lunes, 10 de febrero de 2020

La estrategia de la contundencia en el World Mobile Congress

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El goteo de renuncias a asistir al Mobile World Congress de Barcelona se sigue produciendo. La última renuncia fue ayer, la de Amazon, tras las de LG, Ericsson y Nvidia. Son cuatro grandes empresas que no quieren correr riesgos saliendo de sus propios entornos controlados. Es un triunfo del miedo en el exceso de prudencia. Tampoco se les puede culpar, pues el miedo es un factor que tiene mucho que ver con la economía; quizá más que la racionalidad que es lo que tiende a resaltarse del "homo economicus" clásico. Esta vez estas empresas han decidido no arriesgarse y la decisión tomada se convierte en el indicador del miedo.
La decisión de la organización es mantener el evento internacional porque tampoco tienen muchas opciones, solo dar cada vez más garantías a los asistentes aumentando las medidas de seguridad, algo que a su vez genera también intranquilidad. La paradoja es precisamente esa: cuanto más me protejo, más espanto a los futuros visitantes. Es lo que podemos llamar la paradoja de la contundencia. La acumulación de medidas no produce necesariamente más sensación de seguridad.
En el diario El País, tras anunciarse la retirada de Amazon del congreso, se señala:

[...] GSMA, la patronal tecnológica que organiza el evento, comunicó drásticas medidas adicionales a las que ya había anunciado durante la semana en un intento de limitar las bajas a dos semanas del estreno del salón. Prohibirá la entrada a todos los asistentes procedentes de Hubei, la provincia cuya capital es Wuhan, y tampoco permitirá acceder a aquellas personas que en los catorce días previos al salón hayan estado en algún lugar de China. El país asiático es el emisor de entre el 5% y el 6% de los asistentes al salón, según reconocía este domingo la propia GSMA. Asimismo, la organización prevé montar un sistema de control de temperatura a todos los asistentes, que deberán asegurar que no han estado en contacto con infectados de coronavirus.
Todas esas medidas se añaden a las ya explicitadas el viernes, cuando hizo público que en esta edición tratará con especial esmero la higiene de las zonas de exposición en la que haya pantallas táctiles, micrófonos, barandillas y baños. Además, ofrecerá atención medica a los congresistas y, a partir del día 12, un teléfono informativo las 24 horas del día para consultas relacionadas con la crisis sanitaria.*



Realmente es difícil no darse de baja tras leer estos dos párrafos, cuyo efecto disuasorio seguro que tiene pronto resultados. La lectura es el mejor incentivo para no ir, pues es un recordatorio claro de los problemas con los que te vas a encontrar. Es especialmente "eficaz" ese final del primer párrafo en donde la gente "deberán asegurar" que no han estado en contacto con infectados. ¡Es tan naif! Casi enternecedor. A lo mejor se pueden hacer dos entradas.
En este sentido de convencer por la contundencia se encuentra La Vanguardia, diario barcelonés que sigue también la estrategia de la dureza:

Todo aquel chino que a día de hoy no esté fuera de su país, no podrá asistir al Mobile World Congress (MWC), que tiene previsto abrir sus puertas justo dentro de dos semanas. La organización del salón ha decidido endurecer las medidas de prevención frente al coronavirus y ha decretado que todos aquellos congresistas que provengan de China o hayan estado en ese país recientemente deberán demostrar que han estado fuera durante los 14 días previos al evento, previsto del 24 al 27 de febrero. A la hora de recoger la acreditación deberán mostrar el sello del pasaporte y un certificado de salud.
El acceso directamente se prohíbe a todos aquellos procedentes de la provincia de Hubai, cuya capital es Wuhan, donde se encuentra el foco del coronavirus. El blindaje de la organización puede afectar a más de 5.000 (del total de 110.000) asistentes de nacionalidad china que acostumbran a asistir al principal congreso de telefonía móvil del mundo que se celebra anualmente en Barcelona.
La medida tomada por la GSMA sigue las recomendaciones de cuarentena de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y va en la línea de lo que ha hecho la asociación internacional de cruceros, que ha establecido que se niegue el embarque a todas aquellas personas que hayan pasado por el gigante asiático durante los 14 días previos.**



Evidentemente, la situación del Mobile no es la misma de un crucero, lo que muestra esa forma de garantizar mediante el exceso. Choca el carácter casi militar del principio del texto, con la expresión "Todo aquel chino que a día de hoy no esté fuera de su país.." que es de una forma tan directa que los asiáticos, acostumbrados más a lo indirecto considerarán de forma muy agresiva.
Si la Ciencia se encuentra con nuevos tipos de virus a los que debe frenar, los medios de comunicación, por su parte, se enfrentan a los mismos viejos problemas de siempre sobre cómo informar en este tipo de situaciones para evitar pánicos y otras reacciones que pueden desembocar en rechazo y violencia. También, cada vez más, pensar en los efectos sobre una economía global e hipersensible a cualquier factor inesperado.


Si los problemas con los virus son nuevos y requieren soluciones nuevas, los problemas comunicativos son viejos, lo que quiere decir que los errores se perpetúan. El desvío hacia los gabinetes de comunicación supone un intento fallido de controlar la información. Vemos cómo las ruedas de prensa de los expertos son posteriormente reinterpretadas conforme a criterios de sensacionalismo o de agenda propia.
Donald Trump presumía que con mencionar simplemente atacar la economía turca, como ha hecho en varias ocasiones, ya se debilitaba la economía turca y su moneda caía. Tiene razón en eso. Él sabe el valor de los rumores, las insinuaciones y las mentiras. Utiliza todas estas armas cuando tiene ocasión y son muchas.
Este tipo de situaciones requiere —lo repetimos— de un tipo de comunicación mucho más ajustada en previsión de posibles efectos, no ya secundarios sino directos. Se dejar de informar, sin ocultar nada, la comunicación no debe ser fuente de nuevos problemas que se sumen a los existentes. El sensacionalismo de algunos es un error a menos que sea eso lo que se busque.


El papel de las redes sociales es imprevisible. Desde el principio ha servido para transmitir información fidedigna desde las fuentes oficiales sobre salud y el estado de la enfermedad, pero también ha sido fuente de todo tipo de bulos y rumores infundados. La inmediatez con que se difunde hace que sea imprevisible e incontrolable. Por ello es necesario que se mejore la información y los puntos de acceso a ella, a las fuentes profesionales fiables.
Este tipo de situaciones comienzan con poco, lo que anima a algunos al exceso. Cuando el problema crece, lo que se ha construido es difícil de cambiar y frenar sus consecuencias. Este es el resultado recogido por La Vanguardia hace unos minutos. Habrá que preguntarse sobre cómo se ha llegado a esa conclusión.

 * "Amazon tampoco irá al Mobile por el coronavirus y golpea a la gran feria barcelonesa" El País 10/02/2020 https://elpais.com/tecnologia/2020/02/09/actualidad/1581274901_226028.html
** "El Mobile prohibirá la entrada a quien haya estado en China 14 días antes" La Vanguardia 9/02/2020 https://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20200209/473402483158/mobile-no-dejara-entrar-14-dias-china.html



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