sábado, 23 de marzo de 2019

El nuevo estatuto de medios egipcio y las libertades de expresión e información

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El régimen egipcio se convierte cada día que pasa en más opresivo y pasa del autoritarismo a una dictadura al acumular restricciones a las libertades y a los derechos. Lo hace además, de forma que solo podemos llamar farisea, pues busca amparar sus acciones en la excusa del terrorismo. Cada vez que ocurren atentados, el régimen eleva grandes discursos que lanza a los cuatro vientos intentando confundir lo que es la natural y legal defensa contra el terrorismo con la represión de cualquier voz que discrepe de sus planteamientos, cada vez más estrechos.
Las restricciones a cualquier crítica van aumentando porque el régimen ha llegado al punto de no poderse permitir que se cuestiones su propio "éxito", con el que pretende justificar su propia deriva. Pocos regimen habrán usado la propaganda de forma tan intensiva como el egipcio. La construcción de la figura presidencial como de una especie de "enviado" salvador, que representa la confluencia de Estado, Ejército y Pueblo, no permite fisuras. El problema es que una figura así no puede ser democrática porque es incuestionable, al igual que su obra.
Esto ha llevado a una extraña doctrina en la que el cuestionamiento de cuatro entidades "gobierno-presidencia", "estado", "pueblo" y el añadido envolvente de la "religión" se convierten en delitos de "traición" a Egipto. Los egipcios se están dando cuenta de esta especie de vacío que empieza a rodearles a través de las tenazas que se aprietan a su alrededor.
Una de esas tenazas esenciales es la nueva ley de Medios, de la que hemos hablado en varias ocasiones y que abre un conflicto entre el sector estratégico de la prensa y el régimen. Unos y otros saben lo que se está haciendo y cuál es su finalidad. El diario estatal Ahram Online incluye hoy una "guía" (preguntas y respuestas) sobre el estatuto de los medios, dentro del conflicto existente entre el gobierno y los profesionales, que ven su labor imposible.

Q: To whom do the bylaws apply?
The bylaws apply to press institutions, national newspapers, private media institutions, public media institutions, private media outlets, public media outlets, websites, and newspapers.

Q: What are some of the new stipulations?
The nine-page legislation has 14 articles on violations that could occur on media platforms, and stipulates the different sanctions to be applied for these violations, which include:

Article 14: Conflicting with Provisions of the Law
Sanctions will be implemented against a press organisation, media organisation, media outlet, newspaper or website that publishes any article or declaration whose content conflicts with the provisions of the constitution or calls for the violation of the law, violates the obligations set forth in the Code of Professional Honour, violates public order or public morals ... or offends religious doctrines.

Article 16: Defamation, Slander
Sanctions will be implemented for using or permitting the use of words or phrases that slander, defame or violate the privacy of citizens, misleading the public, or disseminating false information. Threatening or harming the public's feelings are also punishable offenses.

Article 17: False News, Inciting Violence on Social Media
Sanctions will be implemented for the publication or dissemination of false news or rumours, incitement to violence, hatred, discrimination, sectarianism, racism or threats to national unity. Insults to the law, misleading public opinion, insulting public opinion or the opinion of the other, disseminating information from social media sites without verifying its validity are also punishable.

Article 22: Covering Military and Security
Failure to comply with the rules of covering military or security operations or terrorist incidents can result in a prohibition on publishing or broadcasting or the temporarily blocking of the proscribed page, section, program or website.
In case of this violation — as assessed by the Supreme Council for Media Regulation — the council may take whatever measures it deems appropriate to address this violation in accordance with Article 6 of these regulations.

Article 26: Protection of Intellectual Property Rights
The Supreme Council for Media Regulation shall take the necessary measures to ensure the protection and respect of intellectual property rights in the field of journalism.
Violators shall be obliged to pay a sum not exceeding EGP 5 million or the equivalent in a foreign currency, and the violator shall be obliged to pay the appropriate financial compensation to the party whose intellectual property rights have been violated.*



