Joaquín
Mª Aguirre (UCM)
Durante
décadas las familias españolas tenían una amplitud que iba desde el solitario
hijo o hija "únicos" hasta el tope de "familia numerosa", cifra
marcaba año tras año, de forma implacable, la familia Fragoso del Toro, que
batía todos los récords. Una familia era, pues, un matrimonio (no valían
parejas entonces) que tenía de un hijo hasta el número que hubieran tenido los
Fragoso del Toro ese año.
Recuerdo que cada año llegaba a casa la felicitación navideña de los Fragoso, consistente en una fotografía de toda la familia y nos poníamos a contarlos porque a nosotros —que éramos tres hermanos y nos quedábamos en las puertas de la "familia numerosa" oficial mínima— nos parecían una enormidad y se podía soñar no ya en riñas de hermanos, sino en gigantescas batallas en las que hubiera infantería, artillería y hasta caballería, que entonces con el palo de una escoba ya tenías bastante.
Los Fragoso del Toro arrasaban todo los años en esta modalidad y se llevaban de calle los premios de Natalidad, que eran algo que se concedía entonces y que hoy sería considerado extemporáneo porque el progreso, nos decían los que habían leído a Wilhelm Reich, era el placer sin descendencia. Y a eso, claro, muchos sí se apuntaban.
Jesús Fragoso del Toro, conocido como "Chuchi", fue celebrado periodista deportivo —Marca y As—, dibujante y escritor, cuñado de Miguel Delibes, y padre de veinte hijos. Con el padre y la madre de porteros podían jugar partidos de fútbol ellos solitos.
Recuerdo que cada año llegaba a casa la felicitación navideña de los Fragoso, consistente en una fotografía de toda la familia y nos poníamos a contarlos porque a nosotros —que éramos tres hermanos y nos quedábamos en las puertas de la "familia numerosa" oficial mínima— nos parecían una enormidad y se podía soñar no ya en riñas de hermanos, sino en gigantescas batallas en las que hubiera infantería, artillería y hasta caballería, que entonces con el palo de una escoba ya tenías bastante.
Los Fragoso del Toro arrasaban todo los años en esta modalidad y se llevaban de calle los premios de Natalidad, que eran algo que se concedía entonces y que hoy sería considerado extemporáneo porque el progreso, nos decían los que habían leído a Wilhelm Reich, era el placer sin descendencia. Y a eso, claro, muchos sí se apuntaban.
Chiste de J. Fragoso del Toro, "Chuchi" |
Jesús Fragoso del Toro, conocido como "Chuchi", fue celebrado periodista deportivo —Marca y As—, dibujante y escritor, cuñado de Miguel Delibes, y padre de veinte hijos. Con el padre y la madre de porteros podían jugar partidos de fútbol ellos solitos.
Antes, cuando veías a
una persona que trabajaba sin parar se decía "¡tiene cinco hijos!" o
los que fueran. El llamado "pluriempleo" —¡qué tiempos!— consistía en
que la gente tenía que tener tantos trabajos como hijos dividido por dos, que
era una fórmula que funcionaba bien para el cálculo. Que tenías cuatro hijos,
pues necesitaban dos trabajos; seis, pues tres.
O que te ascendieran en alguno, que con eso salían los decimales. Y así
llegaban a fin de mes y, si no llegaban, para eso estaba el Monte de Piedad y
los pendientes de tu abuela o similares, que permitían pasar los días finales
con menos apuros. Es la España en blanco y negro que no nos gusta recordar. Hoy tenemos color y, aunque se ha reducido drásticamente el tamaño de las familias, las denuncias de nepotismo se suceden. Tenemos "color" y sonrojo.
Ha
destapado el diario ABC otro caso de la corrupción más universal que es la "colocación
familiar". Ha ocurrido además en el seno
de una institución tan sería como la Academia Gallega de la Lengua en la que se
ha descubierto que además de hablar todos gallego, lo habían aprendido en el
mismo sitio. Nos cuenta el diario:
Pese a que los intentos por que la propia institución o alguno de sus
empleados confirmase extremo alguno fueron inútiles, según la documentación a
la que ha tenido acceso este periódico, uno de los empleados de la Casa-Museo
Emilia Pardo Bazán, ubicada en la sede de la propia Academia en la coruñesa
calle de Tabernas, responde al nombre de Manuel González Prieto, hijo del
Manuel González González, tesorero de la RAG bajo la dirección de Xosé Luis
Méndez Ferrín.
