sábado, 30 de marzo de 2019

El cuerpo desmembrado o ser europeos

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Los temores a un Brexit sin acuerdo se van acrecentando en las mentes de los británicos y del resto de la Unión. La incapacidad británica para dar forma a lo que era un oscuro objeto de deseo, la salida de la UE, está superando los límites de lo que es lo medianamente aceptable para la imagen, la paciencia y el ego de un país. Allí donde se había jugado con el orgullo del "Rule Britania!" ahora se percibe más bien como un escandaloso "¡sálvese el que pueda!". Todavía a mediados de 2018, se apostaba en los titulares por un "brexit blando". Hoy el panorama, votación tras votación, conspiración tras conspiración, dimisión tras dimisión, es mucho más oscuro, de noche cerrada.
Los británicos pensaron (o les hicieron creer) que salir de la Unión Europea es como el que sale del bar y vuelve a casa. Lo que no han entendido es que es algo más parecido a cortarse un brazo y la diferencia ahora es hacerlo con anestesia o sin ella. Le gustara o no, la Unión Europea es un cuerpo integrado por los países que forman parte de ella. No es un "club" de países, como se utiliza en ocasiones metafóricamente. No hay metáforas: los países son la Unión, irse es desmembrarse, algo que afecta a ambas partes. No se está en Europa; se es Europa. Por ello, salir, es un proceso de pérdida y traumático. No porque sea la voluntad de lo que quedan hacer sufrir al Reino Unido, sino porque tendrán que dejar muchos elementos que les han beneficiado y que ahora no podrán tener en las mismas condiciones.


La política seguida por los gobiernos británicos, especialmente los conservadores, ha sido siempre la de la amenaza para conseguir privilegios. De esta forma, Reino Unido se ha estado  beneficiando de una situación de eje: podía hacer negocios con todos a su aire pues había conseguido conectar sus propias redes a la europeas. Con su moneda propia, la libra, los británicos podían jugar por todo el mundo y a traer a la City capitales hasta convertirla en la capital mundial (un tanto oscura) de las finanzas.
El titular de la BBC de hoy describe de forma descarnada la situación que se vive en Reino Unido de los negocios: "Business ‘devastated’ by Brexit vote". El artículo explica:

Business groups have said they are "devastated" after Parliament's latest rejection of the prime minister's EU withdrawal plan.
They urged MPs and the government to find a solution and stave off the "nightmare" of a no-deal Brexit.
"The UK's reputation, people's jobs and livelihoods are at stake," said CBI deputy director-general Josh Hardie.
And the Institute of Directors' Edwin Morgan said businesses were "sick" of being stuck in "spirit-sapping limbo".
Mr Morgan, the IoD's interim director-general, said: "The Brexit merry-go-round continues to spin, but the fun stopped a long time ago."
MPs are set to have another go at reaching a Brexit compromise in another series of votes on Monday and Wednesday next week.*


Es un llamamiento dramático pues están viendo que las promesas de vivir en el paraíso que les llevaron a votar por la salida no eran más que humo. Hoy ven que pueden perder lo que tenía dentro de la Unión y también lo que tenía por estar en la Unión, dos aspectos muy diferentes y con los que no contaban. Usar una estrategia de que solo gano y no pierdo nada es la peor que se puede usar. Los británicos se dan cuenta cuando se les van las empresas que mucho de lo que tenían lo tenían precisamente por ser parte de Europa, no algo propio británico, sino algo europeo.
Un proceso de abandono similar es el que ocurre con los cuestionamientos secesionistas catalanes en España. Los que calculan que todo son ganancias engañan deliberadamente  a las personas.
Pero esto es lo que ocurre cuando la gente se deja seducir y solo escucha los panoramas beneficiosos y cree realmente que van camino de la felicidad y la perfección de estado. Los euroescépticos y los eurófobos han conseguido convencer a la gente que los males les llegan por ser europeos, mientras que los beneficios les llegan por ser de su país, una fantasía muy agradable, pero no por ello menos fantasía.
La crisis económica vivida ha sido aprovechada para asegurar que en solitario era posible alejarse del destino común. Como los experimentos en estos campos no son sencillos, todo se lo han jugado a una sola carta. Los resultados caóticos los estamos viendo ahora sobre la carne británica. Y hay que ser muy necio para no comprender lo que significa.


