Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
El
problema de las cuotas de las mujeres en las instituciones se discute por todo
el mundo, pero solo en Egipto adquiere ciertos tintes. Una vez más, la
diferencia contracorriente resurge.
Pasadas
unas pocas horas tras las celebraciones del Día de la Mujer en todo el mundo,
con mayor o menor éxito, en Egipto se sigue jugando con las mujeres y su
representación en el parlamento. Al-Sisi comenzó con un gran predicamento entre
las mujeres, que siguen siendo un apoyo importante. Su primer acto como
presidente fue llevar unas flores a una mujer ingresada en un hospital, víctima
de la violencia. Como tantas otras cosas, todo quedó en ese tipo de gestos.
Salvo este tipo de gestos de cara a la galería, lo cierto es que las mujeres
egipcias no han notado muchas mejoras.
En Egyptian Streets, Farah Khairat se preguntaba ayer si
"Is Feminism Compatible with Egyptian Culture?". La respuesta dada
nos muestra el problema habitual, la lucha entre si el feminismo es algo
inventado por Occidente para hundir el mundo árabe o si las mujeres de todo el
mundo tienen problemas similares y pueden ser solidarias en lo práctico y en lo
teórico. Como en otras ocasiones, se desperdicia la ocasión teórica de avanzar
entre lo que la autora llama "el nacionalismo", "el islam"
y "el poscolonialismo". La misma pregunta vuelve otra vez a situar
Egipto como un mundo diferente una excepción, al hablar de "cultura
egipcia". Son las influencias del nacionalismo.
En el texto podemos leer cosas como estas:
Leila Ahmed, an Egyptian feminist scholar, goes
even further to discuss the controversial history of the ‘harem’ arguing that
viewing the harem as a means of domestication and imprisonment is flawed, and
that the harems were instead, a source of strength and mobilization for women.
In a society where activities existed for men, the harem allowed for women to
freely engage in certain activities, for women, by women. This is much like
spaces today, in many areas of Egypt which are only provided and open for
women, whether it be recreational, workplaces, transportation, or even fitness
facilities.
The founding of feminism in Egypt and the Arab
world more broadly, is distinct in that it is visibly intertwined with nationalism.
Of course, the issue that arises when feminism and nationalism are inextricable
is that the intention of activists is not to better women, but rather women are
treated as a tool for nationalism. It is crucial to consider though, that
culture is malleable, and that the primary function of the history provided
here is to present Arab feminism as an entity in itself that emerged out of its
own cultural context, rather than being a Western concept that is applied to
it. These historical events evidently present a level of compatibility with
Arab culture and feminism.*
El primer párrafo viene a decir que el harén, la mujer
encerrada, invisible, puede ser positivo porque permite estar a la mujeres
haciendo actividades sin hombres; las cárceles también.
Si el "feminismo árabe" que se proclama en el
segundo párrafo va en la dirección del primero, es decir, en la obsesión
nacionalista con tal de no recibir influencias de occidente, no queda mucho
recorrido. Una vez más, el deseo de ser diferentes, hace que se justifiquen
cosas que no han producido demasiadas ventajas para las mujeres. El exceso teórico también parece olvidar y
alejar de la realidad de las mujeres en las calles, en las casas. El feminismo
nacionalista se aísla a sí mismo, negando todo lo demás y sumándose a la teoría
de que efectivamente, la lucha de las mujeres en Occidente es un Caballo de
Troya para la destrucción del islam o de la familia islámica. De nuevo se mete
a todo el mundo en el mismo paquete, asignando esencias y convirtiendo en
cercado lo que debería ser un principio de libertad, pero eso no se contempla
porque en lo "egipcio", como dijo el ministro de Dotaciones
Religiosas no hace mucho, "va lo religioso", que los "egipcios
son religiosos por naturaleza", uno de los principios más rechinantes de
convertir en límite lo religioso, que es intocable y ante lo que todo debe
ceder. Es la trampa del nacionalismo
religioso, que desgraciadamente, sigue prosperando en el mundo, más allá de
Egipto. La religión es la base de la nación y es desde esos límites desde donde
debe situarse la discusión. Es decir, lo de siempre.
La trampa de un "feminismo egipcio" es como la de
otro cualquiera sujeto a los límites de lo local, que siempre ha actuado contra las mujeres. Al final las mujeres, como quiere Erdogan, por ejemplo, acaban
teniendo hijos para la patria o para el islam, ya que se identifican ambos. ¿Cómo se van
a negar a ello?
