Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Como
era previsible, las salidas del príncipe heredero de Arabia Mohamed Bin Salman
provocan un enrarecimiento de la informaciones, que no pueden soslayar el hecho
de lo que se sabe hasta el momento del asesinado del periodista Jamal
Khashoggi, secuestrado, torturado, muerto
y descuartizado a mano por los servicios secretos saudís. Una vez aceptado esto
por las instancias oficiales, lo único que siguen negando es que fuera el
príncipe reformista quien diera la orden de que esto fuera así.
Hasta
la CIA ha señalado al príncipe heredero como la persona que ordenó la
operación. Todo el mundo ha quedado convencido menos el presidente de los
Estados Unidos, para el que la opinión de la CIA no es relevante. La prensa ha
destacado estos días cuáles son los motivos económicos del escepticismo de
Trump, a quien las sospechas fundadas no van a arruinar un buen negocio.
El
príncipe heredero o sus asesores o no se sabe quién han decidido que la mejor
estrategia para intentar mejorar la situación es iniciar una gira mundial en la
que los mandatarios —¡maldita sea su suerte!— deberán sonreírle, estrecharle la
mano y, a ser posible, abrazarle para demostrar al mundo que aquí no ha pasado
nada, que, total, Jamal Khashoggi era un saudí y que los saudís hacen con sus
camellos, inmigrantes y ciudadanos lo que les da la gana, que para eso son una
monarquía anacrónica guiada por la mano de Dios, a quien tienen arrendados los
Santos Lugares.
El país
que más rápido decidió que no había
pasado nada y había que creer lo que dijeran los poderosos y generosos
saudís fue Egipto, cuyos servicios secretos estaban en el punto de mira por el
caso similar de Giulio Regeni, el doctorado italiano secuestrado, torturado,
asesinado y arrojado a una cuneta. De poco sirvió que los saudí cambiaran de de
historia en cada momento; el gobierno egipcio se las creyó oficialmente todas en
el mismo orden en que fueron contadas. Ha sido un acto generoso de credulidad a
sabiendas del ridículo institucional que implicaba cada cambio.
Ahora
el príncipe heredero Mohamed Bin Salman, MBS para los allegados, ha decidido
visitar Egipto para ser abrazado. Resulta sorprendente el tratamiento
informativo dado por el periódico estatal, Ahram Online. La información dada
está compuesta por dos párrafos y tres fotografías del encuentro.
Los dos
párrafos del texto son los siguientes:
Egypt's President Abdel-Fattah-El-Sisi received
on Monday evening Saudi Arabia's Crown Prince Mohammed Bin Salman at Cairo
International Airport, according to a statement by the Presidential Spokespan
Bassam Rady.
"Crown Prince of Saudi Arabia Mohammed Bin
Salman, who is deputy head of cabinet and minister of defence, is on a a
two-day official visit to his second homeland Egypt, acompanied by a number of
Saudi ministers and senior officials," Rady said.*
El primer párrafo se limita a decir que el presidente
al-Sisi le recibió en el aeropuerto. En el segundo se describe la duración de
la visita, la categoría del visitante y que Egipto es su segunda patria. A esta
somera información le siguen tres fotografías oficiales: aeropuerto, dos, y
otra sentados posando. Nada más.
Si se ha querido poner sordina a la visita, se ha hecho.
Como acto en el que Bin Salmán va buscando demostraciones de amistad y
normalidad no resulta demasiado convincente y, por el contrario, demuestran una
enorme frialdad informativa.
Como todo lo diplomático, constituye un mensaje, aunque no
se sepa para quién y debamos, además, interpretarlo conforme a códigos
extraños. Ahram Online, que ha recogido hasta la visita de Will Smith a las
pirámides o de cualquier viejo futbolista que se ha paseado por ellas, realiza
en este caso un mínimo esfuerzo informativo de recogida de información. ¿Es un
síntoma de malestar? ¿De quién y para quién?
Puede que la credulidad generosa del presidente egipcio
durante la crisis por el asesinato de Jamal Khashoggi esté pasando factura por
el ridículo hecho. Puede también que las pocas simpatías que tienen los saudís
entre los egipcios pidan prudencia ante un nuevo ridículo nacional causado por
el exceso de apoyo a una crisis que estaba claro desde los inicios hacia dónde
apuntaba.
Que Donald Trump no crea lo que la CIA le dice, no implica
que los demás lo acepten. Hoy es un hecho la consideración internacional de que
lo ocurrido con Khashoggi ha sido un crimen organizado desde la cúpula del
Reino y que allí no se crea una operación de este calibre sin que lo sepa el
príncipe que todo lo controla. No se puede vender ser tan poderoso si después
realizan operaciones de esta envergadura sin que tú lo sepas.
Pero no es solo Ahram Online quien ha dado información sobre
la visita. Egypt Independent lo ha hecho en estos términos:
Prince Mohammed bin Salman bin Abdul Aziz,
Crown Prince of the Kingdom of Saudi Arabia arrives today to begin his two-day
visit to Egypt, official spokesman for the presidency Bassam Rady announced.
