Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Monotonía,
por no decir aburrimiento. Esto es lo que provoca la nueva edición de la fase
previa a un periodo vacacional. Los expertos anuncian ya la cuarta ola y
repiten una expresión en todos los canales televisivos: no cometamos el mismo error. Pero, ya saben,
"errar es humano...", "la misma piedra...", etc.
Llevamos
pensando en la "Semana Santa" desde Navidades en este juego infernal
de la Oca que es la manifestación del "ser turístico" que nos
condiciona, con las presiones de los sectores para lanzarnos a la calle, playas, a
ocupar restaurantes, terrazas, etc. Los medios repiten las mismas cuestiones, en paralelo con
los expertos, esta vez unánimes: no cometamos el mismo error.
En
Castilla y León una consejera de Sanidad, Verónica León, lo ha dicho con contundencia: "estamos aquí
para salvar vidas, no la Semana Santa". Pero no todos lo dicen así de
claro y muchos tampoco lo piensan.
Las
estrategias políticas sí han cambiado. Allí donde se pedía diversidad
competitiva para "salvar el verano", con los políticos autonómicos
reclamando salto en los niveles de seguridad para competir con los extranjeros
y los nacionales en la atracción fatal
turística, la demanda ahora es otra muy diferente.
El escándalo
del verano, cuando se tiró por la borda lo que se había conseguido con el
confinamiento, por la llegada de la segunda ola, es tan evidente que hasta el
presidente del Gobierno ha lamentado que no se hiciera bien la llamada
"desescalada". ¡Insólito reconocimiento de un error!
Como
esto ha sido claro, ya en navidades (la Campaña de las Navidades) se intentó
un pacto de uniformidad, que es "hagamos todo lo mismo" para evitar
entrar de nuevo en una carrera competitiva como la pre veraniega.
La mentalidad con la que se han abordado las campañas tras el verano es muy diferente y el aprendizaje que se desarrolla tiene efectos. La caída de contagios estos días no hace sino confirmar la realidad del contagio navideño. Es decir, las "campañas" tienen un coste en vidas humanas, en saturación sanitaria, en falta de recursos, etc.
Nadie puede negar los terribles efectos de nuestra
condena a tener que salir a "salvar" temporadas. Cuando salimos de
una temporada, nos metemos en otra y así en unos ciclos
perversos en los que nos reservamos saludables entre "campañas", para
enfermar o morir después de "disfrutarlas". Es la lógica del juego entre economía y salud, lo
que algunos llaman "equilibrio" con evidente cinismo.
Para
evitar que esto sea demasiado evidente y se vuelva contra los políticos, que
son quienes deciden finalmente, se busca el castizo "¡todos a una, Fuenteovejuna!", que
tiene dos ventajas: que al hacer todos lo mismo el desastre se reparte, por un
lado, y que nadie puede ser acusado por la oposición porque todos han hecho lo
mismo. Este planteamiento "Fuenteovejuna" no gusta a los más
arrojados, los que con más descaro se dedican a abrir y luego no tienen pudor
en responsabilizar a otros.
Los
políticos saben de sobra los efectos de una nueva "campaña". Saben
que ahora el aviso de los expertos es unánime porque ellos ya no pueden
cubrirles las espaldas con medias tintas. Hay un límite para lo que se puede
decir y sostener; hay un límite en lo que se puede ignorar mirando hacia otro
lado. Ya no se puede, por repetición, convencer de lo que nadie cree porque la
conexión entre "campañas" y agravamiento es un hecho reiterado,
constatado por las cifras.
Por eso asistimos a un mensaje que busca coordinar la prudencia para evitar quedar entre las acusaciones de los médicos y expertos epidemiólogos, las de los votantes y las de sus respectivas oposiciones. Ahora se trata de moverse con prudencia sanitaria y política. El coste de las desescaladas trágicas es cada vez mayor y hay que medir las palabras.
Los
sanitarios lo denuncian porque no están dispuestos a seguir quemándose
diariamente tratando de controlar lo que desde la economía —desde diferentes
sectores— se reclama y la política trata de satisfacer.
Todo se
repite en este ciclo mortal. Además de las "campañas" estacionales,
están las fechas clave de cada uno. Una de las más polémicas y que se ha vuelto
contra el gobierno es el "8M", fecha que para muchos había que dejar
libre de confinamiento por su significación política y la manifestación que
nadie estaba dispuesto a perderse.
