Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Dice
Donald Trump que no tiene ninguna necesidad de escuchar la cinta con la
grabación del sonido de las torturas a las que fue sometido Jamal Khashoggi
antes de morir y ser descuartizado. Los argumentos para no escuchar una
horrenda muerte siempre deben ser aceptados. En ningún sitio de las funciones
presidenciales debe poner que se tenga que escuchar una grabación así. Probablemente
el rey Salman tampoco quiera escucharla por parecidos motivos.
Erdogan
la entregó a los servicios secretos de distintos países para complicar la vida
a Arabia Saudí y al príncipe Mohamed Bin Salman, al que pocos llamarán ya MBS,
que queda demasiado "moderno" y no están los tiempos para
suposiciones.
El
hecho de que le pregunten a Trump en su visita a California por la cinta de
Khashoggi es desviarse un poco. Los centenares de muertos en California, una
cifra que crece sin cesar con números impensables como previsión final, lleva a
Trump del horror ante sus ojos a las preguntas sobre otro horror que se niega a
escuchar.
La CNN
recoge:
In an interview released on Sunday, Trump told
Fox News' Chris Wallace on "Fox News Sunday" that he doesn't have any
interest in hearing the tape, which contains audio of the killing of Khashoggi
in the Saudi Arabian consulate in Istanbul, Turkey, in early October.
"Have you, one, either heard the tape
yourself or been briefed on it, and if so, to your mind what does it
show?" Wallace asked Trump.
"We have the tape, I don't want to hear
the tape, no reason for me to hear the tape," Trump replied.
"Why don't you want to hear it, sir?"
"Because it's a suffering tape, it's a terrible
tape," Trump said. "I've been fully briefed on it, there's no reason
for me to hear it, in fact I said to the people 'should I?' They said, 'you
really shouldn't, there's no reason.' I know exactly -- I know everything that
went on in the tape without having to hear it."
"It was very violent, very vicious and
terrible," Trump added.*
El caso del asesinato de Jamal Khashoggi no se detiene. Hay
muchos intereses en que lo haga pero no parece que por el momento las medidas
tomadas sean suficientes como para tapar el enorme escándalo que limita las
posibilidades de relación de los saudís con el resto del mundo, con la generosa
excepción de sus aliados, como Egipto, todo comprensión ante el hecho y
aceptación generosa de cualquier versión que el Reino quiera difundir como
oficial. No debe esperar encontrar más simpatías en el mundo. El príncipe, si
logra sobrevivir a todo esto, será un paria enclaustrado al que nadie querrá
recibir. ¿Quién podrá estrechar su mano?
Pese a lo que diga Donald Trump sobre la cinta o sobre la
confianza que le merecen las proclamas del rey saudí, lo cierto es que la CIA
da por más que probable que el príncipe tuviera conocimiento (u
ordenadora) del crimen contra Khashoggi.
El objetivo ha sido el príncipe desde el principio porque
hay pocas dudas de que una operación de tanta complejidad y manejando un
operativo tan nutrido de especialistas y hasta con un doble seleccionado por su
gran parecido con la víctima para realizar grabaciones que despistaran a los
que buscaran al periodista tras su desaparición.
The New York Times ha realizado una magnífica reconstrucción
con imágenes de todo el proceso desde que Khashoggi se dirigió por primera vez
al consulado para obtener los papeles que le permitieran casarse con su novia
turca. Paso a paso, el diario va mostrando los tres equipos intervinientes en
el caso, con salida de Riyad y de El Cairo para hacer desaparecer al disidente.
Un caso así no se monta solo y menos en un país en el que no se mueve una mosca
sin que lo sepan los servicios secretos.
El diario El País señala:
La CIA ha concluido que el
príncipe heredero saudí Mohamed bin Salmán (MBS) ordenó el asesinato del
periodista crítico con el régimen Jamal Khashoggi el pasado 2 de octubre en el
consulado saudí en Estambul, según avanzó esta noche The Washington Post y
publicaron después varios medios estadounidenses citando fuentes de la
Administración o conocedoras del proceso. El resultado de la investigación deja
en una situación muy difícil a Bin Salmán, a quien Riad ha tratado de
desvincular completamente del crimen pese a las crecientes insinuaciones turcas
en sentido contrario.**
Eso deja en una posición complicada a los Estados Unidos y
en una mucho más complicada s Donald Trump, que verá complicadas las preguntas
que se le vayan haciendo sobre el caso. Poco a poco irán (o seguirán) saliendo
los lazos económicos de los Trump con los saudís y lo complicado que le es
negarles algo.
Lo política norteamericana en Oriente Medio pasa por Arabia
Saudí y eso es una enorme desgracia porque la actitud de Trump ha permitido
creer al Reino que ellos pueden hacer lo que quieran porque se mirará hacia
otro lado.