Como puede apreciarse la ambigüedad de los artículos es total y deja unas posibilidades de interpretación restrictivas que dejan en manos de la autoridad la posibilidad de hacer lo que quiera con la aplicación de los artículos. La aplicación a las páginas web o redes sociales que tengan más de cinco mil seguidores abre otro frente, ya que están sujetas a la misma discrecionalidad.
Se sigue manteniendo el criterio principal que define la política egipcia o, más allá, el pensamiento político egipcio, entendiendo por tal el llevado a cabo desde las instituciones. Este pensamiento es autoritario y se basa en un principio: La ley se desarrolla y aplica para defender al de arriba. El vicio litigador de los egipcios se camufla como legalidad, pero no es más que el uso de las leyes para poder deshacerse de los oponentes, críticos, disidentes. Eso es lo que ha sido practicado desde los inicios porque nunca ha habido iguales, sino una "autoridad" que manejaba los recursos, que los controlaba desde la posición dominante. Se ha tratado siempre de dar armas al estado para combatir a los ciudadanos, no de establecer leyes que protegieran a los ciudadanos. De esta forma, el control ha sido siempre absoluto. Los enfrentamientos se han establecido entre facciones, que finalmente han ocupado los mecanismos del estado y han podido aplicar a sus rivales lo que ha quedado para el fin del control.
Basta con leer los artículos señalados para comprobar que no se trata de proteger a la prensa para que pueda cumplir su función de información a los ciudadanos, sino —por el contrario— se trata de controlar a los profesionales para que estos no erosionen el poder ante la opinión pública, a la que por otro lado se bombardea con ilusiones, promesas y propaganda.


De aquí el gran enfado que el régimen tiene cuando aparecen externamente las críticas que cuestionan la verdad interior, acuse a todos de conspiradores y de estar al servicio de los "enemigos" de Egipto. El régimen define lo que es la "verdad oficial" y cualquiera que discrepe es considerado enemigo y traidor. Es el autoritarismo del que no se ha librado nadie.
La "guía" acoge las disidencias de los profesionales y el conflicto con el Consejo que deberá aplicarlos

Q: What criticisms are being levelled against these new laws?
Prominent Egyptian journalists have called the measures unconstitutional. Mohamed Abdel-Hafiz, a board member of the Journalists Syndicate, told Ahram Online that the newly introduced bylaws contravene articles 70 and 71 of the constitution, which guarantee freedom of the press and freedom of publication.
Abdel-Hafiz quotes Article 71 of the constitution; “It is prohibited to censor, confiscate, suspend or shut down Egyptian newspapers and media outlets in any way. Exceptions may be made for limited censorship in time of war or general mobilisation.”
Abdel-Hafiz said that the new bylaws are worded too vaguely.
“These new bylaws put a stamp of legality on the ongoing struggles faced every day by journalists and the media, and they give the council the power to decide what can be published without any court orders,” said Abdel-Hafiz.

Q: How has the council reacted to criticism?
Supreme Media Council head Makram Mohamed Ahmed responded to the criticism in a statement issued late on Sunday. Ahmed said that the council's regulatory role gives it the right to act as a watchdog and sanction all kinds of media, including social media networks.
Ahmed said that blocking or banning can take place in cases of extreme necessity in the face of serious media crimes and non-compliance with council decisions.
The chief of the regulatory body highlighted that this procedure has not been taken since the council was established 20 months ago, except in one case, where a media outlet committed 45 violations, each of which was investigated and the outlet was warned several times.

Q: What's next?
Members of the press syndicate board have been discussing the matter with lawyers, according to Abdel-Hafiz, and have filed an appeal with the State Council against the new legislation.
“I have been in contact with all my colleagues in the press syndicate. We all hold the same position and we will appeal against these bylaws, which not only contravene the constitution, but also many laws," said Abdel-Hafiz.

La simple publicación en el diario estatal ya es una toma de postura dentro del sistema. La guerra con los periodistas se inició hace mucho y el régimen ha tratado de desmontar el aparataje mediático adverso o simplemente discrepante. Nunca se insistirá bastante en la obsesión por la "verdad oficial" del régimen egipcio, lo que explica gran parte de sus acciones y medidas. El liderazgo no puede ser cuestionado y debe verse como la única esperanza de futuro. No hay más voz. Sobre esta idea, el control de los medios es esencial ya que es la forma de tener a la gente en la línea adecuada de interpretación y visión del mundo.
La consideración de "anticonstitucional" por parte de los profesionales y del sindicato de los artículos es un enfrentamiento, aunque saben que tienen poco que hacer, pero se trata de dar la batalla, que no ha dejado de darse frente a los periodistas, y cuyo momento culminante fue la entrada de la Policía en la sede del Sindicato de Periodistas, algo que no había ocurrido anteriormente, con motivo de la entrada de dos periodistas perseguidos por informar sobre las protestas por el regalo de las islas se Tiran y Sanafir por parte del gobierno a Arabia Saudí.