Para ir a los ejemplos más claro del papel que las mujeres
juegan en el régimen egipcio basta con ver la cuestión que plantea Ahram Online
sobre las enmiendas constitucionales para asegurarse la ampliación de los
mandatos presidenciales que mantengan a al-Sisi por décadas.
Señala el
diario estatal:
Amr Hashem Rabie, a political analyst with
Al-Ahram Centre for Political and Strategic Studies, told Al-Ahram Weekly that
opposition to the constitutional amendments submitted by the majority Support
Egypt parliamentary bloc has coalesced around the proposal to reserve a 25
percent quota of seats for women.
“The level of opposition to many of the
amendments varies but a consensus has emerged that the proposed quota of 25
percent of seats being allocated to women candidates should be rejected,” said
Rabie.
“Some argue the quota violates principles of
equality while others say it is a political bribe offered to encourage women to
vote for the amendments in a referendum.”
“The goal of these amendments is to increase
the presidential term from four to six years. In order to contain opposition to
this change, it was decided to allocate 25 percent of seats to women in order
to make the overall package more attractive. It is like disguising poison in
honey.”
Ahmed Khalil, a member of the Salafi Nour
Party, told the Weekly "the quota violates Article 11 of the constitution
which states that men and women have equal political and civilian rights.”
“The only constitutional stipulation on
parliamentary representation is contained in Article 244 which obliges the
state to ensure women, youth, younger voters, expatriates and the physically
challenged are adequately represented.”
Khalil believes that “greater participation by
women in parliament does not add much to political life in Egypt.”
“Since 2015 the performance of female MPs in
parliament has been insignificant and it is illogical to think that increasing
their number will improve the situation.”**
Queda en evidencia el carácter propagandístico de las cuotas
femeninas que al-Sisi incorporó al parlamento en el diseño propuesto. Lo que se
está debatiendo en realidad son las cuotas del poder y este solo es masculino.
Los argumento de unos son que las mujeres no han hecho nada desde la
constitución del parlamento en 2015; el de otros que es inconstitucional porque
crea una desigualdad. Esto significa sencillamente que los hombres no quieren
perder un 25% de asientos parlamentarios, que es la forma de establecer alianzas
y negociar prebendas.
Los hombres tienen poder y significan algo para el
parlamento; las mujeres no tienen nada que vender o negociar, por lo que su
presencia en el parlamento les debilita.
Los argumentos a favor son importantes: las mujeres
participarán más en el referéndum si hay más representación femenina. Sencillo.
Luego pueden languidecer en los escaños o hacer lo que les digan. A las
actuales las recibieron recomendando que vigilaran sus atuendos. ¿El "modo
egipcio" de hacer política feminista?
Los nasseristas, que deberían ser más favorables, también se
oponen pero con otros argumentos:
Nour Al-Hoda Zaki, a leading member of the Arab
Nasserist Party, said: “women have played a leading role in Egypt’s political
life in recent years, and were instrumental in removing the regime of Muslim
Brotherhood from office in 2013.”
“Women were on the streets en masse to protest
the Islamist regime in 2013 and voted yes to the new constitution and the
election of President Abdel-Fattah Al-Sisi in 2014. They deserve to be
adequately represented.”
“The reason we oppose the proposed quota is
that it is a cheap attempt to win the votes of millions of women in favor of
the amendments. The issue is not the quantity but the quality of female MPs. It
is not a question of how many women sit in parliament but how effective they
are as MPs.”
Zaki agreed with Abdel-Aal, saying “the
performance of female MPs in the current parliament has been all but
irrelevant.”
Contrarios a las enmiendas que aumenten el tiempo del
presidente en el poder y hagan inviable el cambio, los nasseristas se ven en la
tesitura de criticar el aumento de las cuotas para intentar que no prospere la
reforma constitucional, un callejón sin salida.
Unos protestan porque las mujeres les ocupan los sitios que
les permiten extender el poder territorialmente; otros porque es un reclamo
para el voto femenino. Y todos están de acuerdo en que las parlamentarias han
hecho muy poco, probablemente lo que les hayan dejado. Recuerdo una joven y
activa parlamentaria que dijo que llegaba a El Cairo a trabajar por su
circunscripción. Es probable que regresara con las manos vacías, aburrida. Si
han hecho poco es porque no les han dejado hacer más o que los partidos no
propusieron a las más adecuadas. De todo hay.
