Cuando vi
en el diario El Mundo el titular
"Los siete 'problemas' que creó Josep Ratzinger" esperaba encontrarme
con una artículo que hablara de los problemas creados a lo largo del
pontificado y de los que fuera responsable. Eso entendía. Sin embargo, lo que
el diario me ofrece son cuestiones como su vestimenta, dónde va a residir, qué
hacer con su anillo y la cancelación de su cuenta de Twitter. Me siento
frustrado, por no decir otra casa. El simple cambio del "creó" al
"ha creado", del pretérito simple al compuesto, me habría servido
para entender que no se referían a cuestiones de su pontificado sino a las consecuencias
de su renuncia. Se me ha inducido a pensar de una forma y me encuentro con una
nadería notable, en la que se puede ver que el problema de la de coexistencia
de los "dos papas", uno de los señalados en la lista, se resuelve con
la siguiente frase, que será citada por todos los historiadores de la Iglesia
por los siglos de los siglos: «En su retiro eterno disfrutará
también de su amada lectura, escritura, comedias en blanco y negro, tocará el
piano y seguirá acompañado de sus gatos, en especial de su gata Contessina,
quien juega ya en los jardines del 'Matter Ecclesiae'.»* Se acompaña, por supuesto,
con una foto de la gata. Por lo del "retiro eterno" deduzco, además,
que confunde los jardines de la residencia con el paraíso celestial. No se
debería dejar informar sobre cuestiones religiosas a gente que no entiende lo
que es la "eternidad".
Las "listas" siempre son una promesa de lo
escueto, esquemáticas, como la lista de la compra. Ni una palabra de más ni una
de menos. Están proliferando las "listas" a través de la red, pues es
una forma de agrupar muchas veces información, sin demasiada elaboración.
Funcionan porque nos gusta ver cosas ordenadas mientras desordenamos otras.
Antes se limitaban a los libros, discos y películas: los "best-sellers",
el "hit parade" y las "más taquilleras". A nadie se le
ocurrió pensar que eso fuera periodismo. Ahora están en todas partes.
La reacción ante la "lista" con los
"siete problemas" es apabullante y ha conseguido situarse en el
"top" de lo más visto del diario El
Mundo. Me imagino que teólogos del mundo, historiadores, fieles, anticlericales
de todo pelaje, han acudido en masa esperando encontrar esos problemas "creados"
por Ratzinger. Unos suspirarán aliviados, otros quedarán contrariados. Algunos,
incluso, se ofrecerán a adoptar a la gata Contessina si, como se cuenta entre
los problemas, hubiera algún contratiempo económico: «No existe un plan de
pensiones para 'ex Papas', pero toda diócesis mantiene a sus clérigos
retirados. Así que de seguro no le faltará nada al Papa Emérito.»* Nos quedamos
más tranquilos, pero sigue en pie lo de la gata, que están fatal los tiempos
por lo de la austeridad, que una cosa es el ayuno voluntario y otra que te
falte el pienso.
No es la única lista que me sorprende, esta vez de
forma más mundana. como no podía ser de otra manera. La lista reaparece en esa
ventana profana que se abre en el diario de referencia, El País, esa otra forma de contemplar el mundo que se llama The Huffington Post, el medio incrustado.
No debo decir que "me sorprende", porque su función es sorprender,
pero esta vez sí me impacta con su titular: "16 cosas que hacer en el
escaño". Como el diario no llama a engaño, sino que juega con la obscena
desnudez de la intención, no llego a pensar en ningún momento que se trata de
"votar", "debatir", "proponer leyes", etc., en
fin, algo que esté relacionado con la política en su estado natural, que es un
punto equidistante entre el almíbar y la guindilla. Para que no me deje llevar
por el ilusionismo —no por la ilusión— el diario me anticipa una suculenta
lista de posibilidades de las que se muestra evidencia fotográfica: "Políticos
cortándose las uñas, viendo porno, mirando lencería, comprando lotería... en
mitad del pleno (FOTOS)". La mayúsculas con las que El Huffintong Post presenta la palabra "fotos" es toda
una declaración de principios, una promesa de que el mal llamado "lector"
no tendrá que leer nada, uno de los compromisos del "novísimo
periodismo".
La lista se completa con más promesas suculentas: "Olvido
Hormigos en bañador en 'Mira quien salta' (FOTOS)", "Las mejores
peores traducciones (FOTOS)", "El Vaticano también utiliza Comic Sans
(FOTOS)" y —¡no me lo puedo creer!— "Hans Küng, teólogo: "Será
un papa en la sombra". Digo que me cuesta creerlo porque el público
atraído por la inteligente información anterior no creo que esté por la labor.
Entro para comprobarlo y, efectivamente, la noticia del "Papa en la
sombra", que ya anticipa conspiraciones, conflictos, traiciones, etc. no
ha calado hondo en los "visolectores" del Huff y ha quedado relegada al último puesto de la lista de lo más
visto. Sí, en cambio, ha caído en gracia la noticia de que el Vaticano ha hecho
una publicación en homenaje a Benedicto XVI utilizando la letra "comic
sans", que es otro dato relevante —como los incluidos por el diario El Mundo— para la teología y la historia
de la Iglesia.
Enfrentándose
a cosas como estas, estoy deseando escuchar —o leer, si no hay otro remedio— la
próximas teorizaciones y reflexiones de los sesudos y carismáticos directores y
responsables de ambos medios —no son los únicos, pero sí los que más sacan pecho— sobre la crisis del
periodismo, de los medios y de la profesión, las nuevas fórmulas, el cambio de
los lectores, los nuevos medios, etc. con las que nos deleitan intelectualmente
de vez en cuando. Me encantará escucharlas.
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