The Washington Post publica un artículo de Chico Harlan con el título "Frexit? Italeave? After watching Brexit, other European countries say: No, thanks." La idea que sostiene es precisamente esta, el recular de los populismos en sus estrategias de salida de la Unión ante el desastroso ejemplo británico. Los británicos no sabían o no querían saber dónde se metían. Pero ahora todos los sabemos:

ROME — Just three years ago, in country after European country, populist politicians were drawing up plans to follow Britain out the door. The French nationalist party leader spoke of a Frexit. The Dutch far-right leader wanted a vote on Nexit. Some politicians predicted a secessionist contagion. Might there be a Swexit? A Czech-out? An Italeave?
“Now it’s our turn,” the leader of Italy’s ascendant far right, Matteo Salvini, said at the time about exiting the European Union.
But the 2016 Brexit vote has spawned no copycats. Nor did it lead to the crackup of the E.U. Even the most ardent Brussels-bashing politicians have concluded it is better to stick with the bloc than endure a messy, years-long divorce.
On Friday, the day Britain was supposed to leave the E.U. and “take back control,” the British Parliament was still fighting over how and whether to leave. Lawmakers rejected, for the third time, the withdrawal deal negotiated between Prime Minister Theresa May and E.U. leaders. The pound fell on fears that Britain will abruptly crash out of the bloc on April 12, with massive disruptions to trade and travel.
Even if Britain manages an orderly departure, economic forecasters say Brexit could dampen growth for years. And the political and social divisions between “leavers” and “remainers” may persist.
Watching all this, the continent’s influential Euroskeptic parties — from Scandinavia to the Mediterranean — have recast their message. They have dropped calls to leave the E.U. and are instead advocating for the less drastic approach of changing the bloc from within. The European political scene has scarcely a party remaining advocating for a Brexit-style departure.**


De ser así, algo habría que agradecerles a los británicos. Vivimos por las experiencias propias y ajenas. En este caso, los errores del Brexit son tan evidentes que hacen que los que eran ardientes partidarios de sus propias salidas de la Unión escondan sus intenciones. No va a ser tan fácil arrastrar a la gente contra sí misma, pues somos Europa. Eso no quiere decir que no se siga intentando, solo que el énfasis se pondrá en otros aspectos, como la destrucción de las instituciones desde dentro mediante el obstruccionismo.
Reino Unido se desagarra, pierde vitalidad al separarse de lo que ayudo a dar forma. Es una cuestión de actitudes, de cómo percibir la realidad. Si ahora mismo hay problemas con el nacionalismo populista, pensemos en lo que sería lidiar en el continente con gobiernos de esta orientación frente a cualquier tipo de situación. La situación que se volvería a vivir es absolutamente espeluznante. Nos hemos acostumbrado demasiado a la "paz europea", a la concordia y a la convivencia. Basta echar la mirada hacia atrás unas cuantas décadas, ver las ruinas de Europa, sus heridas y enfrentamientos, para entender cuál es el sentido de una Europa unida, encaminada hacia un horizonte común y no enfrentados de nuevo unos a otros, con fronteras en disputa, territorios reclamados, problemas de inmigración internos, etc. 
No es fácil desmontar esto construido con esmero y pese a las obstrucciones de muchos. Los británicos se están dando cuenta de esto. También muchos europeos y espero que españoles.
La separación de la Unión no es como el que se levanta de una mesa y se va con su plato. Es más orgánico, más doloroso. No nos hemos querido dar cuenta que ellos son nosotros y nosotros ya somos ellos. Ser europeos, algo más que un nombre.



* "Business ‘devastated’ by Brexit vote" BBC 29/03/2019 https://www.bbc.com/news/business-47753125
** Chico Harlan "Frexit? Italeave? After watching Brexit, other European countries say: No, thanks." The Washington Post 29/03/2019 https://www.washingtonpost.com/world/europe/frexit-italeave-after-watching-brexit-other-european-countries-say-no-thanks/2019/03/29/7b6e059a-4be0-11e9-8cfc-2c5d0999c21e_story.html




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.