Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Lo
ocurrido en Rotherham, Reino Unido, tiene difícil explicación. Cualquiera que se dé,
además, tapará las verdaderas razones de por qué ha ocurrido, de cuáles han
sido las causas que han hecho que no se frenara un caso denunciado varias veces de abusos sexuales masivos de niñas paquistaníes en la ciudad de Rotherham. No
hablamos de un caso, sino de 1.400, cifra que hoy cubre de vergüenza a las
instituciones gracias a un informe independiente. Nadie en el Consejo de la ciudad, han dicho oficialmente, considera "aceptable" o "excusable" la dejación terrible ocurrida en estos años, que ha llevado a lo que han calificado como "horrendous crime". No es menos la explotación sexual infantil. La ciudad de Rotherham ha quedado marcada, como de otra forma también quedaron sus víctimas.
Euronews
lo resumía ayer así:
La noticia ha conmocionado al Reino Unido,
pues los abusos y violaciones perpetrados por bandas criminales de origen
paquistaní, se prolongaron entre 1997 y 2013.
Shaun Wright era el responsable de la
protección de menores en Rotherham. El caso fue denunciado en varias ocasiones
y los informes fueron rechazados por la policía.
“Shaun Wright era el concejal a cargo de los
servicios a menores en el Ayuntamiento de Rotherham, Hubo no uno, ni dos, sino
tres informes, que describían la situación y no se hizo nada al respecto.
¿Cuántas de esas víctimas podrían haberse salvado si se hubieran tomado las
medidas necesarias por el consejo de Rotherham? Shaun Wright pudo haber hecho
algo y no lo hizo.” denunció Colin Ross, líder del Grupo liberaldemócrata del
Ayuntamiento de Sheffield.
Cinco hombres de origen paquistaní fueran
encarcelados en 2010 por violencia y explotación sexual de niñas. Los
concejales temían denunciar el origen étnico de los agresores por miedo a ser
considerados racistas.*
En un
país que todavía se encuentra conmocionado por las revelaciones de abusos sobre
el que fuera presentador estrella de la BBC, Jimmy Saville, un monstruo encubierto,
tapado por las instituciones que deberían haberle denunciado, es lógico que se
haya sembrado el escándalo. Al responsable de haber dejado en cajones los
informes de denuncia, Shaun Wright, le han pedido sus compañeros del Partido
Laborista su renuncia, pero se niega a dejar sus cargos por lo que llama un
"fallo colectivo". Pero lo cierto es que las denuncias surgieron
hasta que se pudrieron en el cajón de Wright, que por temor a ser llamado
"racista" tiene que aguantar opiniones bastante más contundentes.
El
argumento de que tenían miedo a ser considerados "racistas" no parece
demasiado consistente. De hecho es uno de los argumentos más estúpidos que he escuchado. ¿Temían ser
acusados de "racistas"? ¿O más bien lo consideraban como algo "ajeno",
distante y de lo que no merecía la pena
ocuparse, un "asunto interno", un "desajuste cultural"? A lo mejor sí eran racista y por eso temían que los demás pudieran llegar a pensarlo. Quién sabe.
En el
diario The Guardian, Suzanne Moore publicaba ayer un demoledor artículo. Tras
un repaso sobre lo que venía ocurriendo desde los años ochenta —la era
Thatcher—, es decir, las limitaciones económicas y sociales cubiertas bajo
eufemismos tecnocráticos, la autora señala que lo único que han hecho ha sido
tapar una realidad de abandono de sectores infantiles y juveniles por motivos raciales
y sociales: son la "escoria" desprotegida en un mundo al que nadie le
importa más que lo suyo. La cuestión del
origen étnico, nos dice, era solo una parte.
Escribe
Suzanne Moore:
I had wanted to stay in social work, but after
a placement answering calls on what was known as the frontline I realised that
most of my work would be sorting out emergency payments for food and heating.
People needed money, not cod psychoanalysis. It was also obvious that social
work systems were not only failing, but under attack. First they came for the
social workers (bearded do-gooders), then they came for the teachers (the blob)
… this is how neoliberal ideology has been so effective in running down the
public sector.
Now we are to feign surprise that the victims
of this failure emerge, and they turn out to be girls of the underclass. Slags, skets, skanks, hos: every day I
hear a new word for them.