Rady added that the visit is expected to
include a round of talks with President Abdel Fattah al-Sisi on bilateral
relations between the two countries and ways to enhance them in various fields,
as well discussions on political issues of common concern between Cairo and
Riyadh.
Meanwhile, Al-Masry
Al-Youm Chairman Abdel Moneim Saeed said that the foreign tour of bin
Salman is proof that the Jamal Khashoggi murder crisis is over.
“Bin Salman’s foreign tour means the
international community is convinced that the crown prince is part of a
historic reform that is taking place in Saudi Arabia,” Saeed said during an
interview on Sada al-Balad channel on Sunday evening.
The Saudi crown prince is on a tour to several
countries including Egypt, the United Arab Emirates, Britain and the United
States.**
Si extraño era el laconismo del diario estatal en esta
visita del príncipe Bin Salman, no lo es menos la locuacidad del diario privado
de mayor tirada en Egipto, Egypt
Independent o Al-Masry Al-Youm,
por su nombre árabe.
En el texto se nos introduce la opinión de su presidente,
Abdel Moneim Saeed, sobre el asunto Khashoggi, algo que se menciona en la
prensa estatal, probablemente por considerarlo inapropiado. El responsable del
diario es citado dando por "cerrada" la crisis por el asesinato del
periodista Khashoggi y además alabando al príncipe convirtiéndolo en un
reformista. Por lo general las personas reformista no suelen ir ordenando que
maten a la gente que les molesta y eso, para una mayoría, es un hecho que parece
evidente, incluida la CIA.
¿Por qué el "chairman" del periódico se mete en
este lío de convertirse en avalista de un príncipe bajo sospecha y un país
impopular por la forma en la que suele tratar a los emigrantes, denunciada por
las asociaciones internacionales del Trabajo? Es una cuestión interesante.
Recordemos que el diario sufrió una amenaza de cierre que le
costó su puesto al anterior director por un titular. El periódico decidió prescindir
del director, de talante más crítico con el gobierno, y poner en su lugar uno
más próximo al régimen, por lo que la línea del periódico pasó de ser
frecuentemente crítica a la que mantiene actualmente, más cercana al poder.
Bastará con recordar el incidente ocurrido en 2016 con el
periódico, que fue obligado a cambiar su portada por los censores, precisamente
en plena crisis —que los egipcios no olvidan— del regalo gubernamental de las
dos islas de Tiran y Sanafir.
El incidente lo contaba así entonces, el 12 de abril de
2016, el Daily News Egypt:
Al-Masry Al-Youm newspaper’s Tuesday issue was
stalled at the printer to amend a front page headline criticising the recent
visit to Egypt by Saudi King Salman bin Abdul Aziz Al-Saud.
When it went to print on Monday night, the
original front page headline read: “Two islands and a PhD to Salman… and
billions to Egypt”.
The newspaper, which is printed at the
state-run Al-Ahram printing house and another privately-owned printing house,
was retracted so that the headline could be changed, based on a request by its
editor-in-chief Mohamed Saleh, according to Al-Masry Al-Youm journalists who
spoke to Daily News Egypt on condition of anonymity.
The Al-Masry A-Youm headline, the most widely
circulated privately-owned newspaper in Egypt, was subsequently changed to
“Salman visit’s toll: agreements worth $25bn”.
According to journalists and editorial staff,
Saleh allegedly changed the headline following comments from state agencies
over its critical stance.
This marks the first major case of reported
press censorship in 2016. The past year has seen a surge in restrictions of press
freedoms, which are protected by the Egyptian Constitution. In August 2015,
three newspapers were censored in less than two weeks.***
A las autoridades egipcias les pareció demasiado hacer
explícitos los "regalos" que el rey Salman se llevaba de Egipto
"a cambio" de lo que dejaba allí. Además de dinero, dejó una crisis
sin precedentes en la que al-Sisi tuvo que lidiar con la opinión de la calle y
encerrar periodistas y activistas que denunciaban la entrega de las islas de
soberanía egipcia, tal como los estudiantes habían aprendido en sus libros de
texto.
Lo ocurrido en 2016 con la crisis de las islas entregadas a
Arabia Saudí, con el enorme lío legal, periodístico (detenciones de periodistas
acusados de difundir noticias falsas") reveló las tensiones entre el estado
y los medios independientes, que se vieron sometidos a presión mucho mayor en
los meses siguientes.
El mismo diario, Daily News Egypt daba cuenta de nuevas
crisis internas en un periódico que estaba bajo vigilancia gubernamental y
empresarial. En septiembre de este años hacía balance de los cambios producidos
en la dirección del periódico:
Journalist Hamdy Rizk has abruptly left his
position as editor-in-chief at the privately-owned newspaper Al-Masry Al-Youm after
nearly five months since he assumed office.
Late on Sunday, the newspaper said that Abdel
Latif El-Menawy, Al-Masry Al-Youm’s managing director will temporarily replace
Rizk.
“The institution’s administration thanked Hamdy
Rizk, the former editor-in-chief, wishing him the best in his next steps,” read
the newspaper’s statement.