La gigantesca operación de relaciones públicas para el
lavado de cara de Arabia Saudí ha fracasado por el asesinato de Khashoggi y la
imposibilidad de llegar al fondo indeseado del asunto.
Las detenciones anunciadas por la fiscalía saudí no son
demasiado creíbles en un mundo en el que el encubrimiento es un arte frecuente.
Ya se han detenido a once personas de las que para cinco se ha pedido la pena
de muerte. Un pequeño sacrificio ante el honor de ofrecer la cabeza por la
monarquía que custodia los santos lugares.
Señala El País:
La dureza y la rapidez de la
justicia saudí contra estos individuos de los que no se conoce el nombre, sin
embargo, no han servido para aplacar las dudas internacionales. Y, de
confirmarse, las conclusiones de la CIA revientan cualquier intento de
cobertura al príncipe. Según el Post, 15 agentes saudíes volaron a Estambul en
un avión del Gobierno y mataron al periodista. Entre otros elementos, han
analizado una llamada que Khalid bin Salmán, hermano del heredero y embajador
saudí en Washington, hizo a Khashogghi diciéndole que debía ir a la ciudad para
llevar a cabo sus gestiones y garantizándole su seguridad. La llamada,
interceptada por los servicios de inteligencia, no evidencia que Khalid supiera
del plan criminal, pero los investigadores sí apuntan a que fue llevada a cabo
por orden del príncipe.
La inteligencia estadounidense
también tiene en cuenta que el príncipe supervisa todos los asuntos del Reino.
"La posición aceptada es que no hay forma de que esto ocurriese sin él ser
consciente de ello o estar involucrado", señala una fuente de la
Administración citada por el rotativo de Washington. En una línea similar, otra
fuente conocedora de la materia señaló a The Wall Street Journal que la
conclusión de la CIA sobre el papel del heredero no se basa en un tipo de
prueba directa y definitiva —lo que suele llamarse una "pistola
humeante" en la jerga de las investigaciones—, sino en indicios y el
conocimiento de cómo funciona la monarquía absolutista.
La noticia de que la CIA
considera que el príncipe heredero dio la orden de matar a Khashoggi ha caído
como una bomba en Arabia Saudí. No ha habido comentario oficial en Riad, pero
resulta muy significativa la rapidez con que ha reaccionado el príncipe Khalid
Bin Salmán.**
Es lo malo de ser tan poderoso y que se note tanto. Al final
no es fácil pasar por idiota si lo quieres controlar todo. Las pruebas de la
proximidad al príncipe coronado son tan obvias que nadie duda de ello. Solo Trump y el gobierno egipcio esperan la confirmación que no llegará y nadie espera.
El problema, como planteamos en su momento, es encontrar una
historia que satisfaga a todos, que deje al príncipe como invitado, a los
Estados Unidos como aliados comprensivos y al resto medianamente olvidadizos de
lo que ha ocurrido.
En realidad, a nadie le ha extrañado lo que han hecho los saudís.
El problema es que lo han hecho en territorio enemigo, en la Turquía de
Erdogan, enfadado con sus aliados americanos y enfrentados con Arabia Saudí
disputando la primacía de la zona.
Si los Estados Unidos de Trump no hubieran sometido a
Turquía a las humillaciones económicas de hundirle la moneda, probablemente el
escándalo sobre el caso Khashoggi sería mucho menor y el presidente Trump no
vería amenazados sus castos oídos por las cintas de la tortura. Pero el mundo,
como no enseña la termodinámica con su "flecha del tiempo" no tiene
vuelta atrás.
El río revuelto de Trump tampoco le crea las mejores condiciones
con sus propios servicios secretos o la CIA, por no hablar del FBI. Así que los
expertos seguirán sacando cosas que a Trump no le guste oír y que le complique
la existencia.
La CNN termina su texto sobre Trump con estas palabras del
presidente en la entrevista con la Fox:
"You saw we put on very heavy sanctions,
massive sanctions on a large group of people from Saudi Arabia," Trump
continued. "But at the same time, we do have an ally, and I want to stick
with an ally that in many ways has been very good."*
Trump se lo dice todo él mismo. Pero el final señala la
cuestión principal: Arabia Saudí es un aliado. Con este planteamiento, lo que
el gobierno saudí aprende es que quitarse de encima a los disidentes es solo
cuestión de actuar rápido y ser paciente, a cuidar los detalles.
La próxima vez habrá que tener más cuidado, algo que Trump
les agradecerá.
*
"Trump says he declined to listen to recording of 'vicious' Khashoggi
killing" CNN 18/11/2018
https://edition.cnn.com/2018/11/18/politics/donald-trump-jamal-khashoggi-tape/index.html
** "La CIA concluye que el príncipe heredero saudí
ordenó la muerte del periodista Khashoggi" El País 18/11/2018
https://elpais.com/internacional/2018/11/17/estados_unidos/1542414324_154933.html
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