Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Dice
Pérez Rubalcaba, en plena tarea de pensar los problemas que tenemos, que va a
ampliar el nombre del partido. Lo va a llamar PSE-PSOE, es decir, Partido
Socialista Europeo-Partido Socialista Obrero Español. Ha dicho que lo va a
proponer, claro, que luego esto prospera o no. El PSC, por ejemplo, tendrá que
ser PSC-PSE-PSOE. Saldrán unas pancartas enormes. Estas cosas federales son
siempre un lío.
Parece
que hay algún malentendido entre las dos "e", la de
"España" y la de "Europa", algún problema con las vocales. No
acabo de entenderlo del todo bien. Lo de las siglas, sí, pero donde me he liado
un poco es en lo del conflicto entre el Norte y el Sur y todo eso.
Por un lado dice que van a "ceder soberanía" a Europa, pero cuando toca
echar la culpa a Europa, los políticos no tienen inconveniente en convertirla en el "eje del mal". Entonces
"Europa" tiene cara de "recortes", de "Merkel",
de "hombres de negro", de "conspiración capitalista", cara de "Norte" y toda esa retórica con la que se satisface a los públicos nacionales deseosos de
escuchar lo malos que son los de fuera y la manía que nos tienen a los de aquí. Es el "eurocasticimo", las dos caras cuando toque cada una. Pero, claro, si haces una reunión europea no te puedes poner en ese plan porque tus
compañeros socialistas españoles en Europa, los que dan la cara allí y tienen responsabilidades, se
mosquean y le dicen cosas irónicas y mordaces a gente como Elena Valenciano,
que normalmente se lo pasa muy bien haciendo declaraciones de este tipo y pierde la medida.
El
diario El País nos lo cuenta así:
A primera hora de la mañana, la vicesecretaria general, Elena
Valenciano, y el exministro y ex alto representante para la Política Exterior
de la UE Javier Solana, que inauguraban el cónclave, se han enzarzado en el
estrado a cuenta de las bondades y maldades de Europa. Tan inesperado ha sido
el encontronazo que Solana, poco después de volver a su butaca, ha escrito en
Twitter: "No he querido regañar a Elena. Era un cariño".
"Muchos ciudadanos sienten que la UE
representa hoy más una pesadilla que un sueño para España", había dicho
Valenciano, antes de recordar con gravedad la imagen que se vivió ayer en el
Parlamento de Portugal, cuando varios asistentes a un pleno rompieron a cantar
el himno de la Revolución de los Claveles de 1974, un himno que nació contra
una dictadura y que ahora se dirige contra lo que muchos portugueses ven como
"la dictadura de Bruselas", la "dictadura de la troika".*
¡Un cariño! ¿Ahora lo llaman así? La fea
costumbre que tienen los políticos españoles de dirigir los vientos contrarios
hacia otros lugares me sigue asombrando. Yo pensé que esta demagogia quedaría
para mítines de pequeña agrupación, pero soltar esa sarta de tópicos con
personas como Joaquín Almunia y Javier Solana delante, que tienen y han tenido
importantes responsabilidades en la política de todos —en la europea— que están
curtidos en tareas más productivas que las que Elena Valenciano ha realizado a
lo largo de su existencia política, me parece muy osado.
Los
políticos españoles siguen jugando la baza del doble discurso. Pero lo que no
se puede hacer, en ese caso, es poner a ambos a dialogar en una misma mesa, porque no hay
diálogo posible. La distancia entre lo que unos y otros hacen aumenta y se monta el rifirrafe. Nos
cuentan:
El secretario general del PSOE ha compartido
uno de los paneles de debate con el comisario europeo Joaquín Almunia y los
líderes de los socialistas franceses y portugueses, Harlem Désir y Antonio José
Seguro. Almunia ha aguantado la ininterrumpida lluvia de críticas -unas más
duras, las de Seguro, y otras con un tono más suave, las del propio Rubalcaba-
hacia la política de la Comisión Europea, su sometimiento al poder financiero y
la falta de control del Parlamento Europeo sobre los comisarios. "No
mandemos el mensaje de que Europa está arrodillada ante los bancos. Lo estuvo,
pero ahora no lo está. Estamos de pie y haciendo cosas", ha replicado
Almunia a la primera crítica. Y a la segunda: "Yo me siento mucho más controlado
por el Parlamento Europeo que cuando era miembro del Gobierno con mayoría
absoluta [del PSOE] por el Parlamento español"
No sé
si servirá de algo el "consejo" de Joaquín Almunia. Ha dicho lo que
debía decir como Comisario Europeo. Pero aquí vende más lo otro —como en Portugal—,
lo de la persecución europea, lo de los burócratas de Bruselas, la autocracia, etc..
La réplica sobre el control del parlamento ha tenido que escocer entre las
filas nacionales. Pero tiene razón Almunia. Y ese es el mensaje que hay que
acoger positivamente y no el que transmite diariamente nuestra clase política
que sigue sin entender qué se les pide.
La
bonita historia del conflicto Norte-Sur se arregla haciendo que las cosas
funcionen en el Sur. La que tenemos montada aquí no es por "Europa"
ni por el "Sur"; es por nosotros, porque seguimos empeñados en
afrontar la política nacional como una especie de reality escandaloso. No se puede montar unas jornadas para traer a
sus miembros europeos y que veamos cómo les abroncan echándoles las culpas de
su propia ineficacia. No es decente. Almunia y Solana hacían su trabajo allí,
un trabajo fiscalizado por todos; ustedes no lo han hecho aquí, con la política
española convertida en un escándalo continuo por su incapacidad de resolver
problemas que ustedes mismos crean. La gente, sencillamente, ya no cree que los políticos estén más próximos a sus problemas por no llevar corbata o sostener una pancarta. Entiendan el mensaje.
No es honesto que se hable de la poca
fiscalización europea cuando aquí son incapaces de dar cuentas de lo que ocurre
tras las puertas del despacho de al lado. No es ético echarle la culpa a Europa
de nuestros males y cada vez lo tenemos, espero, más claro todos. Es al
conjunto de la clase política española —por no fiscalizar sus propios actos— y a cada persona en particular
—por su específica participación en cada caso— a quienes hay que exigir
responsabilidades.
"Europa"
no es el problema y este no se arregla cambiando siglas. No mareen la perdiz. Cambien
ustedes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.