El parlamento de Mohamed Morsy, 10 diputadas islamistas |
La publicación Raseef22 recogió la opinión de las parlamentarias egipcias y de su silenciamiento cuando llevaban un año en sus puestos:
The lack of leadership roles for women in
parliament is considered one of the most important, especially that there are
25 committees but none of them are led by women except May Al Botran who
succeeded in heading the communication and information technology committee
with the beginning of the second normal parliamentary session.
Dr. Amina Nassir, member of the education
committee said that “our culture in Egypt is still dominated by men” adding
that this is a problem that is common in most state institutions, and until now
no woman has ever been governor or president of a university.
Nassir told Raseef22
that “despite the talk about gender equality, patriarchal culture is spread in
our society everywhere. The role of women is decreasing and this is a reality
that no one can deny.”
Nassir explained how she presented herself to
lead the education committee during the first session of parliament and gave
several statements with a clear program to reform the educational sector as
someone who has been in the field for 40 years, but then she was surprised
during the voting that almost everyone voted for a male colleague: “I accepted
the result and I am working on implementing the plan I suggested in order to
reform education in the country.”
Naemat Qamareddin on the other hand, tells us
of a situation she faced in parliament while trying to run for the post of
secretary of the housing committee: “I was hoping to get the post, but then I
retracted my nomination after a number of MPs asked me to do so, in order not
to dilute the vote for a particular male nominee.”
Not allowed to speak
Qamareddin told us how she asked for a turn to
speak during the crisis between the journalists and the Ministry of Interior
but the speaker of parliament gave her colleagues the space to speak but not
her: “I was not able to read the statement with which I was trying to help
resolve the crisis at the time.”
Dr. Mona Jaballah, member of the Free
Egtyptians party, said that women are oppressed inside the parliament, adding
that “there was no chance to speak in parliament.” She explained that women
face many problems especially that they represent small districts that have
many complaints but they are unable to speak out or solve them.***
¿Es esta la "cultura egipcia" a la que se refería la autora del texto en Egyptian Streets? Es más bien la realidad de la apariencia que supone creer que esas cuotas son el resultado de un cambio y no un maquillaje del régimen, cada vez más conservador y tradicionalista.
Con su 14,9% actual de mujeres parlamentarias, Egipto ocupa el lugar 138 de una lista de 192 países. El parlamento de Morsi tenía 10 diputadas islamistas. No sirvieron de mucho; se limitaban a acusar a las mujeres atacadas de estar donde no debían. Al-Sisi subió a 90, pero de muy poco ha servido en un parlamento bastante inútil, que se limita en la mayoría de los casos a hacer lo que el presidente les dice, incluso entregar islas a los saudíes, como hizo en 2017.
La mujeres han sido silenciadas en el parlamento, como explican los testimonios que surgen en cuanto que se escarba un poco sobre la superficie. El parlamento no tiene el poder real, pero sí un poder para situar a los que controlan, como en la época de Mubarak, los distritos y los sectores claves, de las comunicaciones al fútbol, pasando por las empresas.
Mientras en casi todo el mundo se debate cómo reducir las
brechas entre hombres y mujeres, en Egipto son otras las discusiones, como se
ha podido apreciar. Entre el exceso teórico que no lleva a ningún lado y la
parálisis parlamentaria de cara a la galería, los problemas graves de las
mujeres egipcias, aquellos de los que se da cuenta cada día, siguen sin
resolverse.
Eligieron el Día de la Mujer para discutir cómo reducir su presencia. Sensibilidad.
* Farah Khairat "Is Feminism Compatible with Egyptian
Culture?" 8/03/2019 https://egyptianstreets.com/2019/03/08/is-feminism-compatible-with-egyptian-culture/
** "Egypt's proposed constitutional
amendments: Controversy over women quota" Ahram Online 8/03/2019
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/327861/Egypt/Politics-/Egypts-proposed-constitutional-amendments-Controve.aspx
*** "Women in Egypt’s Parliament: Silenced, Excluded, and Marginalized" Raseef22 23/11/2016 https://raseef22.com/en/politics/2016/11/23/women-egypts-parliament-silenced-excluded-marginalized/
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