Informar era "delito" por varios motivos: decir que eran egipcias era ir en contra de la versión oficial, lo que era "difundir mentiras", pero además era una "incitación al desorden" o, ¿por qué no?, "dividir al pueblo egipcio" con la información, "desestabilizar al estado", etc.
Recuérdese que en cuestión de medios, se ha detenido a periodistas por reproducir un texto de un medio extranjero, pero también por dar entrevista a otro también extranjero. Es decir, ya no solo no pueden escribir, sino que la difusión interna de cualquier cosa que se entienda que va "contra Egipto", como criticar al presidente al-Sisi, es considerada delito o falta. Recordemos lo ocurrido hace poco tiempo con la entrevista realizada al presidente en el programa de la CBS norteamericana, "60 minutes" y con la orden de no difundirlo en los medios egipcios.
Tenemos ahora mismo en los medios tres casos que muestran lo que ocurre con la libertad de expresión o de información.
Del primero de ellos nos informa Egypt Independent con el titular "Sherine Abel-Wahab banned from performing in Egypt"**. Recordarán la condena a tres meses por haber dicho en un concierto, como una broma, que prefería beber agua embotellada a las aguas que bajan por el Nilo. Esta vez ha tomado cartas la dirección del Sindicato de Músicos, un impresentable vigilante de la ortodoxia oficial que vigila a intérpretes y decide sobre su futuro laboral:

The Musicians Syndicate in Egypt led by artist Hany Shaker banned renowned Egyptian singer Sherine Abdel-Wahab from performing in Egypt in addition to scheduling a disciplinary meeting on March 27 to investigate the claims brought against her regarding her latest controversial statement at a concert in Bahrain.
Egyptian lawyer Samir Sabry filed a recent complaint against Abdel-Wahab for “insulting Egypt,” “spreading false news,” and “inviting suspicious human rights organizations to interfere in Egypt’s affairs.”
Sabry’s legal complaint claimed that Sherine devastated Egypt’s reputation with her recent statement at a concert in Bahrain, where she stated, “Here I can say whatever I want. In Egypt, anyone who talks gets imprisoned,” according to Sabry.
Shaker, the syndicate’s chairman, said in his telephone interview with Al Nahar TV on the program “Akher Al Nahar” that the syndicate’s move came as result of several complaints against her.
Shaker added that he has previously asked Abdel-Wahab to stop telling jokes on stage; he had stressed that the stage is for singing only and informed her that she doesn’t know how to be properly humorous.
“Sherine’s last mistake–making fun of the Nile River–was a big one, and here is another catastrophe. Her statement angered Bahrainis more than Egyptians themselves, because they love Egypt,” Shaker added.**


Los perros guardianes egipcios tienen todos las mismas pulgas. La persecución gusta porque les hace sentir poderosos. ¿Es posible en algún país del mundo que el jefe del sindicato de músicos le diga a un cantante que el escenario no está para hacer chistes? En Egipto sí. Cualquiera que tenga poder se siente el dueño y señor de tu vida si caes bajo su jurisdicción. La sangre faraónica está más extendida de lo que se piensa. Tanto el abogado Sabry, un viejo conocido por sus denuncias y un ultrapatriota, como el jefe del sindicato, otro con las mismas pulgas, tiene la misma función que el Consejo de Medios: vigilar y denunciar. En todos los ámbitos, los perros han sido colocados para morder al que se toma demasiadas libertades.
¿Creía la cantante Sherine que podría hacer chistes en el Líbano? Ningún egipcio escapa a la propiedad del estado, al derecho que se tiene de controlarle, vigilarle, denunciarle. Un egipcio no es libre de hacer o decir esté donde esté; es una propiedad del estado allí donde vaya. Siempre encontrará otro egipcio que le dirá lo que puede o no puede hacer.


El segundo caso lo tenemos con el prominente escritor egipcio Alaa Al-Aswani, el autor de "El edificio Yacobian", un bestseller por todo el mundo, y uno de los críticos ya de la época de Mubarak, pidiendo democracia. Al-Aswani, como tantos otros, creyeron de buena fe que la salida de los islamistas Hermanos Musulmanes —la otra cara radical de la moneda autoritaria egipcia— daría paso a una democracia. Su desengaño fue el de todos. El "no-coup" acabó siendo peor que el régimen de Mubarak, como es algo aceptado por todos en el exterior.
Egyptian Street señala en su titular "Al Aswany Embroiled in Military Lawsuit for Criticism on State" y explica:

