevin McCarthy while the Capitol was under attack, then-President Donald Trump said the rioters cared more about the election results than McCarthy did.

"Well, Kevin, I guess these people are more upset about the election than you are," Trump said, according to lawmakers who were briefed on the call afterward by McCarthy.

McCarthy insisted that the rioters were Trump's supporters and begged Trump to call them off.

Trump's comment set off what Republican lawmakers familiar with the call described as a shouting match between the two men. A furious McCarthy told the then-President the rioters were breaking into his office through the windows, and asked Trump, "Who the f--k do you think you are talking to?" according to a Republican lawmaker familiar with the call.**

 


Llamadas como esta son las que colocan a Trump en una situación más complicada. Que llames al presidente a decirle que sus seguidores están asaltando su despacho en el Capitolio y le contestes que los asaltantes están más "preocupados" por la elección (se supone que por el "robo", el "fraude" en la mente de Trump) debe ser no solo desconcertante sino francamente irritante.

La salida a la luz de estas discusiones, intimidaciones, etc. telefónicas muestran hasta qué punto la aparente seguridad que Trump ha mantenido hacia el exterior escondía una profunda rabia, por un lado, pero también impotencia y deseo de venganza hacia los que le parecía que no cumplían con "su obligación" de apoyarle hasta el final.

Uno de los problemas de Trump, uno de los muchos problemas de Trump, quiero decir, es que exige a los demás llegar hasta donde llega él. La diferencia es que los "perdones" presidenciales se acabaron y ya no puede jugar con esa baza de la "lealtad".



Mucha gente le ha dicho que ellos sirven a los Estados Unidos y no a un presidente que vela por sus propios intereses. Lo han dicho de palabra y con hechos, algunos de forma realmente valiente ante tribunales sabiendo que quedaban expuestos a las iras de Trump y sus acólitos, pero cumplieron con su deber. Otros salieron en silencio para evitar los ataques o cubriendo sus propias espaldas.

Ese "¿con quién te crees que estás hablando?", dirigido al entonces presidente de los Estados Unidos, es muy revelador de las tensiones republicanas y del peligro del juego que han seguido con Trump. Algunos se han dado cuenta.

Trump ha estado muy activo, telefónicamente hablando, en todo ese período frenético en el que intentaba encontrar "algo" que lo evitara su salida de la Casa Blanca. No lo ha encontrado y puede que en su intento se haya expuesto demasiado. Al caso que puede ser abierto en Georgia contra él se pueden sumar los que salieran relacionados con otras llamadas en el mismo sentido.

No son las primeras llamadas que han salido a la luz. Saldrán otras. Es la forma en que se manifiesta ese distanciamiento de quien no entendió la diferencia entre sus fantasías y la tozuda realidad.

En 2016, Slate pedía públicamente, en nombre de la seguridad mundial, que se le quitara el teléfono a Trump. ¡Lastima que no se lo tomaran en serio! Llamadas a todo el mundo, calificadas como desastrosas, de Ucrania a Taiwán pasando por México o Alemania. Hoy son de otro tipo, domésticas, agresivas e intimidatorias.  Se veía venir.

 


* Beatriz Navarro  "La Fiscalía de Georgia investiga a Trump por las presiones para "encontrar" votos" La Vanguardia 11/02/2021 https://www.lavanguardia.com/internacional/20210211/6238922/georgia-investiga-expresidente-presiones-alterar-escrutinio.html

** Jamie Gangel, Kevin Liptak, Michael Warren and Marshall Cohen  "New details about Trump-McCarthy shouting match show Trump refused to call off the rioters" CNN 13/02/2021 https://edition.cnn.com/2021/02/12/politics/trump-mccarthy-shouting-match-details/index.html


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