The report on Rotherham is clear-eyed about who
targeted the girls: men of Pakistani and Kashmiri descent, working in gangs to
rape and torture girls. The men called the girls "white trash", but
white girls were not their only victims. They also abused women in their own
community who had pressure put on them never to name names.
Certain journalists, including Julie Bindel,
have been covering this story for years and have never shied away from
describing the men's ethnic origin. Ethnicity is a factor but there is also a
shared assumption beneath the police inaction and the council workers'
negligence: all of them deemed the girls worthless. The police described them
as "undesirables" while knowing they were indeed "desired"
by both Pakistani and white men for sex. They were never seen as children at
all, but as somehow unrapeable, capable of consensual sex with five men at the
age of 11.**
La complejidad de lo que Moore describe es grande y debe
hacer reflexionar sobre lo que implica: el abandono, la condena de esa
"basura", esa "escoria" por la que no merece la pena jugarse el puesto, realizar una denuncia
o levantar un dedo. ¿Por qué usas mis
impuestos para ayudar a esa basura? La idea de Moore es que no es una
cuestión meramente étnica, no es una cuestión solo de diferencias culturales y
guetos, como se quiere hacer creer ya que la mafia paquistaní que explotaba a
las chicas no se limitaba a las de su comunidad (asuntos internos, costumbres peculiares), sino también a chicas
"blancas" (basura blanca, white trash).
La imposibilidad de "redención social" es la
excusa para evitar soluciones a problemas a los que se les niega esta
condición. "Problema" significa problema para alguien. Si ese alguien decide que es una cuestión que no
afecta a sus intereses, se acabó el "problema". Puede parecer
descabellado, pero qué todavía causan inquietud las palabra de "papá"
LePen diciendo que la inmigración se acaba con una "buena" epidemia
de ébola, algo que molestó a su hija por exceso de sinceridad política. LePen
lo dijo porque sabía que contaba con las simpatías de muchos que opinan que no
hay que dar servicios sociales a la inmigración, negarles sanidad o educación porque
qué derecho tienen a vivir de mis
impuestos, frase habitual en casos similares. ¿Por qué invertir el dinero de los contribuyentes —pensaría el buen
gestor Shaun Wright— en esta basura? cuando
le llegaban los informes que coleccionaba.
Han
preferido aceptar el estereotipo de los bienpensantes: "The rightwing
likes the cheap thrill of an underclass woman, drunk and showing her knickers,
and now blames rape on political correctness gone mad, as though a bit of
robust racism is the answer to misogyny."** Esa forma de pensar
supera ya las barreras ideológicas. Wright es un político laborista, un miembro
del partido. Pero la gente ya no va a los partidos por compromiso sino para
hacerse una carrera, un recorrido que no van a frustrar la basura que le pongan
en su camino. Se ganan votos diciéndole a la gente lo que quiere escuchar, no
denunciando situaciones que a nadie le apetece ver. Su reticencia a abandonar
el cargo y su insistencia en considerarlo "fallo global" da la
impresión de que no fue el único al que le pareció que hacer ruido con aquel
tema no era bueno para nadie.
Shaun Wright, en el ojo del huracán —los políticos de la
oposición piden su cabeza y los de su partido el cargo— fue el responsable de
cuidados de la infancia; no lo hizo muy bien, parece probado. Desde 2010 es el
responsable de la Policía, algo que también ofrece serias dudas. Él se defiende:
I entered into public service over twenty years
ago to make a positive difference. Protecting vulnerable people has been my
number one priority as police and crime commissioner for South Yorkshire. I
have had to make the difficult decision to stand down from the Labour party and
it's with deep regret that I've come to that decision.
I've dedicated my career and life to serving
the public of South Yorkshire. As a father, and a citizen of South Yorkshire,
my thoughts are with the victims and their families and I reiterate my apology
to them and take full responsibility for my part in the collective failures
which took place at Rotherham council during the time I was in office and
indeed to that end I resigned in 2010.***
Por muy colectivo que fuera el fallo, por muchas disculpas
que pida a las víctimas y por muy orgulloso que se sienta por haber dedicado su
vida al bien público, lo cierto es que ha fracasado estrepitosamente. Lo
importante son ahora las causas, aunque sea para taparlas de nuevo.