Con ellos son tres los hijos de los principales responsables de la
Academia que forman o han formado parte de las 33 nóminas declaradas por esta.
La hija pequeña del presidente se ocupó, al menos hasta enero de este año, de
la página web que aloja boletines, información institucional y diaria y el
diccionario elaborado por los académicos. En idéntico periodo lo hizo Alberto
Lema, licenciado en filología y pareja de la hija del presidente.
Los hijos de los número dos y tres de la
directiva académica están actualmente en nómina, extremo contrastado por este
medio en la correspondiente al mes de febrero.*
Ya han
comenzado las dimisiones que serán, además, dramáticas porque saldrán familias
enteras a la calle dejando la institución desolada y a las familias igual de
unidas pero en casa. En ABC, en cambio, no dimitirá nadie por redactar de esa
manera.
Esto de meter a los hijos en los trabajos es el verdadero aliciente del poder y
algo de "principesco" sí tiene el asunto. En un país con más del
cincuenta por ciento de sus jóvenes en paro y con un veinticinco por ciento de paro
general, tener a los hijos colocados es algo que permite dormir mejor. Yo, que
tengo a dos hijos en edad de estar parados, lo entiendo perfectamente. Pero la
verdad es que esto del "nepotismo" se está ampliando. Aquí hay que encontrar trabajo hasta para
Iñaki Urdangarín, al que, sin problemas para llegar a final de mes, querían colocar para dar ejemplo de laboriosidad. Dice en el
diario El Mundo "Su Alteza
Serenísima la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein" (lo ponen tan historiado porque
tienen la exclusiva) que
"Fui la primera sorprendida cuando Iñaki
no aceptó el trabajo. Yo sólo traté de encontrarle un empleo digno",
afirma la princesa, que entre 2004 y 2005 intentó conseguir para Urdangarín la
presidencia del capítulo español de la prestigiosa Fundación Laureus, que otorga anualmente los denominados óscar del
deporte. "Yo sólo traté de ayudarle a encontrar, tal como me pidió, un
empleo compatible con su posición", agrega la princesa.**
"Su
Alteza Serenísima la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein" no es familia,
pero como si lo fuera. La posición ofrecida debió parecerle al advenedizo duque
poco "compatible" o muy "florero", expresión que hay que consolidar para ámbitos
más amplios, por lo que decidió —¡en mala hora!— lanzarse a la economía
práctica, medio independizarse.
Se empieza por decir "¡qué no haría uno por los hijos!" y continuamos con los
yernos, las novias de los primos, los primos de las novias, etc., y al final
nos ha salido más familia que a Jesús Fragoso del Toro que era un ejemplo
nacional de dedicación y entrega familiar.
Aquella
famosa película "La gran familia" y su secuela "La familia y uno
más" representaba a familias luchando por llegar a fin de mes, cargadas de
hijos, pero contentos. Hemos pasado del "pluriempleo" de mañana y
tarde y de llevarse trabajo a casa, a los "miniempleos" que son como
Zenón y la tortuga, la mitad de la mitad de la mitad. Por eso sienta mal que "coloquen"
así a la familia y que, además de colocarla, lo hagan con sueldos o en puestos
que exceden a los méritos y entrando por las puertas traseras. Como bien decía
un chiste, no se sabe si es el árbol genealógico o el organigrama. Luego todo
son quejas: que si eran los mejores
expedientes, que si yo me salí en la
evaluación, que si no sabía que
estaba ahí, que si nos habíamos
separado, etc.
Hoy el
más poderoso es el que puede dar empleos. Y algunos abusan de ello. Lo que nos
falla de la clase empresarial, lo ocupan políticos y caciques que colocan y
recolocan a su gusto. Y eso les da más poder en un país con cinco millones de
parados. La mitad de estas cosas se solucionarían con una política de empleo
eficaz y que no se tuviera que buscar uno la vida más allá de lo razonable y lo
legal. La familia está muy bien para comer todos juntos los domingos y
festivos, pero no debería ser la forma de colocación o adjudicación allí donde
no debe.
Esperemos
que el gallego no se resienta.
*
"La Academia Galega también da empleo a los hijos de su secretario y su
tesorero" ABC 25/02/2013
http://www.abc.es/comunidad-galicia/20130220/abcp-academia-galega-tambien-empleo-20130220.html
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