Acclaimed writer Alaa Al Aswany stated that he is being sued by a military court for criticizing various institutions in the country, namely the armed forces and the judiciary as well as the Egyptian President.
The Egyptian writer, who currently resides in the US, claimed that he is being sued to sensitive content in his last novel “The Republic, As If” as well as his written contributions to Deutsche Welle Arabic in which he criticizes infrastructure projects ordered by President Abdel Fattah Al Sisi.
This was made clear in his last contribution to DW dated Tuesday 19.
Aswany’s last novel, Al Gomhoreya Ka’en (The Republic, As If) is currently banned in Egypt although it was published last year. It narrates the 2011 revolution, which Aswany was a strong participant in, up until the ousting of ex-President Mubarak. The novel supposedly criticizes Egypt’s courts, parliament and constitution.
Current governmental narrative has discredited the incidents of 2011, opting instead on the ousting of MB-supporting former President Mohamed Morsy in 2013.
Aswany wrote that he had been “referred to a military court, accused of having insulted the head of state and incited hatred against the regime, as a result of my most recent novel and what I write for DW” as per the BBC. The lawsuit seems to have taken form after Aswany’s mid-March column in DW.
The author refers to the case against him as unconstitutional as it invalidates his freedom to thought and opinion (ensured in Article 65 of the Egyptian constitution).
“My only crime is being an author, expressing my opinion, and criticising those who deserve it, even if it’s Al-Sisi,” added the 62 year old writer who claims he is not free to write for local newspapers nor appear in television in Egypt since the first week of the president Al Sisi’s presidency.
According to the writer, he was also approached by national services and he faced harassment whenever he travelled.***


Como puede apreciarse, otro caso de persecución y acoso continuo. Se trata de desacreditar a Al-Aswani en el interior, ya que es evidente que nadie se va a tomar en serio al régimen en el exterior.
Cada vez que alguna figura —cultural, artística, científica...— muestra su discrepancia con el gobierno y se aleja del poder, es sometida a la difamación por parte de los medios públicos y privados afectos al régimen, los que constituyen su artillería contra ellos. Es el mecanismo habitual porque se trata de que no haya ninguna figura que pueda distraer la atención de los fascinados egipcios. Cualquier voz que tenga relevancia es sometida a vigilancia por parte de los perros vigilantes y, si entra a formar parte de la disidencia, es atacada sin piedad acusándola de lo que haga falta. Lo hemos visto con Sherine, pero ya hubo ocasión de verlo inicialmente con el Nobel de la Paz egipcio, Mohamed El-Baradei, al que se trató de desprestigiar para evitar su liderazgo de la oposición. El régimen solo admite ¡crear al líder de la oposición!


El tercer caso lo hemos mencionado estos días. Es el del actor egipcio Amr Waked, condenado también por sus opiniones y obligado a residir en el extranjero (se encuentra por España) ante la condena a ocho años que le ha caído por un tribunal militar. "Egyptian Actor Amr Waked Sentenced to Eight Years in Jail for “Spreading False News and Insulting State Institutions”", era el titular hace unas semanas de Egyptian Streets. Más de lo mismo. El régimen se muestra fuerte ante lo que considera su mayor peligro.
De los tres casos, solo Alaa Al-Aswani es directamente periodista, pero los tres tienen que ver con la comunicación y su mundo son los medios: periodista y escritor, cantante y actor. Los tres están por lo mismo, por expresar su disconformidad o por quejarse de no poder hacer chistes en su país, como Sherine. Pronto será delito recoger sus opiniones. Son las libertades de expresión e información las que están en juego y ambas están unidas íntimamente, ambas necesitan la una de la otra. Tanto la expresión como la información son aspectos que el régimen teme y por ello desarrolla esas formas de vigilancia.


Este es el estado del régimen. Los periodistas ya saben a qué atenerse. Cualquiera que difunda noticias, dé voz recogiendo las opiniones o incluso intervenga en medios extranjeros, puede ser condenado por los tribunales en aplicación de estos estatutos que muchos consideran contra la propia constitución egipcia. Pero las leyes egipcias son elásticas formas de control. No es otra su función.
Los amigos del presidente le compraron los medios hostiles; los jueces e instituciones oficiales les han controlado los medios. La resistencia existe. Muchos periodistas se juegan presente y futuro por tratar de expresar el deseo de un Egipto más abierto o con menos distancia entre lo que se hace y lo que se dice, entre lo que se promete y lo que se consigue.
Cuando la cantante Sherine dice que "no se puede hablar en Egipto" no está insultando a su país. Está ejerciendo su derecho a criticar a los que han convertido su país en un silencioso patio de cuartel. 



* "AO's guide to Egyptian media council's new bylaws on media, social networks" Ahram Online 21/03/2019 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/328532/Egypt/Politics-/AOs-guide-to-Egyptian-media-councils-new-bylaws-on.aspx
** "Sherine Abel-Wahab banned from performing in Egypt" Egypt Independent 22/03/2019 https://ww.egyptindependent.com/sherine-abel-wahab-banned-from-performing-in-egypt/
*** "Al Aswany Embroiled in Military Lawsuit for Criticism on State" Egyptian Streets 21/03/2019 https://egyptianstreets.com/2019/03/21/al-aswany-embroiled-in-military-lawsuit-for-criticism-on-state/
**** "Egyptian Actor Amr Waked Sentenced to Eight Years in Jail for “Spreading False News and Insulting State Institutions”" Egyptian Streets 6/03/2019 https://egyptianstreets.com/2019/03/06/46027/





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