Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
La CNN
no se ha quedado de brazos cruzados ante la retirada "vergonzosa" de
la credencial de su corresponsal, el periodista Jim Acosta. Trump ha cometido
un error grave porque la presentación de una demanda contra el presidente de
los Estados Unidos y cinco miembros principales de la Casa Blanca, incluyendo
entre ellos al Jefe del Servicio Secreto será un generador de nuevas noticias
negativas contra él. El caso es tan indecentemente
claro que la CNN ha descargado toda su artillería jurídica.
Recordemos
que las molestas preguntas al presidente se referían a la caravana de migrantes
que se dirigen hacia los Estados Unidos y que Trump manifiesta su mal humor y
prepotencia cuando no le gustan las preguntas. Pidió que le retiraran el
micrófono a una joven del personal. La excusa para retirarle la credencial a
Acosta ha sido que su brazo entro en contacto con el de la becaria al recoger
el micrófono, para lo que se mostró un vídeo que los múltiples técnicos que han
opinado consideran que está manipulado para hacer ver que el roce fue casi
eterno. El episodio quedará en la cuenta de Trump y una de sus manipulaciones
más groseras.
La
guerra contra la prensa y los que desde ella le critican es solo una de las
guerras de Trump. En estos días ha abierto, por ejemplo, una con los veteranos
de guerra que le han recriminado sus comentarios ante la última masacre en
Estados Unidos, producida en California por los disparos de un ex militar. La
frivolidad del presidente ha irritado a los veteranos, que protestan por ser
estigmatizados como si todos padecieran el síndrome que les convertiría en
criminales, sembrando el rechazo.
Hace
unos días "The Washington Post titulaba "Trump rankles veterans with
comments about PTSD and California shooter" e informaba sobre estas
protestas contra el presidente:
Some veterans and mental-health advocates
bristled at President Trump’s comments regarding the Thousand Oaks shooter and
post-traumatic stress disorder, saying such broad-based remarks risked fueling
inaccurate stereotypes about the condition and Americans who have served in
combat.
Trump began speculating about PTSD on Friday
morning when asked about the shooting, in which authorities say 28-year-old
Marine veteran Ian David Long opened fire at a country-music bar in Thousand
Oaks, Calif., and killed 12 people. Officers found Long inside an office in the
bar, dead of an apparently self-inflicted gunshot wound.
“He was a war veteran. He was a Marine. He was
in the war. He served time. He saw some pretty bad things, and a lot of people
say he had PTSD, and that’s a tough deal,” Trump said after describing the
shooter as a “very sick puppy” who had a lot of problems.*
Es comprensible que les hayan sentado mal las palabras de
Trump. Es difícil cometer un error mayor en estas circunstancias. Si los
veteranos tenían problemas, ahora la descripción de Trump los acaba de arreglar.
La capacidad del presidente Trump para crear conflictos cada
vez que abre la boca es sorprendente. Prácticamente tiene el don de la
provocación casi de forma espontánea. La incapacidad para entender su propia
posición le lleva a unas frivolidades que se combinan con una pasmosa —pese a
los resultados— confianza en sí mismo. El resultado es la irritación casi garantizada
del sector mencionado o al que visita. Hasta con la visita a los Boy Scouts
tuvo problemas. Pero su incapacidad para aprender de las situaciones o dar
respuestas estandarizadas es manifiesta.
El problema con la CNN es grave por lo que representa en sí,
la concreción en la cadena del conflicto general con la prensa. Trump sigue
empeñado en dirigir sus iras y las de sus seguidores hacia la queja de las
"falsas noticias" y la "campaña contra él". Es un intento
de reforzar sus propias bases, que se siguen manteniendo fieles porque les
convence el material con el que las alimenta.
Por su parte, Acosta ha puesto la imagen del escrito de la constitución norteamericana con un visible "We the People" seguido de un tuit fijo en el que proclama no ser ni él ni los medios enemigos de nadie y mucho menos del "pueblo", como señala Trump en cualquier intervención.
La elecciones de estos días, que Trump saludó como "un
gran triunfo" se van desinflando. El recuento todavía sigue y los votos
van aumentando la distancia demócrata y reduciendo la ventaja republicana en el
senado, donde según los últimos recuentos solo habrían obtenido una diferencia
de dos y no de cuatro. Trump y los republicanos se ven favorecidos por el mismo fenómeno que llevó a la Casa Blanca a Trump con tres millones de votos menos que Hillary Clinton, el valor mayor concedido a los estados rurales, con mucha menos población, un recuerdo de las épocas esclavistas, zonas que hoy suponen el votante campesino republicano.
El caso de Trump
contra Acosta es ahora de Acosta
contra Trump, pues la demanda tiene muchas posibilidades de prosperar. Por
lo pronto, pondrá de nuevo a Trump en el foco de algo que no controla. Esta vez
Trump puede recibir un vapuleo judicial pues es tan clara la animadversión
hacia el periodista y el medio que la manipulación de vídeo se vuelve contra
los que la realizaron.
Mientras tanto, la prensa norteamericana sigue hablando de
despidos de miembros del staff de la
Casa Blanca, esta vez de una asesora de Defensa que tuvo un encontronazo con el
equipo de la primera dama. Apenas han pasado unos días tras la puesta en la
calle del Fiscal General y los nervios siguen entre los miembros de esa jaula
de locos en que se ha convertido la residencia presidencial. Son síntomas de
que los nervios están encendidos y no es para menos. Por si fuera poco, se avisa de conflictos de competencias entre la Primera Dama y la hija de Trump, que ejerce en ocasiones un papel que no le corresponde y que tenía en las empresas de su padre. También la amistad de su yerno con el príncipe saudí Mohamed Bin Salmam tampoco está en buen momento tras el caso Jamal Khashoggi, que Erdogan se encarga de mantener abierto mediante la técnica del goteo, esta vez con el sonido grabado de la muerte, que ha enviado a los gobiernos de diferentes países aliados.
Trump también ha venido tocado de la visita conmemorativa del armisticio de 1918 en Francia, pues la
doble propuesta de Macron-Merkel sobre el desarrollo de un ejército europeo
debilita la dependencia de Estados Unidos, con la que Trump cuenta. La Unión
podría tener su propio sistema defensivo y ya se está trabajando en ello. La respuesta de Trump ha sido enviar una serie de tuits desde casa contra Macron atacándole por sus críticas al "nacionalismo" populista.
Sea por los motivos que sean, el control a Trump se le va
escapando de las manos. Ha perdido la cámara de representantes, por lo que
—pese a lo que ha dicho— su mandato se complicará; sigue intentando frenar las
investigaciones federales de la "trama rusa".
Trump no consigue cerrar nada y se siguen abriendo grietas. ¿Hay un límite en el número de problemas sin resolver? Queda medio mandato para comprobarlo.
* "Trump rankles veterans with comments about PTSD and California shooter" The Washington Post 9/11/2018 https://www.washingtonpost.com/world/national-security/trump-rankles-veterans-with-comments-about-ptsd-and-california-shooter/2018/11/09/2c4ab5ba-e463-11e8-a1c9-6afe99dddd92_story.html
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