Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Las
cosas pequeñas también son importantes. La vida cotidiana está hecha de muchas,
muchas cosas pequeñas. Son el 99% de lo que nos ocurre. Por eso este tipo de
cosas adquieren significación en un mundo de grandes titulares. Lo pequeño es importante.
The
Washington Post ha llevado una de estas historias pequeñas al espacio de las
grandes porque muestra el deterioro de la vida norteamericana, la profunda
división y el aumento de la intransigencia, el odio y la discriminación.
La
historia es la de una pequeña caseta convertida en lugar de entrega y recogida
de libros, una Biblioteca Libre, en espacio común en el que dejas tus libros leídos con la esperanza
de que los lean otros y tú recoges alguno que te puede interesar. Cuando los
terminas los dejas en el cajón callejero. Y esto es lo que nos cuenta The Washington
Post que ha ocurrido:
The Little Free Library went up a week after
the inauguration, its wooden walls painted to evoke the White House eight
blocks away. But if the book box coincided with President Trump taking office,
its tiny plaque pined for the previous administration.
“In Honor of Michelle LaVaughn Robinson Obama,”
it said. “Lawyer, writer, and First Lady of the United States.”
For a year, few seemed to notice the
dedication. Then the attacks began.
The library’s small glass window was smashed in
the spring. Its plaque was ripped off over the summer. And when neighbors
replaced the plaque with a photo of the former first lady, that, too, was
quickly torn down.
Then, earlier this month, Obama’s name was
crossed out and replaced with another.
“Trump’s,” the vandal wrote in black marker.
“Who would do that?” wondered Maureen
Dolan-Galaviz, who erected the library outside her home at 16th and Q streets
in Northwest Washington in early 2017. “If there is one thing that should be
off limits it’s the idea that we all deserve access to books.”*
A
quien nunca lo haría, esto le resulta incomprensible. ¿Por qué esa rabia, esa
intransigencia sobre algo tan simple? ¿Por qué ese odio hacia los Obama,
especialmente hacia Michelle, a la que muchos consideran como una modélica
Primera Dama? ¿A quién ofende ese "abogada, escritora y Primera
Dama"?
La rabia contra el nombre de Michelle Obama y contra la
biblioteca lo es también contra la doble idea que representa, el intercambio y
la cultura. Al autor o autores les debe repugnar tanto la figura de la ex
Primera Dama como el hecho de que la gente comparta lo que tiene (¿le parecerá
demasiado "progresista"?) o el hecho mismo de que sean libros.
Pero es más sencillo pensar que es Michelle Obama la que ha
despertado el odio irrefrenable del vándalo destructor de la pequeña biblioteca libre a unos cientos de metros de la Casa Blanca. Así lo piensan los que han
visto el odio contra ese pequeño homenaje en forma de biblioteca libre de
barrio, un simple cajón con forma de casa pintada de blanco recordando su
residencia un poco más allá.
Los vecinos del barrio no acaban de entender quiénes son los
que llevan el odio puesto todo el día:
“Oh my gosh. Who are these monsters?” she said.
She wondered if “this was some kind of partisan thing, or hate for Michelle.
. . . What if this is a racist thing?”
Vandalism against the libraries is rare,
according to Margret Aldrich, who works for the nonprofit. In a survey of
Little Free Library stewards earlier this year, only 6 percent reported a
significant case of vandalism, she said. But those few cases cut deep.
“When stewards call us, they say it really
feels like a personal attack,” said Aldrich, who has also written a book about
the little library movement. “What Little Free Libraries stand for is community
and coming together, so it is disheartening to see something happen to a Little
Free Library in a neighborhood. But it’s also incredibly heartening to see
the outpouring of support that comes after an incident.”*
Los incidentes dan al vecindario la posibilidad de unirse,
de sentirse diferentes a aquellos que les agreden y no son capaces de soportar
el nombre de Michelle en la biblioteca, que alguien le haya dedicado ese
pequeño espacio cultural.
Recordemos que los primeros incidentes tras la elección de
Trump fueron precisamente contra Michelle Obama. Es el paquete retrógrado completo:
racismo más machismo. En esto Michel Obama se opone a la idea de los enemigos
de los libros. Representa un símbolo más
amplio que Barack. Si Barack Obama rompió el techo de los afronorteamericanos,
Michelle lo hizo en su propio territorio, el de la igualdad. Supo ser discreta
sin querer aparentar lo que no era. Para muchos norteamericanos ha sido una
referencia y por eso muchos la odiaron en cuanto consideraron que el triunfo de
Trump era el de la venganza blanca. El odio racista contra los Obama es un fenómeno que muchos creerían que no se produciría. Pero, como hemos sostenido en ocasiones anteriores, ha sido una espina clavada durante su mandato. Sencillamente, no lo soportaban. Iba más allá de la política, hasta las raíces del odio racista.
No es una cuestión pequeña. Es otro síntoma de lo que ha ocurrido en los Estados Unidos con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Los incidentes racistas y de odio se han multiplicado por toda la geografía, en todas las esferas. La estimulación constante de sus seguidores crea este efecto de conflicto permanente.
La pequeña caseta de la Biblioteca Libre se entiende como una provocación en una "América blanca" ganadora de las elecciones. Lo que es un sencillo homenaje callejero, poner su nombre a una caseta, se convierte en campo de batalla. Michelle Obama sí hizo mucho por la educación y las bibliotecas, especialmente por la educación de las niñas como una forma de mejora de la sociedad. No llego a pensar a qué le se puede poner el nombre de "Trump" cuando salga de la Casa Blanca. ¿Un depósito de armas?
Dan ganas de empezar una campaña para crear nuevas bibliotecas
libres por distintos sitios con el nombre de Michelle Obama para fastidiar a
los energúmenos racistas que se desahogan destruyendo la biblioteca libre y lo esta que representa.
* "A
Little Free Library honored Michelle Obama. Vandals tagged it
‘Trump’s’" The Washington Post
24/11/2018
https://www.washingtonpost.com/local/a-little-free-library-honored-michelle-obama-vandals-tagged-it-trumps/2018/11/23/8dbfdc70-edbf-11e8-8679-934a2b33be52_story.html?noredirect=on&utm_term=.f374c637512f
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