It added that the newspaper is keen on ethical,
professional, and national standards, in addition to its steady aims to respect
readers, as well as their right to knowledge.
In March, the newspaper faced a crisis over its
coverage of the 2018 presidential election, which led to the resignation of its
editor-in-chief at that time Mohamed Saleh.
Saleh and eight of the newspaper’s journalists
were summoned to the State Security Prosecution and were questioned over
charges of ‘disseminating false news.’
The front-page story triggered controversy and
was published on 29 March with a headline which read “the State mobilised
voters in last day of the election.” However, the headline was changed in the
second issue.
The story reported that some public officials
offered incentives to voters urging them to cast their votes in favour of
President Abel Fattah Al-Sisi.
As a result, Egypt’s Supreme Media Regulatory
Council demanded an apology over what it described as ‘publishing inaccurate
news,’ and fined the newspaper an amount of EGP 150,000.
The newspaper had already published an apology,
which was followed by the resignation of Saleh and the appointment of Rizk in
April.****
Con este historial de cambios y depuraciones, de
acercamiento al poder en vez de su crítica, no tiene nada de extraño que sea
finalmente el periódico privado el que cante lo que el medio público muestra de
forma telegráfica.
El paso de ser censurado por criticar a los saudís y al gobierno de al-Sisi por las islas al actual canto a Arabia Saudí y su príncipe refleja la evolución, por así llamarla, de alguna prensa egipcia.
Cuando el príncipe heredero de la Casa de Saud visite los
países que ha planificado verá que en Emiratos lo tratan muy bien, pero que
cuando llegue a Reino Unido y a los Estados Unidos el panorama cambiará. Puede
que Trump le abrace y le diga eso del "good work!" o del "good
guy!", pero lo que verá en la prensa no será lo mismo. No creo que nadie
se dedique a decir, como ha hecho el responsable de Al-Masry Al-Youm, que la
crisis por el asesinato de Jamal Khashoggi se da por terminada.
Lo ocurrido con Khashoggi ha acabado con la imagen del
príncipe y de sus reformas cosmética dejando en evidencia las formas de actuar
dentro y fuera de los saudís con los que se les oponen. Acaban de conceder unos
premios "nobel alternativos" a los activistas de derechos humanos en
Arabia Saudí y es previsible que el foco informativo se centre cada vez más en
las cuestiones de derechos humanos en el Reino precisamente para evitar que los
gobiernos o los particulares puedan dar por cerrada una crisis que no es una
crisis sino una forma habitual de "trabajar" allí.
El caso de Jamal Khashoggi venía precedido por el incidente
con Canadá, recordemos, en el que se rompieron relaciones por el interés
canadiense por dos mujeres activistas condenadas. No era el primer caso, solo
el más próximo a que ha servido para colmar la paciencia internacional. El
estallido no solo se produce por el hecho en sí, sino por la pretensión saudí
de que son "asunto internos" y que la comunidad debe abrazar dirigentes
con las manos llenas de sangre, la producida por la eliminación sistemática de
los críticos y opositores.
La visita a Egipto, la parquedad de lo contado, evidencia
que no está precisamente cerrado el caso, que Egipto, por más que se diga la segunda patria del príncipe, no puede
alardear mucho de ello —especialmente tras el caso de las islas entregadas—
para mantener cierto prestigio y no verse convertido en un pelele saudí.
Refleja también el estado de la prensa egipcia, en el que se da el malestar de
la estatal (largo artículo hace unos días sobre el empobrecimiento de los
funcionarios del estado) y el entreguismo privado.
Se comete el error de perspectiva de hablar del "caso
Khashoggi". En realidad es el caso "Arabia Saudí" o el caso
"Mohamed Bin Salman", que lejos de cerrarse van a estar
permanentemente abiertos. Más allá del crimen deleznable está el engreimiento
saudí (como se vio en el caso canadiense) de exigirle al mundo que se abstenga
de emitir juicios sobre sus desmanes o atrocidades. Los saudís creen tener inmunidad,
la que da el dinero o el grifo del petróleo. Pero no es así.
*
"Egypt's Sisi receives Saudi Arabia's Crown Prince Mohammed Bin Salman at
Cairo Airport" Ahram Online 26/11/2018
http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/318010/Egypt/Politics-/Egypts-Sisi-receives-Saudi-Arabias-Crown-Prince-Mo.aspx
**
"Saudi’s crown prince starts two-day visit to Cairo" Egypt
Independent 26/11/2018
https://ww.egyptindependent.com/saudis-crown-prince-starts-two-day-visit-to-cairo/
***
"Al-Masry Al-Youm retracts issue, changes critical headline on Saudi King
Salman’s visit" Daily News Egypt 12/04/2018
https://dailynewsegypt.com/2016/04/12/al-masry-al-youm-retracts-issue-changes-critical-headline-saudi-king-salmans-visit/
****
"Hamdy Rizk abruptly leaves Al-Masry Al-Youm, El- Menawy replaces
him" Daily News Egypt 10/09/2018 https://dailynewsegypt.com/2018/09/10/hamdy-rizk-abruptly-leaves-al-masry-al-youm-el-menawy-replaces-him/
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