¿Es este caso la suma de indiferencia, misoginia, clasismo y
racismo? ¿Reúne todos los elementos como para conseguir paralizar la respuesta
policial y social a un caso que envuelve a 1.400 niñas y niños en estos años? La
conclusión final de Moore es muy dura al juntar todas las piezas del puzle:
OK. So let's join the dots to Savile and the
other recent sex-abuse scandals. We have the police in on the case; we have
institutions basically offering up the most vulnerable as victims; we have a
protection racket centred around fame rather than ethnicity. At the top we have
abusive men, at the bottom powerless young girls and boys. So the bigger
picture is the systematic rape of poor children by men. Not all men – I have to
say this to be politically correct, don't I?
The right can make it only about race. I have
no problem in calling certain attitudes of certain Muslims appalling. I just
can't see them in isolation from class and gender.
The macho
environment in which the girls were not listened to, or even seen as children,
is part of a continuum of thought in which girls, once deemed sexually active,
even if it is against their will, are seen as damaged goods. Thus they can be
bought and sold in a market that has made it apparent it no longer considers
them worth protecting. Where is the profit in that?
Whatever resignations are proffered, what is
horrifying is this wholesale resignation to an economic caste system. Our
untouchables turn out to be little girls raped by powerful men.**
La raza es la
excusa, nos dice Moore; y una excusa tonta, además. La evidencia, en cambio, es
la misoginia machista amparada por las instituciones en su ineficacia y que
consigue, como Saville, la impunidad. Hombres poderosos violando niños y niñas.
Lo evidente es la indiferencia ante este tipo de abusos, tal como han
denunciado las víctimas que han relatado cómo llegaban a las comisarias a
denunciar y nadie les hacía demasiado caso. A una de ellas la escuchábamos
decir ayer que tras dos años obligada a prostituirse, entonces con catorce
años, e indiferencia ante sus denuncias hoy espera al menos una disculpa. No pide mucho; pero probablemente no le
llegue nunca.
Ha tenido que hacerse público un informe independiente
después de que los informes oficiales dormitarán en el cajón de Wright y de
gente como él, funcionarios y políticos que buscan no enturbiar su imagen con
sospechas de racismo, sexismo o cualquier otro concepto que les aleje de una
apariencia de tranquilidad y eficacia.
La mirada hacia otro lado define el estado moral de las
sociedades. Que sean los más débiles por edad, nivel económico y diferenciación
cultural los que sean víctimas de mafias explotadoras, abusadores y buscadores
de placeres es lo que convierte este caso en escandaloso. Pero es finalmente la
indiferencia, el miedo o la estupidez la que lo consiente y ampara, aunque sea
indirectamente por omisión. Después, como señala Moore, es fácil rasgarse las
vestiduras y pedir cabezas. Pero las cabezas hay que utilizarlas antes para
resolver problemas. Es para lo que estaban todos allí. La autora del informe independiente ha señalado encontraste "very shocked" por lo que ha encontrado. En 2013, comenzaron a salir las denuncias de mujeres de las que se había abusado. Hoy el informe está sobre la mesa y no dentro del cajón. Todos se avergüenzan y piden responsabilidades; se preguntan cómo ha sido posible estar así desde 1997. Es su papel ofenderse y preguntarse, y muchos serán sinceros. Pero el daño está hecho.
Eran niños y jóvenes. Daba igual cómo eran sus familias, cuánto ganaban, si estudiaban mucho o poco, dónde habían nacido o qué religión practicaban. No, no eran "basura".
* "Más de 1.400 niñas sufrieron abusos sexuales en la
localidad de Rotherham al norte de Inglaterra" Euronews 27/08/2014
http://es.euronews.com/2014/08/27/mas-de-1400-ninas-sufrieron-abusos-sexuales-en-la-localidad-de-rotherham-al-/
**
"Poor children are seen as worthless, as Rotherham's abuse scandal
shows" The Guardian 27/08/2014
http://www.theguardian.com/commentisfree/2014/aug/27/poor-children-seen-as-worthless-rotherham-abuse-scandal
***
"South Yorkshire PCC Shaun Wright quits Labour but not PCC role" The
Guardian 28/08/2014 http://www.theguardian.com/uk-news/2014/aug/27/shaun-wright-pcc-rotherham-resigns-labour-party
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