El
"8M" se ha convertido en una pieza clave en la lucha política. Hace
unos días, un medio señalaba que el coste de no haber cerrado una semana antes
se podía cifrar en unas 20.000 muertes. No lo sé y no sé muy bien cómo se
calculan estas cosas ni cómo deben tomarse, pero que fue un error lo
descubrieron algunas de las autoridades que estuvieron en primera fila.
La
Vanguardia nos explica otro nuevo conflicto entre ministerios alrededor del 8M:
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha
asegurado este miércoles que "no ha lugar" a las manifestaciones por
el Día Internacional de la Mujer, el próximo 8 de marzo, en una situación de
pandemia y hace un llamamiento a la "responsabilidad". Un mensaje al
Ministerio de Igualdad, que dirige Irene Montero, para que no fomente
concentraciones como las del año pasado que habrían contribuido a la
propagación del virus.
Darias ha sido preguntada, en la rueda de
prensa posterior al Consejo Interterritorial de Salud, por las próximas
celebraciones previstas para este día y si ella acudiría a las mismas, como
hizo el año pasado junto a otras mujeres de su partido y miembros del Gobierno.
Días más tarde de su presencia en la marcha del 8M, la ministra confirmaba su
positivo por coronavirus.
"Por coherencia de una llamada a la
responsabilidad que he realizado, puesto que todavía estamos en situación de
riesgo extremo, no ha lugar", ha respondido la titular de Sanidad.
A su juicio, "la situación
epidemiológica" actual "no permitiría llevar a cabo" las
manifestaciones de las que se está hablando en los medios.
Darias hace estas declaraciones el mismo día
en el que el delegado de Gobierno en la Comunidad de Madrid, José Manuel
Franco, ha anunciado que se prohibirán las marchas de más de 500 personas en la
capital el 8-M. *
Ya sea
por la economía o por motivos políticos, no encontramos en el mismo disparadero
una y otra vez. Aquí no hay "economía" que activar, solo "visibilidad"
delante de una pancarta. Hay muchas formas de celebración de un día importante,
como es el 8M, pero de nuevo vamos a crear situaciones en las que se pueden
plantear problemas sanitarios que se recogerán días después.
¿Vamos
a estar otro año discutiendo sobre lo que se debía y no debía haber celebrado?
Creo que el Día Internacional de la Mujer, el 8M, se merece mucho más que esta
repetición del mismo problema. Y centrar en la manifestación lo que debería ser
atención a los problemas de las mujeres en el mundo —que son muchos— me parece
un acto narcisista que las propias mujeres no se merecen.
Volver
a discutir lo mismo nos muestra que hay repeticiones de ciclo corto, como las
de "campañas" y de ciclo largo, como las celebraciones de días
señalados. Ya sea por celebrar una cosa u otra, el resultado es que todos los
caminos llevan a la UCI. Te puedes contagiar por una causa trivial o por una
muy digna, pero eso le trae al fresco al coronavirus, que lo agradece todo.
Por
definición, las "campañas" son masivas. Es con lo que nuestra
economía cuenta: desplazamientos masivos, consumo masivo... todo concentrado en
determinadas fechas, apenas una o dos semanas, más largo en la campaña
veraniega. Los efectos los conocemos ya. La manifestaciones, por definición
también, buscar ser masivas; la proximidad física es la representación
simbólica de la unidad ideológica. Al "salvemos las campañas" se añade el "salvemos las manifestaciones", con el mismo efecto, pues el virus no entiende de causas.
Los
expertos advierten hasta el aburrimiento de lo mismo una y otra vez. No sé si
los políticos lograrán ponerse de acuerdo para no ser acusados después. Espero
que las medidas, además de ser pactadas, lo sean en beneficio de la salud de
todos, incluso de aquellos a los que les importa poco la propia y nada la
ajena.
*
"Darias avisa a Montero: "por responsabilidad, no ha lugar" a
manifestaciones del 8-M en pandemia" La Vanguardia / Europa Press
24/02/2021 https://www.lavanguardia.com/politica/20210224/6259190/video-darias-asegura-lugar-manifestaciones-8m-pandemia-llama-responsabilidad.html
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